Logan

Entramos y Logan se encanta con la parte de dentro de mi mansión más que con la parte de fuera. Al mirar la pared, Logan se pone más rojo que un tomate al encontrarse con una foto mía, un desnudo artístico que hice hace algún tiempo.

Sonrío, creo que hasta yo me sentiría algo incómodo si viera la foto de mi pretendiente en un enorme cuadro en la entrada de mi set de fotos.

Es hasta tierno, pues Logan no esboza ninguna reacción. Claro que estoy adorando este shock suyo, pues en la foto estoy muy sensual al extremo y no lo culpo por no conseguir ni hablar ni andar para seguir adelante con el tour por mi agencia de modelos.

Cuando finalmente consigue hablar tras respirar hondo dos veces, pregunta:

—Henrique, ¿fuiste modelo?

—No, yo no. Solo hice esa foto propositalmente para llamar la atención de las modelos y de los modelos para la agencia y ha dado resultado.

—Me daría vergüenza posar para una foto de esa manera.

Lo miro fulminándolo con la mirada y él me pregunta ¿el motivo de tanto odio en la mirada?

—Logan, jamás dejaría que alguien viera ese tu cuerpo de joven adulto, solo yo puedo ver, ¿me entendiste?

—Sí, no necesitas exaltarte, Henrique. Ni bien me conoces y ya demuestras celos, cálmate por favor.

Este desgraciado de Logan me está provocando, aprovechándose del deseo por él. Infierno, las ganas de llevarlo a un hotel y follar sabroso son grandes, y él se aprovecha de que yo no voy a forzar la barra con él para estarme seduciendo con palabras simples.

—Estoy calmado, Logan. No sirve de nada intentar testear mi sanidad mental y mi paciencia, pues no conseguirás sacarme de mis casillas.

Él sonríe y mira mi foto nuevamente.

—Logan, no necesitarás preocuparte, no harás fotos desnudo, solo en traje de baño.

—Y vas a desfilar para las marcas de ropa que contraten los servicios de mis modelos y mis modelos.

Percibo que Logan comienza a emocionarse con la idea.

Continúo mostrándole a Logan cada parte de mi set de filmaciones y fotografías.

Y con cada ambiente se encanta con la decoración. En esa yo no di opinión, mi madre arrasó, ella siempre tuvo un excelente gusto para arreglar ambientes.

Caminamos hasta el área externa y Logan se admira de todo muy arreglado y lindo.

—Henrique, este es tu negocio, felicitaciones, ¿viste? Es linda la mansión y me alegro de que te esté yendo tan bien con tu empresa.

Este mocoso está resuelto a testear mi paciencia, solo que ella tiene límites, y yo percibo que Logan quiere que yo llegue a mi límite.

—La empresa es nuestra Logan, y vas a modelar para mí, y yo a tu vuelta te voy a querer y te voy a follar sabrosamente.

—Voy a ser sincero, Henrique, yo nunca hice eso con nadie, y estoy medio inseguro y tú estás aventajado, sé que va a doler y mucho, pues además de aventajado es bien grueso.

No aguanto y caigo en la risa, a pesar de su mayor edad, Logan aún posee la inocencia de un muchacho adolescente y eso es lo que más me encanta en él, su esencia es pura.

—Ya que estás siendo sincero conmigo, yo también lo voy a ser contigo.

—Logan, yo no sé follar calmadamente, me gusta aquella follada salvaje, con derecho a tirones de cabello y palmadas bien dadas en el trasero.

—¿No haces el amor?

—No, yo no hago el amor, Logan, yo follo, entonces tendrás que acostumbrarte a eso.

—Pero déjame explicar, el amor es un sentimiento, no da para hacer el amor, no es una receta de una tarta o un pastel, amor uno siente aquí en el corazón.

Coloco mi mano en su pecho para que entienda lo que quiero decir.

—Ahora en la cama, me gusta tener sexo, coger, follar, la palabra que encuentres para mejor definir nuestro acto sexual.

Soy sincero con él, para que esta relación salga bien debo ser sincero y así lo fui.

Sujeto su mano y me siento un idiota enamorado y eso es peligroso para un mafioso.

—Logan, no te preocupes, cuando te vaya a follar, voy a ir con cuidado y despacio para que te sientas llenado por mi pija y cuando estés acostumbrado voy a pedir que te sientes bien sabroso en ella y te menees hasta llegar al clímax.

Siento la mano de Logan sudar, y sé que a pesar de estar atemorizado al imaginar la primera vez, sé que lo que dije, la manera en que hablé, lo dejó con deseo.

—Logan, acompáñame, tengo una habitación aquí, y quiero que veas.

—Entiendo, ¿la habitación donde follabas con los modelos, no?

Una vez más me río, el niñato está celoso.

Trato de calmarlo.

—No, yo no follaba a ninguno de mis modelos aquí, Logan. Cuando tenía algún servicio de la mafia para ejecutar o una ejecución, yo al terminar mi servicio venía aquí a dormir.

—Entiendo, me disculpa entonces por ser impertinente.

—Y eso fuiste mismo, pero no te calientes la cabeza, yo dejo que tengas celos de mí, es señal de que soy deseado por ti, aun cuando guardes ese deseo para ti.

Conduzco a Logan hasta la habitación y allí enciendo las velas.

—No te extrañes, es hábito mío encender las velas para iluminar esta habitación.

—Es acogedor, Henrique, me siento muy bien con la iluminación delicada de las velas.

—Lo sé Henrique, y es aquí que te voy a ofrecer el confort de mis brazos.

Beso los labios de Logan que se rinde a mí, y yo que estoy con un deseo loco por él, tengo la intención de hacerlo mío en la habitación de nuestra mansión de modelos.

Me siento un papa ángel, más no me importa ser. Pues voy a hacer ese ángel mío y voy a mostrarle un mundo diferente.

Donde él va a descubrir la sensación óptima de ser follado, sabrosamente.