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DESNUDA EN TU PIEL

DESNUDA EN TU PIEL

Status: En proceso
Genre:Romance / Posesivo / Mafia / Novia sustituta / Diferencia de edad / La mimada del jefe
Popularitas:202.6k
Nilai: 4.8
nombre de autor: Beatriz. MY

A los 18 años, Aurora Conti, una joven rebelde, es forzada por su familia a casarse con el enigmático magnate Salvatore Romano, para saldar una deuda millonaria. Tras el rechazo de su hermanastra
Valeria, Aurora es ofrecida como sustituta, manipulada con la vida de su madre enferma. Golpeada por su padre y humillada por Valeria, jura sobrevivir al "Rey de Hielo", un hombre frío y temido cuya reputación oculta su verdadera naturaleza: un mafioso. Atrapada en un matrimonio marcado por la pasión y la obsesión, Aurora desafía a Salvatore mientras descubre los secretos oscuros detrás de su fachada de CEO, luchando por su independencia en un mundo de intriga y peligro.

¿Podrá Aurora mantener su espíritu rebeldefrente al control obsesivo de Salvatore?

¿Es el amor de Salvatore por Aurora una salvación o una trampa mortal?

NovelToon tiene autorización de Beatriz. MY para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

CAPÍTULO 14

La mañana siguiente amaneció con un sol tímido que se colaba por las amplias ventanas del comedor principal en la casa de los Romanos. Aurora estaba sentada a la mesa, con un plato de croissants recién horneados, una tasa de café humeante y un poco de mermelada de fresa frente a ella estaba Salvatore, ojeando un periódico que tenía a la mano. Él estaba impecable como siempre con una camisa blanca arremangada hasta los codos, y su cabello oscuro perfectamente peinado.

Aurora untó un poco de mermelada en un croissant, para luego darle un mordisco pequeño mientras lo observaba de reojo. No habían hablado mucho desde que se levantaron, pero el silencio no era incómodo solo... cargado. Pero Salvatore en cada oportunidad que tenía alzaba la vista del periódico y sus ojos se encontraban con los de ella, provocándole un cosquilleo. Estaba a punto de preguntar algo, cualquier cosa para romper el silencio ; cuando el teléfono vibró sobre la mesa rompiendo la calma.

Él frunció el ceño al ver la pantalla, luego dejó el periódico a un lado y se puso de pie con un movimiento fluido, pero decidido —Dame un momento— dijo, en voz baja, mirándola directamente mientras se alejaba hacia el pasillo con el teléfono en la mano.

Aurora lo siguió con la mirada, mordiendo otro pedazo de crossant mientras escuchaba el eco de sus pasos alejándose. El comedor quedó en silencio, salvó por el leve tintineo de su cuchara al revólver la leche. No pudo evitar preguntarse quién lo había llamado. ¿Negocios? ¿Familia? ¿Algo más? La curiosidad le picaba. Pasaron unos minutos, quizás cinco, antes de que Salvatore regresara. Su expresión ahora era seria, con esa máscara de control que siempre parecía llevar cuando algo importante estaba en juego. Se detuvo junto a la mesa, ajustándose los puños de la camisa mientras la miraba.

 Aurora, con una mezcla de ingenuidad y curiosidad alzó la vista hacia él, limpiándose una migaja de la comisura de los labios. —¿Todo bien?—preguntó ella, con un tono ligero pero con un dejó de preocupación.

—Problemas en la empresa...debo ir —respondió, calmado pero firme.

Aurora dejó su croissant en el plato y lo miró, inclinando la cabeza ligeramente. —¿Entonces … no me acompañarás hoy? —preguntó, intentando que si voz sonará casual, aunque la idea de ir sola a la casa de su padre le revolvía el estómago tan solo pensar ello. No quería admitirlo, pero la presencia de Salvatore con toda su intensidad, y su aire protector le daba una seguridad que no estaba segura de encontrar en otro lado.

Él tomó su saco del respaldo de la silla, y lo deslizó sobre sus hombros con un movimiento elegante.

—No tardaré —dijo, mirándola directamente, dejando que su mirada se suavizara por un instante—En cuanto termine, te alcanzaré allá. No te preocupes Alessandro irá contigo, él se encargara de cuidarte en mi ausencia.

Aurora asintió lentamente, aunque la mención de Alessandro —mano derecha y hombre de confianza de Salvatore, es un tipo callado y con una presencia imponente—no la tranquilizaba del todo. No era lo mismo. Quería que salvatore estuviera allí, aunque no sabía exactamente por qué. Tal vez era la forma en que él parecía llenar cualquier espacio con su presencia, o cómo, incluso en sus momentos más fríos, lograba hacerla sentir que no estaba sola.

Él se acercó a ella, inclinándose ligeramente. Por un segundo, Aurora pensó que diría algo más, pero en lugar de eso, él posó una mano en el respaldo de su silla y dejó un beso breve pero firme en su frente. El contacto fue cálido, casi protector.

—Luego nos vemos. —dijo él, con un tono que era a la vez una promesa y una despedida. Luego, con un último vistazo, se dio la vuelta y salió del comedor.

Aurora se quedó sola en la mesa, mirando el espacio vacío donde él había estado. El croissant seguía a medio comer, y el café se enfriaba lentamente en la taza. Tomó un sorbo, más por inercia que por ganas, y dejó que su mente vagara. La casa de su padre la esperaba, con Ricardo, Claudia y Valeria, y la idea de enfrentarlos sola —o solo con Alessandro— le revolvía el estómago. Pero no había vuelta atrás. Terminó su desayuno en silencio, con el murmullo de la casa como único acompañante, mientras el día avanzaba.

