Continuación de la historia "Una vida llena de misterios y fantasías".
Feng Bao-Liang una pequeña princesa fue bendecida por un misterioso ser sobrenatural que los hombres apodaron el "Gran Dios Fénix". Y así un pequeño pueblo se convirtió en un gran imperio, abasteciendo a los ciudadanos de toda la fertilidad de la tierra.
pero...¿Por qué? nadie lo sabía...
Cuando la princesa nació, el gran fénix se presentó y la nombró como tesoro imperial.
El tiempo pasó y la princesa creció junto a su hermano mayor.
Todo parecía ir de maravilla hasta que la guerra se desató; entonces las cosas cambiaron...la vida de la pequeña princesa cambió completamente.
Ahora ella debe proteger a su imperio, buscar el porqué ese fénix la cuida y le enseña a controlar su maná espiritual sin pedir nada a cambio...¿Logrará Bao-Liang encontrar respuestas antes de lo inevitable? Porque después de todo un destino cruel le espera..
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Capítulo 20: Primer encuentro.
— ¿Un demonio de loto puede ser tan cruel? Creí que los demonios eran buenos. —
Argumenta Bao-Liang manteniendo escondido el pequeño conejo en sus brazos.
— ¿Quién dijo que todos los demonios son buenos? —
— Soy Feng Bao-Liang. —
Comenta la niña cambiando de tema instantáneamente. El joven mantiene su sonrisa antes de asentir.
— Yo soy Lian-Yi. —
— Su alteza, ¿no es peligroso dar a conocer su identidad? —
Le cuestiona uno de sus hombres, el joven ahora con nombre niega con las manos.
— ¿Por qué vives entre humanos? —
— Los demonios vagamos entre los humanos. No es un asunto nuevo. —
Contesta Lian-Yi cruzándose de brazos mientras observa el conejo de ella.
— Tienes razón, pero ¿hacerte pasar por un príncipe? ¿Acaso eso no es interferir en los asuntos de los humanos? —
— Niña insolente, ¿Te atreves a cuestionar a mi señor? —
El hombre mayor da un paso enfrentando a la princesa.
— ¿Qué? ¿Es un crimen hacer preguntas? ¿Realmente va a lastimar a una niña de apenas doce años que simplemente tiene curiosidad? —
— No eres una simple niña. —
Alega el desconocido apuntándola con su espada, Bao-Liang levanta las manos y muestra una sonrisa.
— Yo no haría eso si fuera usted comandante Shou. —
Le murmura Lian-Yi al hombre mayor, este se pregunta el porqué su señor le teme a una sola niña, sin embargo evita hacer más preguntas y solo retrocede.
— Déjalo que ataque. —
Dice Bao-Liang sonriendo, el joven niega ligeramente.
— No soportaría ver a uno de mis hombres ser lastimados. —
— Bien, entonces me voy. —
— Detente. Yo...—
— ¡Hermano mayor! —
Lian-Yi se gira con molestia al escuchar aquella voz familiar. Un chico de unos quince años corre hacia él con una sonrisa en el rostro y se detiene abruptamente al ver a la pequeña niña, sus ojos vagan por ella buscando algo que reclamar hasta que ve el conejo blanco y lo señala acercándose al mayor.
— Lo quiero, que me lo entregue. —
Ordena con arrogancia infantil, Bao-Liang solo mira a Lian-Yi tratando de averiguar la relación que hay entre ellos dos.
— Así que, es de tu sangre. —
— No lo veo como de mi sangre. —
Replica el joven evitando mirar al chico a su lado.
— Hermano, ¿Qué dices? Somos familia. —
El otro abraza el brazo del mayor y le sonríe con dulzura, la niña casi deja salir una carcajada, pero se contiene recibiendo una mirada molesta del menor.
— Te estoy dando una orden, entrégame ese conejo. Es mío. —
Exige, soltandose de su hermano y caminando hacia ella.
— ¿Tuyo? ¿Desde qué momento se volvió tuyo? —
Le interroga la otra parte con indignación.
— Es mío desde que mis ojos se posaron en él. entrégalo si no quieres morir niña insolente. —
— Enséñale modales a tu hermanito. —
Agrega la pequeña Bao-Liang, se da la vuelta para volver por donde había aparecido. El chico bufa con molestia y desenvaina su espada, da un salto y se planta frente a ella impidiendole el paso.
— Yo el gran príncipe del imperio Long...—
—¡Shen-Long! ¡Guarda silencio! —
— Pero hermano, esta niña tonta debe saber que nosotros los...—
— He dicho silencio. —
El menor se encoge y baja la mirada mirando con molestia a Bao-Liang, pues cree que gracias a ella su hermano mayor lo está tratando de esa forma.
— ¿Imperio Long? ¿El gran imperio que ha existido desde tiempos atrás y sigue de pie hoy en día, siendo uno de los imperios más feroces del continente? —
Cuestiona ella, El chico se cruza de brazos y levanta la barbilla con esa aura llena de arrogancia.
— ¿Así que conoces a mi familia? Tienes suerte de que tu cabeza aún no haya rodado. Ahora entrégame ese conejo. —
— ¿Tu familia? ¿Acaso no son los Xia quienes gobiernan el imperio Long ahora? —
— Claro que sí, pero también somos de la fa--
—¡Shen-Long! Es suficiente. —
Lian-Yi sujeta el brazo del chico y lo empuja hacia atrás.
— Hermano. —
— Regresa con tus guardias, es una orden. —
La voz encolerizada del joven sorprende al menor, su hermano nunca lo había tratado con tanta indiferencia, sin embargo por esa niña él lo estaba dejando de lado.
— Me iré con la cabeza de ¡esa niña! —
Shen-Long se eleva al aire y lanza su espada con fuerza hacia ella, sin darle tiempo de reaccionar a Lian-Yi. Bao-Liang evade el ataque retrocediendo.
— Será difícil obtener mi cabeza. —
Murmura mientras mueve la mano a su costado y la espada nombrada como Bao-Long aparece centelleante al tocar su palma.
— ¡No eres digna de pelear contra mí, niña tonta! —
Shen-Long lanza otro ataque que ella intercepta absorbiendo el maná que contiene.
— No sabes quién soy. —