Sol Park es una mujer joven y sencilla que acaba de terminar sus estudios universitarios. Mientras busca un trabajo, consigue una entrevista en una empresa importante, donde conoce a Chen Li, el enigmático y apuesto CEO de la compañía. A pesar de sus diferencias de clase y posición social, surge una innegable atracción entre Sol y Chen. A medida que pasan más tiempo juntos, su relación se vuelve cada vez más íntima, convirtiéndose en una apasionada aventura entre la empleada y su poderoso jefe. Sin embargo, mantener esta relación en secreto no será tarea fácil. Tendrán que lidiar con los desafíos que impone la gran diferencia de poder, los rumores y las expectativas sociales. A medida que su romance florece, Sol y Chen deberán tomar decisiones difíciles sobre el futuro de su turbulenta pero intensa relación.
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Capitulo 21
Semanas después…
Me sentía como si el mundo se hubiera derrumbado a mi alrededor. Mientras observaba cómo Mina era esposada y conducida a la comisaría, no podía creer lo que mis ojos estaban presenciando. Todo había sucedido tan rápido y de una manera tan abrupta que me costaba procesar lo que estaba ocurriendo.
En un instante, mi mejor amiga había sido acusada de corrupción y lavado de dinero, y yo me veía expulsada de la empresa que había sido mi hogar durante tanto tiempo. Junto a Chen, nos encontrábamos ahora en medio de la calle, sin un rumbo claro, sabiendo que nuestras vidas acababan de derrumbarse.
Miré a Chen, que parecía igual de aturdido que yo. Sus ojos reflejaban una mezcla de confusión, dolor y rabia que me partía el corazón. Habíamos luchado tanto por mantener nuestra relación a flote, superando todo tipo de obstáculos, y ahora todo parecía haberse desvanecido en cuestión de minutos.
Sentí una presión asfixiante en el pecho, y las lágrimas comenzaron a brotar de mis ojos sin que pudiera contenerlas. ¿Cómo habíamos llegado a esto? ¿Quién nos había tendido una trampa tan elaborada?
Desesperada, tomé la mano de Chen, buscando su apoyo y consuelo en medio de esta pesadilla. Él me estrechó entre sus brazos, y pude sentir cómo su cuerpo temblaba ligeramente.
Chen negó con la cabeza, evidentemente sin tener una respuesta.
Sus palabras lograron brindarme un poco de esperanza, pero el miedo y la incertidumbre seguían dominando mi mente. ¿Cómo podríamos probar la inocencia de Mina y limpiar nuestros nombres?
Mientras caminábamos sin rumbo fijo, mi mente repasaba frenéticamente los eventos recientes, buscando alguna pista, algo que nos pudiera dar una oportunidad de revertir esta situación.
Fue entonces cuando un nombre cruzó por mi mente: Jang. El antiguo colega de Mina, que ahora ocupaba un alto cargo en la empresa. Recordé las tensas interacciones que habían tenido en el pasado, y una horrible sospecha comenzó a tomar forma.
- Chen - dije, apretando su mano con fuerza - ¿Crees que Jang pudo haber tenido algo que ver con esto?
Chen me miró con una expresión seria, y pude ver cómo sus ojos se llenaban de determinación.
- Es una posibilidad que no podemos descartar - respondió, con firmeza - Tenemos que averiguar qué es lo que está pasando.
Sin perder más tiempo, nos encaminamos hacia la oficina de Jang, decididos a confrontarlo y a descubrir la verdad. Mientras caminábamos, mi corazón latía con fuerza, llenándome de una mezcla de miedo y determinación.
Al llegar a la empresa, nos encontramos con que el director Park también había sido convocado a una reunión urgente del consejo. Intercambiamos una mirada cómplice con Chen, sospechando que algo más se estaba tramando.
Sin dudarlo, nos infiltramos en la sala de juntas, decididos a escuchar lo que esos hombres tenían que decir. Nos mantuvimos ocultos, observando cómo el director Park tomaba la palabra, con una expresión de triunfo en su rostro.
- Caballeros - comenzó, con una voz grave - Me han traído aquí para revelarles algo que pone en evidencia la corrupción y el abuso de poder que han tenido lugar en esta empresa.
Sentí que el corazón se me detenía. ¿Acaso iba a acusarnos a Chen y a mí?
- Hemos descubierto pruebas irrefutables de que el señor Chen y la señorita Sol han estado implicados en actos de corrupción y lavado de dinero - continuó Park, con un tono acusador.
Contuve el aliento, sintiendo cómo la furia y la indignación se apoderaban de mí. ¡Era una mentira, todo era una mentira!
Miré a Chen, que parecía igual de indignado que yo. Ambos sabíamos que esas acusaciones eran completamente falsas, pero no teníamos forma de probar nuestra inocencia en ese momento.
Mientras Park seguía exponiendo sus supuestas "pruebas", pude ver cómo los miembros del consejo iban asintiendo con expresiones serias. Poco a poco, iban perdiendo la confianza en nosotros, y eso me llenaba de desesperación.
Finalmente, el director Park concluyó su discurso con una petición contundente:
- Por lo tanto, solicito que el señor Chen y la señorita Sol sean destituidos de sus cargos de manera inmediata.
Sentí que el suelo se abría bajo mis pies. ¿Cómo podían hacer esto? ¿Cómo podían creer esas mentiras?
Chen y yo intercambiamos una mirada aterrorizada, sabiendo que si no hacíamos algo, nuestras carreras y nuestras vidas se derrumbarían por completo.
Sin pensarlo dos veces, salimos de nuestro escondite, interrumpiendo bruscamente la reunión.
- ¡Eso no es verdad! - grité, con desesperación - ¡Esas acusaciones son completamente falsas!
Todos los ojos se posaron en nosotros, y pude ver la sorpresa y el desconcierto en los rostros de los consejeros.
- ¿Cómo se atreven a hacernos esto? - exclamó Chen, con furia - ¡Somos inocentes!
El director Park nos miró con una sonrisa burlona, como si hubiera estado esperando este momento.
- ¿Inocentes? - respondió, con sarcasmo - Las pruebas que hemos presentado dicen lo contrario.
- ¡Esas pruebas son falsas! - insistí, sintiendo que la desesperación me consumía - ¡Todo esto es una trampa!
Jang, que hasta ese momento había permanecido en silencio, se puso de pie, con una expresión de superioridad.
- Me temo que no tienen forma de probar su inocencia - dijo, con una cruel satisfacción - Y mientras no lo hagan, el consejo no tiene más opción que destituirlos.
Sentí que las fuerzas me abandonaban. ¿Cómo podíamos demostrar nuestra inocencia si todo parecía estar en nuestra contra?
Chen me tomó de la mano, con una determinación inquebrantable en su mirada.
- No vamos a rendirnos - me susurró - Vamos a encontrar la manera de limpiar nuestros nombres.
Asentí, sintiendo cómo una nueva...