Ayer fue uno de los peores días de mi vida. Era el aniversario de mi papá y mi madrastra.
Tuve que hacerlo casi todo porque mi hermanastra, aunque es dulce y simpática, no le gusta trabajar demasiado. Puedes llamarla perezosa, pero es una de esas chicas que sueñan con ser fashionistas.
Después de lavar los platos, fui a mi habitación. Estaba tan cansada que no me molesté en ponerme el pijama. * Me desperté con un dolor de cabeza terrible. Me bañé y me puse una camiseta negra de tirantes y unos vaqueros con una chaqueta negra a juego. Estaba a punto de abrir la puerta de mi habitación cuando oí una voz baja abajo; reconocí una de las voces: la de mi madrastra. Una parte de mí quería escuchar a escondidas y la otra solo quería acurrucarme en la cama un rato. Antes de decidir qué hacer, mi madrastra me llamó.
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21
El punto de vista de Cole
*** Caminé apresuradamente a la oficina de papá\, todavía estaba furioso por lo que pasó hace dos días.
Tengo algunos ritos que realizar con Rhea antes de la ceremonia.
Me alegré de que Brittany ya no estuviera enojada conmigo, pero papá tuvo que interrumpirnos.
Hablar con ella me hizo sentir muy relajado.
Dejé de lado los pensamientos sobre Bretaña cuando llegué al lugar sagrado para los ritos gemelos.
Hicimos muchísimas cosas durante los ritos. Tuvimos que perforarnos la piel para obtener las gotas de sangre necesarias para el ritual.
¿Me olvidé de mencionar que Rhea se veía muy diferente que la última vez?
Su cabello se veía mucho mejor que el desorden que tenía la última vez que la vi. Llevaba un vestido negro con tachuelas brillantes. Su collar de perlas combinaba a la perfección con el vestido. Era evidente que llevaba mucho maquillaje. Se puso unos tacones de aguja plateados y su dulce sonrisa lo hacía todo perfecto.
Nuestra sangre fue requerida para la ceremonia antes de la transformación.
Después de los ritos, me quedé atrás, esperando que papá hablara con quienquiera que estuviera hablando.
Me envió un mensaje de texto diciendo que había algo que tenía que ver.
Todavía estaba muy enojada con él por haberme mantenido alejada de Rhea durante años.
Cuando terminó, se acercó a mí y me dijo:
"Hijo, acabas de completar el primer paso de tu ceremonia".
"Es bastante obvio", dije, poniendo los ojos en blanco.
"Vamos", dijo, pero lo detuve.
"Espero que no sea algo que me enfade, porque no te perdonaré esta vez", dije con tono amenazante.
Se encogió de hombros.
"Ambos sabemos que no puedes hacerme nada aunque te haga enojar", dijo.
Gruñí.
Me dio una palmadita en la espalda.
***
Entramos en la biblioteca del castillo y cerramos la puerta detrás de nosotros.
Sacó una caja y sacó el collar de perlas más bonito que había visto en mis casi doscientos años de vida.
Casi me quedé sin aliento ante la belleza, pero recordé que no estaba allí para maravillarme con cosas bonitas.
"¿Qué tiene que ver un collar de perlas con todo esto?" pregunté.
"Este es el collar de tu madre. Siempre quiso regalárselo a su nuera antes de..." Dijo, sollozando como si estuviera llorando de verdad.
No caería en eso porque ella no murió porque era su momento, él se negó a hacerla inmortal cuando más lo necesitaba, la dejó morir y ahora está actuando como si estuviera devastado por su muerte.
Incluso le organizó una fiesta de cumpleaños a uno de sus mejores amigos unos días después de la muerte de mi madre. No exagero, pero puedo decir que era el vampiro más borracho de la fiesta.
Esa es una de las muchas razones por las que decidí tener mi propio castillo y mis propios seguidores. No soportaba vivir con alguien así. No era más que un animal despiadado.
"No finjas que te importa", resoplé. "Todos sabemos lo que hiciste unos días después de la muerte de mamá", dije, refiriéndome a la fiesta.
"Te dije que dejaras de hablar de eso", gruñó. "Solo lo hice para alejar los recuerdos de ella. No puedo seguir triste el resto de mi vida, ¿verdad?"
"¿Llamas a solo unos días el resto de tu vida? No tienes sentido. No tienes sentido. ¿Actuaste como si la amaras y quisieras acallar todos tus recuerdos de ella en unos días? ¡Eres increíble!", grité furioso.
Yo no quería esto, Rhea tampoco. Simplemente pasó.
"Veo que no estás listo para hablar del motivo principal por el que estamos aquí", dijo, obviamente intentando contener su ira.
"Puedes enseñarme en otro momento, no estoy de humor para todo esto", dije, y salí de la biblioteca.
Regresé a la habitación. No quería enojarme. No quería que papá me hiciera enojar otra vez. Le gusta cuando me enojo porque es entonces cuando hago cosas peligrosas, como beber de Brittany, algo que nunca tuve intención de hacer hasta mi ceremonia de graduación.
Hablando de Brittany, estaba tumbada con gracia en el pequeño espacio que tenía solo para ella, salvo el baño, que ni siquiera podía usar con eficiencia porque teníamos que tener mucho cuidado. Un pequeño gesto podía despertar sospechas.
Me acosté en la cama king, absorto en mis propios pensamientos. No podía dormir por tres razones.
Primero, mi mascota dormía en el suelo con una mantita encima. Dormir en el suelo duro no es nada cómodo.
En segundo lugar, intentaba atar cabos para intentar averiguar el motivo por el que papá me había llamado a la biblioteca. No quería volver a verle, pero tenía curiosidad.
En tercer lugar, mi ceremonia de mayoría de edad. No quería beber de Brittany. Sabía que no sería yo mismo durante la transformación y que podría dejarla seca.
Me revolví de un extremo a otro de la cama. No quería que mi cuerpo mortal se transformara. Eso definitivamente provocaría un cambio de comportamiento; no es que hubiera algún tipo de prevención.
Los pensamientos que me rondaban la cabeza no me dejaban dormir, así que me quedé mirando a Brittany. Se veía tan tranquila.
Esto seguramente me mantendrá ocupado hasta el amanecer.
