El Doctor Nerd, pero Genio

Todos en la habitación hicieron una mueca de asco al presenciar el aspecto de las entrañas de Rory. Su contenido, por supuesto, estaba dominado por sangre de un rojo intenso y oscuro.

Aunque todos parecían asqueados, Rendra no. Él, por el contrario, hurgaba en las entrañas de Rory tratando de encontrar la bala. Rendra también intentaba examinar los órganos internos o los vasos sanguíneos desgarrados.

Afortunadamente, Rendra pudo encontrar la bala rápidamente. Sin embargo, la situación se tensó cuando la sangre salpicó por todas partes. La sangre en el abdomen de Rory parecía acumularse como si fuera la marea alta.

—¡¿Qué pasa?! ¡¿Por qué hay más sangre?! ¡Rendra! —dijo Susan, presa del pánico.

—¡Rendra! ¡¿Qué está pasando?! Rory está bien, ¿verdad? —Endah también entró en pánico.

A diferencia de ellos, Rendra parecía tranquilo. Sabía lo que estaba sucediendo. Rendra estaba seguro de que había un daño en algún vaso sanguíneo. Por eso no era de extrañar que la sangre se acumulara en tal cantidad. Lo que Rendra necesitaba hacer era encontrar el daño y repararlo.

—¡Rápido, retiren esta sangre con gasas! —ordenó Rendra. Aji y Endah ejecutaron su orden de inmediato.

Una vez que la sangre dejó de acumularse, Rendra finalmente pudo encontrar el punto del vaso sanguíneo dañado. Sin pensarlo dos veces, lo reparó rápidamente con hilo y agujas especiales.

Las manos de Rendra se movían con tanta destreza que todo pudo completarse rápidamente. Después de esterilizar el abdomen de Rory, Rendra lo cerró de inmediato con suturas.

El estado de Rory parecía mejor. Pero su rostro seguía muy pálido.

Para estabilizar la condición de Rory, Rendra le colocó primero una vía intravenosa. Luego, se apresuró a extraer la bala de la pierna de Rory. Pudo hacerlo con más facilidad que antes. Rendra también se aseguró de que los huesos de Rory estuvieran bien.

Ahora, el proceso de extracción de balas del cuerpo de Rory había terminado. Rendra se desplomó en su asiento, recostándose. No podía creer que hubiera sido capaz de realizar esta cirugía sin problemas. El estado de Rory incluso comenzó a mejorar gradualmente.

—Eres increíble, Ren. ¡Realmente eres un doctor! Si es así, confiaremos aún más en ti —dijo Endah, sentándose al lado de Rendra.

—Todavía no puedo creer que haya hecho todo esto —expresó Rendra. Todo se sentía como un sueño.

—No seas tan modesto. ¡Has demostrado ser genial, Ren! —lo elogió Susan.

—Muchas gracias por salvar a Rory. Seguro que ahora te valora muchísimo —dijo Aji.

Rendra asintió. —¿De dónde sacaste todo este equipo médico, en realidad? —preguntó.

Aji sonrió con aire travieso. —Más bien, lo robamos. Bisma y yo lo robamos de una clínica. Al principio queríamos vender todas esas cosas, porque seguro que valían mucho dinero —explicó.

—¡No lo vendas! Dáselo a Rendra. Estoy segura de que sus servicios siempre serán necesarios aquí —intervino Susan.

—No es necesario, Susan. Si quieres venderlo, adelante, Aji —respondió Rendra.

—¿Por qué dices eso? ¿Sabes? Acabo de tener una idea. ¿Qué tal si abrimos tu consultorio aquí? Pero en secreto y solo para matones o gente así —propuso Susan con entusiasmo. Como proxeneta que era, siempre pensaba en el dinero y en su propio beneficio.

—¡Creo que no! —Rendra siguió negándose.

—¡Ganaremos mucho dinero, Ren! ¡Piénsalo! —replicó Susan.

Rendra entonces se quedó en silencio. Se sintió un poco tentado porque realmente necesitaba dinero.

De repente, el móvil de Susan sonó. Automáticamente, se apartó un momento para contestar.

Al mismo tiempo, la atención de Endah se centró en Audy, que seguía de pie en el umbral de la puerta. La miraba con sospecha.

—¡Eh! ¡Audy! ¿Por qué llevas tanto tiempo ahí parada? ¿Hay algo que quieras decir? —comentó Endah.

—Em… Este… Nada. Solo tenía curiosidad. Bueno, me voy. —Solo entonces Audy se marchó de allí.

—¡Qué raro! —masculló Endah.

Rendra no sospechó en lo más mínimo de Audy. En cambio, pensó en el estado de Jeni.

—¿Cómo está Jeni? Está bien, ¿verdad? —preguntó Rendra.

—Su condición física ha mejorado gracias a ti. Pero siempre parece estar deprimida —respondió Endah.

Rendra asintió. Se levantó de inmediato para ver a Jeni. Efectivamente, la mujer parecía abatida mientras miraba por la ventana.

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*Chicos, es posible que pueda subir 3 capítulos al día. Porque hay otra novela que también debo actualizar. Necesito alcanzar un cierto recuento de palabras antes de abril para poder participar en un concurso 😁