De la novela "Los hijos que me dio la vida", de la cual surgieron tantas historias con cada uno de sus personajes más relevantes, llega ahora la historia de Emma e Isabella: dos hermosas niñas que fueron la cereza del pastel y la cura para un par de almas rotas. Dos personas que fueron víctimas de la vida y de las circunstancias, pero que, juntos, sanaron y dieron vida a sus dos princesas.
Ahora, esas pequeñas han crecido. Las gemelas maravilla tienen 27 años y han vivido una vida cargada de locuras, ingenio, travesuras y momentos llenos de risa. Comparadas con sus hermanos —en especial con Duván, el más revoltoso—, ellas siempre llevaron todo al extremo. Nunca hubo tranquilidad en ese hogar, pero heredaron el corazón noble de sus padres. Aunque son mujeres alocadas, poseen muchas virtudes y una lealtad inquebrantable.
A sus vidas llegarán dos personas que les robarán la razón y harán palpitar sus alocados corazones. Acompáñenme en esta nueva aventura.
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CAPITULO UNO
Si mamá, es dentro de poco tiempo, ya vamos a comenzar a trabajar y sé que no vamos a poder salir como acostumbramos, por eso planeamos este viaje _ explicó Isabella.
- Si, ya informé en el gimnasio que tú empezarás dentro de unas semanas, ya están creando un nuevo plan para poder ofrecerles a nuestros clientes, sé que allí te irá muy bien _ le dijo su padre a Isabella.
- Gracias papi, no te vas a arrepentir de contratarme _ ambos rieron.
- Eso espero_ bromeó Fernando.
- si, y mi consultorio estará listo también, así que estaré ocupada _ agregó Emma y todos asintieron.
- Bueno, entonces que tengan un buen viaje, y por favor, no dejen de comunicarse con nosotros, y no hagan locuras_ advirtió Alejandra.
- Si mamá, digamos que este será nuestro viaje de despedida, algo así como el cierre de una etapa_ explicó Isabella.
- Está bien, entonces disfruten y como dijo su madre, cuidense mucho _ Fernando las señaló con el dedo.
Después de hablar un buen rato, las chicas se sentaron a ayudarle a su mamá a terminar los recordatorios. Su abuela Dina hizo la cena y se sentaron a disfrutar juntos los alimentos, después se fueron a descansar.
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El fin de semana llegó, todos se reunieron en la iglesia donde se llevaría a cabo la ceremonia del bautizo, Fernando tenía en brazos a Juan David, mientras Dominic luchaba con el traje de Fernando Jr, ya que el no se quedaba quieto.
Alejandra estaba limpiando las mejillas de Alana, quien había acabado de tomar su biberón, los demás ya estaban listos con sus trajes, Emma e Isabella, llegaron temprano, ayudaron a su madre a organizar un poco las decoraciones de la iglesia, cuando terminaron, Emma se encargó de tomar las fotos de la ceremonia.
Cuando el bautizo terminó, se tomaron las fotos con el sacerdote, luego hicieron otra sesión afuera de la iglesia, y finalmente se marcharon a un restaurante en el que hicieron reserva para ir a almorzar y celebrar el sacramento. Los bebés se quedaron profundamente dormidos, los pusieron en sus cochecitos y así pudieron disfrutar de los alimentos.
- Entonces, ¿cuándo viajan?- Dominic sacó el tema, Isabella miró a su madre y ella solo elevó sus hombros.
-¿ya te fueron con el chisme?- dijo en tono burlón.
- Mamá no es ninguna chismosa jovencita _ le recriminó por su comentario.
- Yo lo sé, es solo comunicativa_ Isabella se reía, pero finalmente respondió_ y vamos a viajar mañana, ya tenemos los pasajes comprados y las reservas hechas, todo está listo _ comentó.
- Que rico, disfruten mucho chicas, aprovechen que están solteras y no tienen hijos, a duras penas, David y yo tenemos una que otra oportunidad de salir, aunque Liam ya está grande, no nos gusta dejarlos solos_ comentó Leah.
