La Espía Del Rey

El sol comenzaba a levantarse sobre el mar, tiñendo la cabaña con tonos dorados suaves.

La brisa entraba por la ventana, moviendo las cortinas con un vaivén lento, casi musical.

Liora despertó primero.

Estaba recostada sobre el pecho desnudo de Adrian, su mano apoyada justo sobre su corazón, sintiendo el latido calmado… constante… cálido.

Él dormía profundamente, su rostro relajado, el semblante tan tranquilo como nunca lo había visto.

Sin corona.

Sin deberes.

Sin miedo.

Solo un hombre.

El hombre que ella amaba.

Liora sonrió.

Y deslizó un dedo por su mandíbula, explorándolo en silencio.

Adrian abrió los ojos con un suspiro suave, somnoliento.

Cuando la vio allí, sobre él, sonriéndole como si fuera el amanecer mismo…

Se sintió invencible.

Rey Adrian (voz ronca, recién despertado): Buenos días… mi Liora.

Ella sintió un latido fuerte en el pecho.

Liora: Buenos días, Adrian.

Él la rodeó con un brazo, acercándola más.

Rey Adrian (medio adormilado): ¿Es un sueño? Por favor dime que no estoy soñando.

Liora se rió bajito y lo besó suavemente en la mejilla.

Liora: Si fuera un sueño… ¿te haría esto?

Él sonrió, feliz, profundamente feliz.

Rey Adrian: No. Porque ni en mis sueños eras tan hermosa.

Ella se sonrojó, y él aprovechó para besarla.

Un beso lento, tierno, totalmente distinto a la pasión de la noche anterior.

Un beso de amor.

Se quedaron abrazados un rato, mirando el techo, escuchando el mar.

Hasta que Liora habló primero.

Liora (suave): Adrian… ¿tenías miedo de enamorarte de mí? ¿Por qué me habias dejado ir? yo pensé.. que no me correspondias..

Él no se movió.

Pero su brazo se tensó un poco, como si esas palabras tocaran un lugar sensible.

Rey Adrian: porque fui cobarde nada justifica no arriesgarse por la mujer que amas..

Liora levantó la cabeza, sorprendida.

Liora: Adrian..

Adrian asintió, mirándola con una sinceridad que desarmaba.

Rey Adrian: Liora.. todo este tiempo y lo mal que lo pudimos pasar fue mi culpa.. porque.. Eres todo lo que yo no sabía que necesitaba. Libre. Valiente. Real. Y yo… sellado por responsabilidades, títulos, magia, deberes… me ahogue en mi propio miedo.. incluso una parte de mi.. no sabia porque me querias..

Liora lo acarició, interrumpiéndolo.

Lo miró profundo.

Liora: Te quiero a ti. Al que se rió de mis tonterías. Al que casi se desmaya cuando me encontró dormida encima de él. Al que me buscó… cuando pudo haberme dejado ir.

Adrian tragó saliva.

Rey Adrian (bajito): Si te perdía… no iba a recuperarme.

Ella tomó sus manos.

Liora: Entonces no me pierdas. Hablemos. Confiemos. Construyamos algo que dure.

Sin miedo, Adrian.

Él cerró los ojos, agradecido, respirando hondo.

Rey Adrian (susurrando): Te juro que nunca más te alejaré con mis miedos.

Ella sonrió.

Liora: Bien. Porque soy muy terca y te seguiría buscando igual.

Él se rió, la abrazó y la llenó de besos por el cuello.

Estuvieron horas hablando de como se sentían de sus sueños, miedos y anhelos, entre besos y caricias, recostados en la cama hasta casi el atarder..

Despues de comer una noche de pasión se desato nuevamente en la cabaña, llena de los cariños ahora verbalizados..

Rey: tomar ese caballo fue la mejor decision de mi vida..

Dos días despues de pasión entrega..

Adrian se incorporó un poco, mirándola con una mezcla de nervios y decisión absoluta.

Liora lo notó enseguida.

Liora: ¿Pasa algo?

Él la tomó de la mano. Su mirada tembló un instante… y luego se llenó de una intensidad que la dejó sin aire.

Rey Adrian: Liora Verlaine… anoche te amé con todo lo que soy. Y esta mañana… me desperté sabiendo que no puedo imaginar mi vida sin ti.

Ella abrió los ojos, sorprendida, pero no habló.

Él continuó.

Rey Adrian: Sé que es pronto. Sé que apenas estamos comenzando. Pero escuché mi corazón, por fin. Y mi corazón solo late por ti.

Tomó aire.

Como si estuviera saltando desde lo más alto de la torre del castillo.

Rey Adrian (firme, decidido, apasionado): Liora… quiero que seas mi esposa.

Ella se quedó inmóvil.

El mundo entero pareció detenerse.

Rey Adrian (con un hilo de vulnerabilidad): No te lo pido como Rey. Te lo pido como hombre. Como el hombre que te ama. Como el que quiere construir un mundo contigo. Como el que quiere despertar todos los días junto a ti… como hoy.

Silencio.

Liora tenía los ojos llenos de lágrimas.

Liora (interrumpiendo su propia respiración): Adrian… yo.. Él sostuvo su rostro con ambas manos.

Rey Adrian: No tienes que responder ahora. Solo dime… ¿me darías la oportunidad de hacerte feliz todos los días de mi vida?

Liora no pudo contenerse.

Lo besó.

Un beso lleno de emoción, de futuro, de todo lo que sentía.

Cuando se separaron, apoyó su frente sobre la de él.

Liora (sonriendo, llorando un poco): Sí… sí, Adrian. Sí quiero ser tu esposa.

Él cerró los ojos, exhaló…y la abrazó como si fuera su mundo entero.

Porque lo era.

Y así, en una cabaña frente al mar, sin coronas ni protocolos… dos almas que habían llegado heridas por la vida… se eligieron.

Para siempre.

FIN-.

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Queridas Lectoras:

Primero que todo agradecer, su lecturas, sus comentarios.. muchas gracias..

Sé que no es el final al que estamos acostumbradas.. pero.. se vienen cositas.. y ustedes que, saben que las historias en nuestro mundo mágico se mezclan en un gran universo de nuevas oportunidades, personajes imperfectos y un toque diferente.. solo confíen en el proceso..

Contarles que el tío Mangatoon sugiere subir menos capítulos diarios, porque a veces tenemos mas solicitudes de actualización (a pesar de que subo cuatro capítulos diarios) que comentarios y likes.. asi que les pido su apoyo..

Nos leemos pronto.. en el mundo mágico.. aun no dejaremos el reino de Mercia