NovelToon NovelToon
Cuando Era Joven, Me Convertí En Millonario

Cuando Era Joven, Me Convertí En Millonario

Status: En proceso
Genre:Romance / Comedia / CEO
Popularitas:2.7k
Nilai: 5
nombre de autor: Cristián perez

Me hice millonario antes de graduarme, cuando todos aún se reían del Bitcoin. Antes de los veinte ya tenía más dinero del que podía gastar... y más tiempo libre del que sabía usar. ¿Mi plan? Dormir hasta tarde, comer bien, comprar autos caros, viajar un poco y no pensar demasiado..... Pero claro, la vida no soporta ver a alguien tan tranquilo.

NovelToon tiene autorización de Cristián perez para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 13: ¿Tienes novio?

Adrián Foster la observó con una calma tan intensa que su mirada parecía tener peso.

—¿Necesitas algo? —preguntó con voz baja, cuando notó que Claire Williams, aún con el vaso entre los dedos, bebía apenas un sorbo más de agua fría.

El aire en la oficina se volvió más espeso. Claire sintió que la mirada de Adrián era casi devoradora, como si pudiera leerla entera. Su corazón se aceleró, y un leve rubor tiñó su rostro perfecto. Aquella expresión suya, seria pero temblorosa, resultaba peligrosamente encantadora.

Se mordió el labio con suavidad antes de hablar, intentando recomponer su tono profesional:

—Quisiera saber si el saldo de la cuenta de la empresa es suficiente. Si es posible, me gustaría explorar nuevos talentos, descubrir más creadores y reclutar streamers.

Hizo una breve pausa, consciente de lo que implicaba esa solicitud.

—Como sabes, la competencia en este sector es brutal. Muchos de nuestros mejores influencers fueron fichados por agencias rivales. En el departamento de contenido tenemos ideas frescas, creativas, pero carecemos de personal suficiente para llevarlas a cabo.

Adrián la escuchó sin interrumpirla, apoyando los codos sobre el escritorio de roble oscuro. La luz del mediodía entraba por la ventana panorámica, bañando la sala en reflejos dorados. Su voz, cuando habló, sonó relajada pero firme:

—No hay problema. El departamento de contenido es esencial para Lark Media Inc. Sin ustedes, la empresa no tendría futuro. Haré las gestiones necesarias para transferir fondos. Puedes iniciar el proceso de contratación.

Las palabras resonaron en el aire con la seguridad de quien está acostumbrado a mandar. Claire lo observó, y por primera vez notó algo más allá de la arrogancia del joven millonario. Había una determinación silenciosa en su mirada.

—Gracias, señor Foster —dijo finalmente, con una sonrisa serena.

—No hay de qué. —Él le devolvió la sonrisa—. Trabajas para mí, haces que la empresa crezca… Si alguien debe agradecer, soy yo. Muchas firmas de medios te ofrecieron salarios más altos, pero seguiste aquí. Lo aprecio, Claire. De verdad. ¿Quieres otro vaso de agua helada?

Claire negó con la cabeza, divertida.

—No, gracias. Pero me gustaría pedir autorización para comprar un nuevo equipo. Las cámaras, las luces y los micrófonos que usamos ya no están a la altura. Mientras otros graban en 4K con equipos de última generación, nosotros seguimos peleando con cables sueltos.

Adrián la escuchó con interés. Un brillo travieso apareció en sus ojos, ese tipo de chispa que anticipa una broma o una pregunta inesperada.

—De acuerdo, prepara una lista. Yo mismo revisaré las especificaciones. —Hizo una pausa—. Pero antes… ¿Puedo hacerte una pregunta personal?

Claire lo miró con sorpresa.

—¿Una pregunta personal? Claro, adelante.

—¿Tienes novio?

El silencio fue inmediato.

Claire parpadeó, atónita.

—¿Qué…?

—Eso. —Adrián sonrió apenas—. ¿Tienes novio?

Claire se levantó de golpe, confundida, con el rostro completamente enrojecido. La pregunta la había tomado desprevenida, y por un instante, su mente se quedó en blanco.

¿Por qué me pregunta eso? ¿Qué busca? ¿Está bromeando?

Adrián alzó las manos con torpe rapidez.

—Perdón, no quise incomodarte. Fue una curiosidad mal formulada.

—¿Por qué lo preguntas? —replicó ella, intentando mantener la compostura.

Él se inclinó hacia adelante con un gesto despreocupado.

—Te veo muy dedicada al trabajo, Claire. Apenas tienes tiempo para ti. Me preocupa que si te exijo demasiado, termine afectando tu vida personal.

El alivio de Claire fue inmediato, aunque dentro de sí sintió algo extraño: una mezcla de decepción y vacío.

—Oh… entiendo. Bueno, puedes estar tranquilo —dijo con voz suave—. No tengo novio.

—Vaya. —Adrián sonrió con sutileza—. No lo decía por curiosidad, solo quería asegurarme de no interferir.

—Lo sé —respondió ella, aunque su corazón latía más de lo habitual.

