Rodrigo Y Regina (El Amor ¿Triunfará?)

Tal como lo prometió Rodrigo al salir de la casa de Luciano llevó a Regina a un avión en cuanto salieron de la casa de Luciano, esperaba que en los días de “luna de miel” su relación pudiese avanzar según sus planes, por su parte Regina también empacó unos bikinis por si la llevaba a la playa, jamás se le ocurrió que una “luna de miel” para su esposo fuera en el ártico, por supuesto Rodrigo pensó en este sitio, ahí su mujer no le enseñaría el cuerpo a nadie más que a él; además no necesitarían salir del chalet que encontró a las rápidas así que cumpliría con dos funciones el sitio, no le pasó por la cabeza que ella no llevaría ropa adecuada, bueno para ser honestos él tampoco porque olvidó que era pleno invierno y el ártico alcanza sus temperaturas más bajas.

Y así llegaron a la parte más helada del planeta, con poca recepción, ropa insuficiente y además un alojamiento alejado de todo. Al menos lograron comprar una chamarra y pantalón para cada uno, era una zona minera; por lo que había algunos mineros rudos por ahí que levantaron las cejas al ver a la preciosa vacacionista, por supuesto miraron al esposo, pero no le dieron importancia, podrían deshacerse de él ¿no? Ajeno a los pensamientos de los lugareños la pareja alquiló un jeep que metieron al pequeño cobertizo de su pequeño refugio y colocaron los comestibles en su lugar, no había nevera, para que, con el frio que hacía no era necesario en realidad, a pesar de todo Rodrigo se sintió feliz, al igual que Regina, ambos sonrieron nerviosos el uno al otro.

Por su parte la recién casada había tenido un novio por el que no sintió nada más que agradecimiento, si lo aceptó fue porque la ayudó a salir de un apuro menor y deseaba olvidar a Rodrigo, en este momento ella sabía que jamás lo olvidaría y por ello se dio la oportunidad de conquistar al mejor amigo de su hermano, porque sabía que ellos dos no se separarían ahora, ella no lo permitiría, estuvo en un internado de mujeres, así que no sabía cómo tratar a los chicos de su edad, menos a uno con experiencia como Rodrigo, en su mente, su actual esposo debería ser un casanova, así lo recordaba de sus días de colegio alegre y lleno de confianza con niñas de su año, superiores e inferiores tras él; que mujer no estaría a sus pies, ella debería parecerle insulsa, sin nada que ofrecerle como mujer, aun así se armaría de valor, ella le conquistaría, se dijo a sí misma en la recámara frente al espejo. Por lo pronto se colocó una de sus blusas normales y un jean al menos la casa tenía calefacción.

Por otro lado, en la cocina Rodrigo decidía que cocinar, le causó gracia que Renata siendo dueña de una cadena de comida rápida le confesara que ni fideos instantáneos había cocinado nunca, excepto por el tiempo que viajaron en el yate, jamás hizo nada de trabajo de casa, le pareció irónico e incluso se permitió sonreír, ella era encantadora a sus ojos, la princesa más amada de su corazón, qué importaba si no sabía hacer nada, para él con que existiera era más que suficiente.

Él se había quitado la chamarra y las botas, el nerviosismo le dominaba porque sabía que debería estar con ella una semana, de sus tres novias, al contrario de lo que pensaran con ninguna se atrevió a tener relaciones, no es que él no lo deseara, con la primera era muy joven por lo que ni se le ocurrió, con la segunda lo intentó en el cuarto de la chica un día cualquiera, el padre de ella los descubrió y lo echó a patadas, lógicamente la relación termino mal, con la tercera, ella era la que hacía los avances y él estaba más que dispuesto… las circunstancias por desgracia (o no tanta) no, en el primer intento estaban en un bote de remos que debido a los movimientos se volcó en el lago artificial donde estaban (las películas mienten), el segundo intento fue durante una fiesta de un compañero estaban en un cuarto ya muy avanzada la cosa, cuando al poodle de su amigo se le ocurre orinarse encima (digamos que apagó la llama), la tercera fue en un bosque habían ido de campamento, fueron detenidos en plena acción cuando un oso los atacó, al parecer su novia, Melanie usó un perfume que le pareció ofensivo al oso, la cuarta fue en el mirador, ella se sentó a horcajadas sobre él, le quito la blusa, la beso por todo el torso y entonces un policía les puso una multa por hacer actos indecentes en la vía pública, después ya no hubo otro intento que él recordara.

¿Por qué se separó de Melanie? Ah sí, le había encontrado con otro chico, ella dijo que él estaba abusando de ella, pero… ¿cómo podía creerle si ella es la que estaba encima y escuchó sus gritos de placer? además el otro chico no estaba tocándola en ese momento, sino fumando algo para colmo la escuchó confesarle a esta pareja que claramente que ella sólo estaba con él por su fortuna. Que deseaba quedarse embarazada para poder amarrarlo y quitarle el dinero por el niño que tendría, esto lo destrozó por dentro y fuera porque el verdaderamente puso mucho esfuerzo en esta relación; la confrontó y fue cuando ella le echó la culpa al otro chico que salió más rápido que una rata, pensando que le iba a pegar o algo. Por eso, cuando le llamó Luciano ese día por ayuda para su hermana él deseaba probarse que podía ser valioso por sí mismo, no por su dinero o las influencias de su padre, sin pensarlo mucho junto a Neto salvó a Regina esa noche y nunca intentó enamorarse más.

A partir de esas experiencias se alejó de las mujeres, las únicas constantes en su vida eran Esther, que estaba fuera de sus límites, y ella, su hermosa Regina, quizá por eso jamás dejó de pensar en ella, su desastrosa vida amorosa había demostrado que no tenía buen gusto a excepción de ella, tuvo coqueteos y hasta manoseos, cada vez que intentaba avanzar le recordaban las palabras hirientes de Melanie, sabía que la única que nunca andaría con él por dinero era, precisamente quien tenía más que él. Él no la veía por su dinero, sin embargo, entendía porque Luciano y su padre internaron a Regina y la protegían tanto, jamás tolerarían que un idiota le rompiera el corazón por andar tras su dinero y aún así se vio arrastrada a esta situación, en el avión le contó que en realidad no sentía nada por Andrés siempre se sintió extraña, ahora comprendía que Luna y él trabajaron juntos para lograr que interactuaran y forzar esta relación, al contrario se sentía aliviada, el resto del tiempo se durmió, no sin antes disculparse por forzarlo a casarse, él le pidió disculpas también por no ser tan fuerte como para protegerla de mejor manera.

Observando los alimentos disponibles decidió cocinar unas salchichas, huevo y tocino necesitaban las calorías porque ese lugar estaba demasiado apartado, en la noche pondría algunas de las trampas para oso que compró y sacaría las cuerdas, el tanque de gas y los otros aditamentos, había engrasado y dejado lista la escopeta y su arma, se dirigió a guardarlas a la entrada en una cómoda cerca del sillón, al ser del ejército unos hábitos jamás se le olvidaban, a veces se volvía un poco loco, después de vivir con tanta adrenalina parecía casi imposible detenerse y vivir como el resto, pero por su esposa estaba más que dispuesto a intentarlo, Mateo que conocía bien lo que hizo en este tiempo le ofreció un trabajo de instructor, para sus chicos, quizá lo aceptara, no estaba seguro del rumbo que su vida debería tomar.