Mi Pecado

Terminaron de almorzar y Joseph llevo a Daniela al baño, la sentó en la silla de ruedas y lavó sus manos. La cargo y puso en la cama.

Joseph: "Iré a abrir el Minimarket, ya vi que te aburres aquí y quieres estar en el Minimarket verdad".

Daniela: "Si".

Joseph: "Déjame abro y muevo algo te gustará, por lo pronto te quedás en la cama un ratito, puedo darte un beso en la frente".

Daniela: "Porque ahora pides permiso".

Joseph: "Porque... ya sabes lo que siento por ti".

Daniela: "Si me lo puedes dar".

Joseph le dio el beso en la frente, un beso tierno que implicaba mucha ternura, salió al Minimarket y abrió las puertas, pero se puso a mover un poco el mostrador y la caja registradora dejando atrás un gran espacio sin quitar mucho espacio al ingreso.

Ya que en la sala sobraban muebles con lo de la cama y el sofá cama que trajo él, trajo un sofá de tres cuerpos que acomodo tras el mostrador y que al ser de cuero negro no se veía mal con la moderna decoración del Minimarket, Después trajo una almohada, que la puso en el brazo del sofá y trajo en la silla de ruedas a Daniela, la cargo para que se siente apoyada en la almohada con las piernas estiradas y la tapo con una manta.

Joseph: "¿Estás cómoda?".

Daniela: "Si y no estoy sola, casi no se me ve, si me cansara solo encojo las rodillas y puedo echarme así de costado con la pierna izquierda sobre la otra".

Joseph: "Eres una niña traviesa, ¿no te duele la operación del estómago?".

Daniela: "No, la verdad hoy ya no me duele mucho".

Pasaron el resto de la tarde atendiendo clientes y riendo de historias que ambos se contaban, Joseph tenía muchas historias para contar, cada trabajo en una de las casas de la residencial era una nueva aventura que tuvo, y ahora una nueva historia de la que ambos disfrutaban.

De pronto llego doña Matilde a comprarse algunas cosas para hacerse la cena.

Matilde: "Danielita veo que si estás delicada, en el barrio se a dicho toda clase de estupideces, pero no les hagas caso solo cuídate y mejora pronto, ah ayer que estuvieron en el hospital vinieron las autoridades del condado y dijeron que derribaran esta pared del fondo para unir ambas avenidas, yo creo que con tanto tráfico por aquí será difícil vivir y derrepente nos suben los impuestos".

Daniela: "No podemos oponernos a lo que ellos digan ese muro lo construyeron ellos mismos y nos beneficiaba para que no entren delincuentes, pero esa zona ya se limpió de todo eso y al otro lado si hay una avenida muy comercial, señora Matilde en dos meses necesitare alguien que me ayude aquí en el negocio y algunas cosas en casa, ¿le gustaría trabajar aquí?, el sueldo es cinco mil dólares y pago el seguro médico, todo es legal".

Joseph: "Es solo de ocho a siete que yo regreso, lo principal es cuidarla y darle sus medicinas a la hora, cuidar que nadie le haga daño, pero es hasta dentro de dos meses, aún estaré yo por aquí".

Matilde: "Si acepto, gracias en estos días el trabajo a estado bajo y casi no tengo para comprar para cocinarme".

Daniela: "Eso no es problema, donde comen dos comen tres, me dijo Joseph que usted cocina muy bien, le propongo esto, usted come aquí estos dos meses y cocina con los ingredientes de aquí para los tres, siempre usamos los que quedaron y no se vendieron el día anterior, le pago dos mil le parece, solo cocinamos en el almuerzo y hacemos sobrar para la cena por falta de tiempo para cocinar".

Matilde: "Si a ustedes los mando un ángel del cielo, pero dos mil no porque no cumpliré un horario de trabajo es venir a cocinar mi propia comida, mil para mis gastos personales si les acepto".

Daniela: "A los dos quiero que me ayuden a cuadrar esta idea que tengo, me voy a deshacer del automovil de la cochera, la camioneta la seguire guardando en tu casa Joseph, y ampliare mas el negoció, volviendo el garaje el almacen y todo el almacen seria una estacion de postres,con el tiempo agregar comida preparada, ademas quiero traer toallas, sabanas algo de ropa básica, ahora que fui al hospital me di cuenta que eso nos falta".

Matilde: "Danielita, si haces esa ampliación, yo hago los postres y así desquito mi sueldo, me vas a pagar mas de lo que pagan usualmente".

Joseph: "De las finanzas no te preocupes yo me encargo".

Daniela: "Para la zona de ropa que quiero implementar hay una importadora que da a buen precio y por mayor da a menos aun, tengo un capital que me habia dejado mi papá y creo que eso alcanza para todas las modificaciones y la mercadería".

Joseph: "Si van a hacer ampliaciones que sea ahora que estoy aquí y puedo vigilar a los hombres que trabajarán, pero que pongan una placa provisional aquí para que no entre polvo al Minimarket, ni ellos a esta zona, con que yo eche candado a la puerta que comunica con la casa sería suficiente".

Daniela: "Entonces ahora llamamos a don José que era de confianza de mi papá y es albañil, que le ponga la placa mañana mismo para que no se entre el polvo y hay que sacar ese automóvil de ahí, deberíamos llevarlo a la confeccionaria no es viejo, ese le compre hace unos meses, lo podriamos cambiar, pero seria guardarlo en tu cochera Joseph".

Joseph: "Ya es hora de cerrar seguimos hablando mientras cenamos, señora Matilde no se vaya que hice estofado como me enseño, pero sin condimentos por sus operaciones de Daniela.

Joseph cerro el Minimarket y la señora Matilde ya no llevaría lo que pensaba comprar que solo era una sopa instantánea y pan.

Joseph cargaba como muñeca a Daniela y ella se encogía en sus brazos, él la puso en la silla de ruedas y fueron a la cocina donde Doña Matilde se ofreció a servir la cena y Joseph traía pan, cenaron los tres y comieron la gelatina, la señora Matilde muy agradecida lavo todo lo que usaron y se retiró a su casa, Daniela se sentía más tranquila, el no caer en la rutina la ayudaba a no pensar en su hija.