Introducción
En las paradisíacas playas de Bali, nace la aventura y el romance entre dos jóvenes que tienen el mundo a sus pies, donde la pasión y el deseo consumió a Argelia Soria y a Paolo Gabellotti, es así como da inicio su trágico romance. Que como siempre su único final feliz será el fruto de ese amor.
Paolo el jefe de la mafia siciliana descubre años después, que su amor por Argelia había trascendido a la vida eterna, pero a su vida llega una dulce personita a poner su mundo de cabeza.
“No puedo creerlo, Mi papá es, El Jefe de la mafia”. Paola Soria.
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Disculpa sincera
Capítulo 21
Al día siguiente Paola llegó al colegio, para su sorpresa tanto Bruno como Selene no estaban ahí, ella de inmediato se preocupó por ambos. Así que decidió salirse del colegio para ir a buscarlos, si algo la caracterizaba era su agilidad para escabullirse. Camino hasta la casa de Bruno, llamó a la puerta y Selene abrió.
—¿Qué haces aquí pequeña? Deberías estar en clases.—
—Me preocupe por Bruno y por usted, ¿él está bien?—Selene no podía ser injusta con Paola
—Tiene un fuerte resfriado, si no mejora tengo que llevarlo al hospital. Pero pasa le alegrará verte, ten usa un cubrebocas.—
De inmediato subió Paola hasta la habitación de su mejor amigo, al entrar pudo ver que estaba muy mal.
—Paola viniste a verme, creí que tu papá no te dejaría volver más.—
—Escape del colegio, estoy segura que ya les avisaron que desaparecí.—Selene estaba parada en la puerta de la habitación de su hijo.
—Tu papá vendrá de nuevo furioso, no quiero que te castigue por mi causa.—expresaba Bruno
—El sabe la verdad sobre el cheque, yo sé lo pedí a mi abuelo para tu cirugía. No quiero que por la falta de dinero dejes sola a tu mamá, ningún hijo o madre deberían estar separados.—
—Extrañas mucho a tu mamá, ¿verdad?—
—Mucho pero ella debe estar en un lugar más bonito donde ya no siente dolor, mi madre sufrió mucho con esa enfermedad. No quería que se marchara, pero a la vez sí quería que terminara. Me dolía ver su lucha por seguir con vida.—Selene no pudo evitarlo y entró para abrazarla una vez más.
—Eres una niña muy dulce, y muy inteligente. Gracias por preocuparte por mi hijo, pero el dinero que envío tu abuelo era demasiado, ¿cuál es el problema entre tú abuelo y tu padre?—
—Yo soy el problema, mi abuelo quiere que regrese a vivir con él, pero la custodia le pertenece a papá. Además le prometí a mi madre quedarme con él, mi papá y yo somos muy diferentes. No sabe lidiar conmigo, también yo no se la hago fácil.—
—Ahora entiendo porque su arrebato, tiene miedo de perderte. Paola si tú madre no te quería con tu abuelo, debe haber algo muy importante que la empujó a tomar esa decisión, tú padre está luchando contra él con todas sus fuerzas para protegerte. Porque no se lo preguntas a tu abuelo directamente, a veces las personas nos quieren a su lado por interés, no por amor. No dejes que tus afectos por tu abuelo te engañen.—Paola meditaba todo lo dicho por su maestra, tal vez tenía razón. Ella solo sabía un poco de la historia sobre el amor que se tenían sus padres, pero no era una causa para haberlos separado.
—Por favor maestra, permita que mi padre pague la cirugía de Bruno. Tómelo como una disculpa.—
—Eso te va a hacer sentir mejor por lo que veo, está bien. Pero con la condición de que me permitan devolverles cada euro.—
Ambos niños se pusieron felices, Selene los abrazaba fuertemente. Eran unos niños maravillosos, además Paola tenía razón ningún padre debería quedarse sin sus hijos.
Selene llamó al médico de su hijo para que programara su cirugía, Paola llamó a su padre para decirle que había aceptado que le ayudaran con el dinero. Pero aún faltaba que Paolo le ofreciera una disculpa sincera a Selene.
Mientras tanto en Moscú, Katrina estaba de compras. Quería volver a Sicilia para verse con Paolo, así que necesitaría verse más bella que nunca, sabía que con mucha paciencia se casaría con él.
—El rojo se le vería mejor.—la interrumpió un hombre extraño que hablaba castellano.
—¿Disculpe?—
—Hola Katrina Ivanov, no quise ser inoportuno. Soy Aníbal Soria y necesitamos hablar.—
—Por supuesto, aquí al lado hay un café.—
Gabriel le ayudó con las bolsas de sus compras, para que ambos caminaran hacia la cafetería.
—Se que eres la amante de Paolo Gabellotti, que eres hija del jefe de la mafia de Moscú. Además que ya conociste a mi nieta, es muy linda no lo crees.—
—Si, pero insoportable. Al hablar con usted me recuerda a esa niña, es como si estuviera hablando con ella. Además yo no le agradó.—
—Es por eso, que debemos unirnos. Yo necesito recuperar a mi nieta y tú recuperar a ese infeliz. Si me ayudas estoy dispuesto a llevarme lejos a mi nieta, donde él no pueda volver a verla. Así tendrás el camino libre, te casas con él y tendrán sus propios hijos. Así se olvidará de mi nieta para siempre.—
—¿En verdad quiere tanto a esa niña?, o es que hay algo más.—
—Ella es todo para mí, ella es la heredera de todo lo que tengo. Además que clase de educación va a recibir al lado de ellos, convertirse en una mujer como tú. No, mi nieta heredó la inteligencia de mi hija, ella será una mujer importante y la más rica del mundo al igual que yo. No la esposa de un mafioso, o una líder de la mafia. Ese mundo no es para ella.—
—Si usted me asegura que se la llevará lejos de Paolo, cuente con toda mi ayuda.—
Katrina extendió la mano para cerrar el trato con Aníbal Soria, juntos se unirían para separar a Paolo de su hija. Aníbal quería recuperar cuanto antes a su nieta, antes de que Paola no pudiera dejar a su padre. Porque así no podría manejarla a su antojo.