El día avanzó rápido, como si las horas se hubieran deslizado entre los dedos sin pedir permiso. El sol del mediodía brillaba alto, bañando la ciudad en una luz cálida pero implacable. Eran alrededor de la 1:00 p.m. cuando Aurora terminó de prepararse en su habitación. Se miro al espejo una última vez, ajustándose el sencillo vestido blanco que había elegido: cómodo, discreto, pero con un corte que le daba un toque juvenil pero elegante sin esfuerzo. No quería parecer demaciado ostentosa. Se pasó una mano por el cabello, asegurándose de que cayera en ondas suaves sobre sus hombros, y tomó una respiración profunda, tratando de calmar el nudo que se le había formado en el estómago desde que despertó.

Bajo las escaleras con pasos rápidos, y el eco de sus tacones resonaba en el suelo de mármol de la casa. En el vestíbulo, Alessandro ya la esperaba, apoyado contra la pared con su habitual aire de tranquilidad vigilante. Era un hombre alto, de complexión fuerte, con el cabello corto y oscuro y una cicatriz apenas visible en la ceja izquierda que le daba un aire intimidante, pero atractivo. Vestía un traje negro impecable, pero sus ojos, siempre alerta, parecían escanear todo a su alrededor, Incluso en un lugar tan seguro como aquel.

—¿Lista, señorita? —preguntó Alessandro, con su voz grave pero con un toque de cortesía que no llegaba a ser cálido.

Aurora por su parte asintió, dedicándole una pequeña sonrisa cortés.

 —Lista —dijo, aunque no estaba segura de si lo estaba realmente. La idea de enfrentarse a Ricardo, Claudia y Valeria le pesaba más de lo que quería admitir. Pero no había tiempo para dudar ahora.

Alessandro se adelantó, abrió la puerta principal y la guió hacia el auto estacionado en la entrada. Era un sedán negro, reluciente bajo el sol, con los vidrios polarizados que gritaban discreción y poder. Él le abrió la puerta trasera con un movimiento fluido, y Aurora se deslizó en el asiento, sintiendo el cuero frío contra su piel. El interior olía a limpio, con un toque de colonia masculina que probablemente era de Alessandro o Salvatore. Se acomodó, mirando por la ventana mientras él cerraba la puerta y rodeaba el auto para sentarse al volante.

1
La gordita
Espero que la autora actualice y no se olvide
Ledys Elena Socarraz Molina
me gusta mucho este tipo de novelas
quelir68
debería creer en el, saco a la madre del loquero donde el padre y la madrastra la tenían¿eso no es suficiente?
quelir68
pero si no es la empleada es la madre de Aurora la que rompe las pelotas, que gente indiscreta
quelir68
que necio, que pensaba que el amigo no tenía derecho de vivir su vida por la loca de Angélica
quelir68
esa .mujer no está loca, un demente no planea como ella lo hizo, es una manipuladora sinvergüenza
quelir68
esa mujer no está loca, es una manipuladora HDP un enfermo mental no planea como ella lo hizo
quelir68
si ellos, la madre y Santino sabían que ella estaba obsesionada con él, ¿porqué lo culpan por su suicidio?
Anonymous
Hasta cuando habrá capítulos nuevos?
Natalia Carvacho
No hay más??? Yo quería seguir leyendo!!
Natalia Carvacho
Me encanta Andrea empoderada!
Maria Quinonez
como asi termina o ay Nas capitulos 😭😭😭
Amarilys Cumana
las chicas tienen razón y Aurora es muy confiada
Amarilys Cumana
pero está putizorra es bien descarada y éstos mafiosos son tan Pilas para descubrir quién les quita un cargamento y torpes para caer en un juego tan estúpido y dejarla pasar la noche en su casa 😠 xq no la mando con el chófer o en un taxi 🚖😠 el tiene que respetar a su esposa y ganarse el respeto
quelir68
no habrá sido el padre de Aurora y Claudia los que mandaron a los matones a la casa de Salvatore
quelir68
el tipo que atraparon ¿no dijo nada?
LUZ AMPARO SALINAS ANGULO
Valeria tiene cara de.prostituta barata/Facepalm//Facepalm//Facepalm//Facepalm//Facepalm//Facepalm//Facepalm//Facepalm//Facepalm//Facepalm//Facepalm//Facepalm//Facepalm//Facepalm//Facepalm//Facepalm//Facepalm//Facepalm/
LUZ AMPARO SALINAS ANGULO
Ricardo es un perro sarnoso /Toasted//Toasted//Toasted//Toasted//Toasted//Toasted//Toasted//Toasted//Toasted//Toasted//Toasted/
LUZ AMPARO SALINAS ANGULO
esta mas loca que una cabra fuerade su abita/Facepalm//Facepalm//Facepalm//Facepalm//Facepalm//Facepalm//Facepalm//Facepalm//Facepalm//Facepalm//Facepalm//Facepalm//Facepalm//Facepalm//Facepalm//Facepalm/
LUZ AMPARO SALINAS ANGULO
yo creo que es el hermano/Puke//Puke//Puke//Puke//Puke//Puke//Puke//Puke//Puke//Puke//Puke//Puke/
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