—Entonces eso es todo por hoy —dijo él, levantándose—. Gracias por venir, Claire.

Ella asintió, guardó sus documentos y salió con paso firme. Adrián la siguió con la mirada, observando cómo su figura se alejaba hacia el pasillo. Soltera. Esa palabra le quedó dando vueltas en la cabeza.

Cuando Claire llegó al área del departamento de contenido, su mejor amiga Sarah Parker levantó la vista de su escritorio con expresión curiosa.

—¿Dónde estabas? Te busqué por todas partes. Estábamos listos para grabar un video. —Frunció el ceño con picardía—. ¿Y por qué estás tan roja? Pareces un tomate.

Claire se llevó la mano al rostro y suspiró.

—Nada importante. Fui a hablar con el señor Foster sobre la compra de equipos.

—¿Y qué dijo? —preguntó Sarah, acercándose con ojos brillantes.

—Aprobó el presupuesto.

—¿Y por qué sonríes así? Vamos, Claire, te conozco. ¿Pasó algo más?

—Tienes una mente retorcida —replicó Claire, tratando de disimular su incomodidad—. Haz la lista de equipos y de los nuevos creadores que quieres reclutar. Envíasela a Foster para su aprobación.

Sarah la observó mientras se alejaba hacia su oficina.

—Definitivamente pasó algo —murmuró entre dientes, divertida.

Mientras tanto, Adrián se encontraba deambulando sin rumbo por los pasillos del edificio de Lark Media. Había intentado concentrarse en el trabajo, pero después de la conversación con Claire, su mente no dejaba de vagar.

Algunos empleados lo miraban con respeto y miedo a partes iguales. Para muchos de ellos, su presencia era intimidante; para otros, inspiradora.

Pasó gran parte de la mañana encerrado en su oficina, jugando videojuegos en su enorme pantalla LCD. Perdió dos partidas seguidas y terminó riendo solo, murmurando maldiciones al teclado mecánico.

Cuando el reloj marcó el mediodía, Olivia Chen, recién nombrada gerente de operaciones, llamó a la puerta.

—¿Hora de comer? —preguntó, asomándose con una sonrisa.

—Vamos —respondió Adrián.

Ambos se dirigieron a la cafetería del edificio. Aunque la comida no era de lujo, era abundante y sabrosa. Adrián prefería comer entre empleados, pero Olivia insistió en que el comedor ejecutivo estaba vacío y era más tranquilo.

El contraste era evidente. Abajo, decenas de empleados hacían fila para recibir sus bandejas; arriba, solo el murmullo lejano de la ciudad acompañaba la conversación.

—Debí invitarte a un restaurante decente para celebrar mi ascenso, pero sé que no te gusta la pompa —comentó Olivia mientras servía un poco de pescado al vapor.

—Está bien aquí —respondió él—. Me recuerda a los almuerzos de la universidad.

Mientras comían, Olivia lo miró con curiosidad.

—¿Por qué compraste Lark Media?

Adrián sonrió, limpiándose con la servilleta.

—Te lo dije. Estaba aburrido. Jugué demasiado y ya no podía seguir encerrado en casa. Así que compré una empresa solo para divertirme. Justo coincidió con que Richard Quinn estaba vendiendo.

Olivia arqueó una ceja.

—¿Por diversión? Eso es nuevo.

—Sí —dijo él, probando otro bocado de pescado—. Aunque debo admitir que está un poco salado.

—No me vengas con excusas —bromeó ella—. Los ricos y sus caprichos… Pero dime, ¿qué piensas hacer con la empresa?

—Por ahora, mantenerla estable. El modelo de Quinn no era malo.

—No era malo, pero tampoco rentable. Mucha publicidad, poca ganancia. Si sigues ese camino, terminarás perdiendo.

—No creo que una pequeña compañía como Lark Media pueda hundirme —replicó él, alzando su vaso de agua con una sonrisa.

Olivia rió.

—Eres imposible. A veces olvido lo joven que eres.

—Veintitrés —respondió él.

—Justamente. —Ella lo señaló con el tenedor—. Eres un chico rico, inteligente y carismático. Pero desde que te conozco, nunca te he visto salir con una mujer. Si no te conociera tan bien, pensaría que tienes el radar desviado.

—No lo creo —respondió Adrián, riendo—. Simplemente estoy bien así.

—Pues no deberías estarlo. ¿Qué tal si te presento a alguien? —preguntó Olivia, con una sonrisa maliciosa—. Alguien que ya conoces… Claire Williams.

Adrián se atragantó levemente con el agua y tosió.

—No te metas en mis asuntos personales, Olivia —dijo entre risas—. Preocúpate más por tu esposo.

Ella se echó a reír, divertida por la reacción.

Él, sin embargo, se quedó mirando su reflejo en el vaso.

¿Por qué justo ella?

El nombre de Claire resonó en su mente mucho después de que terminara el almuerzo.

$$$$$$

1
Lilia Salazar
le faltó el final saber si conquistó a la que le gusta o que honda
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play