- ya se les hemos dicho que pidan traslado a este estado, así pueden traernos los niños, a nosotros nos encanta tenerlos en casa_ le recalcó Alejandra.
- Lo sabemos mamá, pero me queda menos de un año antes de mi pensión, así que vamos a hacer el esfuerzo y aguantaremos ese tiempo que queda_ David intervino.
- Está bien, está bien, pero ya saben que nuestros nietos son bienvenidos a nuestra casa_
- Los sabemos suegra, y yo feliz de poder traerlos, a ellos les encanta estar con ustedes, al igual que visitar a mi madre, ella también los conciente mucho_ dijo Leah.
- Es que son muy juiciosos, aunque Liam cada vez intensifica sus bromas_ agregó Fernando e hizo reír a todos.
- Abuelo, no digas eso que yo soy un alma de Dios_ se defendió el niño.
- ¿ustedes están seguros de que es hijo de David y no de Duvan? Es que es increíble su parecido _ comentó de nuevo Fernando, las risas no paraban.
El almuerzo fluyó muy bien, todos hablaron de varios temas y pasaron un momento agradable, al terminar cada quien se fue para su casa.
Al llegar, Alejandra se fue directo a la habitación en compañía de Fernando no sin antes despedirse de todos, estaban exhaustos, Isabella y Emma fueron a la cocina a tomar agua, su abuela las acompañó para tomarse sus medicamentos antes de irse a la cama.
- Bueno mis niñas, descansen, no se vayan a ir sin despedirse de nosotros _ les dijo su abuela Dina.
- No te preocupes, no nos iremos sin pedirte la bendición _ le aseguró Isabella.
- Jamás nos iremos sin despedirnos_ agregó Emma, ella les sonrió, les dió un beso y se fué a su habitación.
Las chicas también se fueron a descansar, pero antes de eso, dejaron sus maletas organizadas... Al día siguiente se levantaron a las 3 de la madrugada, se fueron a bañar y a organizar y llegó la hora de salir hacia el aeropuerto.
Fueron a la habitación de sus padres, Fernando ya se estaba poniendo su ropa, las chicas entraron con cuidado, Fernando al verlas les sonrió, luego se puso de pie, buscó sus zapatos y se los puso, en ese momento Alejandra se despertó y las vio paradas frente a su cama.
-¿Ya están listas?_ les preguntó y ellas asintieron.
Entonces Alejandra se puso de pie y corrió al vestier, se puso algo rápido para acompañarlas junto a su esposo al aeropuerto. Luego las chicas fueron al cuarto de su abuela, ellas se despidieron y salieron juntos a sus papás.
Al llegar, las dejó en la bahía, mientras Fernando seguía conduciendo en la gran línea de autos, se tuvieron que despedir en ese momento de su papá, mientras que Alejandra acompañó a sus hijas hasta la taquilla, después de verificar que todo estuviera en orden, se despidió de ellas, Alejandra se fue y las chicas pasaron a la sala de espera.
Isabella y Emma, estuvieron alrededor de hora y media, cuando anunciaron su vuelo, ellas se dirigieron a la zona de embarque, y ya subidas en el avión enviaron una selfie al grupo familiar indicando que ya su vuelo estaba listo para despegar.
Cuarenta minutos después, el avión se aventuró en la pista y despegó sin ningún contratiempo... En menos de 4 horas ya estaban aterrizando sin ninguna novedad en el aeropuerto internacional el Dorado en Bogotá, Isabella y Emma descendieron. Al recibir sus equipajes, salieron a la bahía donde estaba el auto que la agencia de viajes les había proporcionado para su movilidad.
- Buenas noches señoritas, soy Arnulfo Hernández, seré el encargado de transportarlas hasta el hotel, y mañana pasaré por ustedes para llevarlas a su primer destino turístico_
- Muchas gracias señor Arnulfo _ respondió Emma en nombre de ellas dos. El les ayudó a subir los equipajes, luego que todos se subieron, puso el auto en marcha y se dirigieron al hotel.