Nadie nunca ha visto el verdadero rostro de la emperatriz. Nadie sabe la razon por la que la emperatriz no se ha dejado ver por su pueblo. Algunos dicen que tiene un rostro poco agraciado. Otros dicen que desconfía de todos a su alrededor. Las malas lenguas hablan sobre la guerra. Una mujer de tan solo 18 años que lidero la guerra mas larga de la historia de los 5 reinos. Solo 20 minutos le tomo acabar una guerra que habia durado mas de 40 años. La salvadora de la nacion. La emperatriz Suprema. Ishtar D'Labot.
Nadie conoce su verdadero rostro. Nadie recuerda su verdadero ser.
Excepto el. El recien nombrado Duque de Geronia ha vuelto al imperio. Con el unico deseo de recuperar el amor que ha perdido.
Pero se llevara una grande sorpresa. Porque la mujer de sus recuerdos ya no existe. Y en su lugar una mujer con multiples rostros lo recibe.
Dentro de ella residen muchas personalidades. ¿Podra el enamorar a todas ellas?
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Capitulo 7:Recuerdos que arden
Las habladurías en el imperio iban de un extremo a otro. Desde el vestido vulgar que uso la baronesa Feder en el baile de primavera. Al deceso misterioso del hombre que habia proclamado delante de todos su deseo de cortejar a la emperatriz. Haciendo que la emperatriz exclamara delante de todos sin dudarlo: Ella nunca tomara un esposo.
Las personas del Imperio la respetaban. En la misma magnitud en que le temian. Si ella sola había logrado conquistar cuatro reinos. Todos sabian que no existia un ser en este imperio que fuera rival para ella.
Los chismes tanto dentro como fuera del Imperio hablaban sobre sus habilidades.
La emperatriz habia congelado a un ejercito completo.
La emperatriz lograba mover objetos con un solo movimiento de su mano.
La emperatriz lograba moverse de un lado a otro con la velocidad de un chita.
La emperatriz habia asesinado a el emperador del reino vecino sin siquiera tocarlo.
La emperatriz era una bruja. Un demonio. Un ser de otro mundo.
Cada oracion parecia fantasesosa y imposible de creer. Pero muchos lo creian.
Pero aquella noticia de aquel hombre habia traido otro nuevo chisme a la cuidad.
Las malas lenguas contaban que la emperatriz con tan solo 15 años habia asesinado a sangre fria al príncipe del reino vecino. Solo por que le habia pedido su mano en matrimonio. Decian que la emperatriz habia jurado asesinar a todo aquel que tuviera la osadía de pedir su mano en matrimonio. Algunos decian que la emperatriz odiaba a los hombres. Otros susurraban bajito que talvez solo no queria compartir su poder.
El recien nombrado Duque de Geronia yacia de pie en su nueva oficina. Observando por la ventana el caos en el que aquel ducado se habia convertido. Su padre habia lograrlo perderlo todo. Intentado un negocio tras otro encontradolos fallidos. Habia convertido el ducado en solo un título sin valor.
Deberia de estar pensando en alguna solución para mantener en pie este territorio. Pero solo podía pensar en ella. Su pie se movia con impaciencia contra el suelo.
Su padre habia muerto. Deberia estar devastado. Deberia sentirte desolado. Pero se sentia libre.
Y estaba muriendo por dentro de ganas de cometer una imprudencia y correr a buscarla.
¿Pero que le diria?
¿Siquiera tendria el valor de ir hacia ella? De presentarte ante la mujer a la que habia dejado atras hace mucho.
¿Ella lo recordaria? ¿Ella seguiria pensando en el de la misma manera en la que ella vivia en sus pensamientos?
Todavia podia recordar la primera vez que la vio. Su padre lo habia llevado al palacio. Se reuniria con el emperador. Paseaba por los pasillos esperando a su padre, cuando la vio. Sus ojos se clavaron en la pequeña niña con pomposo vestido que recitaba la historia del imperio como si fuera la suya propia. Respondia a cada pregunta sin siquiera trabarse. Su mirada expresaba seguridad. Tan solo tenía 7 años. Ni siquiera el sabia la respuestas a muchas de esas preguntas. Y el ya estaba en su adolescencia. Pero la princesa se habia parado ahi y había respondido cada pregunta con una inteligencia deslumbrante. Sus ojos se habian encontrado por un segundo y entonces ella le habia sonreído. Fue solo por segundo. Sus ojos se achicaron dando paso a una dulce sonrisa. Se quedo ahi de pie sin saber cómo reacciónar. Y entonces detras de ella aparecio una mujer. Unos ojos grandes y terroríficos lo miraron por un segundo antes de cerrar la puerta con fuerza.
Solo dias despues su padre le habia informado sobre el deseo del emperador de volverlo caballero personal de su alteza. Solo con el deseo de vigilarla sin que ella se diera cuenta. Pero la princesa era una niña bastante astuta.
—Por que me sigue a todos lados?
Yoon-ha la miro nervioso y bajo la cabeza.
—Porque... Quiero ser su amigo Alteza.
La pequeña niña a solos metros de el se dio la vuelta en silencio y entonces susurro.
—Miente.
Yoon-ha la miro sorprendido. La pequeña niña volteo el rostro lentamente y lo miro con una dulce sonrisa.
—Pero puede seguir haciendo su trabajo Joven Duque Yoon-ha. Me gusta la compañía.
La princesa era una niña dulce cuando paseaban en soledad por los jardines. Pero parecia demasiado seria en sociedad. Talvez era solo la crianza que le habian dado. La princesa no podia actuar como cualquier niña noble. Porque ella no era solo una noble. Era la princesa heredera.
El duque sonreia al recordarla. Cada recuerdo de ella lo quemaba por dentro. Deseaba correr a ella. Deseaba no tener miedo.
Ahora que tenia la oportunidad... ¿Dejaria escapar el amor tan fácilmente?
Se habia hecho la misma pregunta en lo que quedaba de dia. Y al fin habia conseguido la respuesta.
Ella era la unica razon por la que seguia con vida. Y la unica razon por la que habia vuelto el imperio.
El deseaba su amor.
Necesitaba su atención.
Queria estar a su lado
Por eso esa mañana cuando desperto ya no tuvo dudas. Monto su caballo y partio. Listo para decir todo aquello que nunca pudo expresar.
Listo para pelear por su amor.