Eva Winchester a la edad de 7 años pierde a sus padres quedando al cuidado de sus tíos que la toman como hija adoptiva.
Eva se encierra en su mundo de soledad con el dolor en su corazón por la pérdida de sus padres, donde sus emociones son contradictorias, sobre todo al aislarse de las personas que la rodean.
Llega el momento que alcanza su adolescencia donde ella cree haber encontrado a la persona que le cambiaría la vida... sin embargo, al confiar en la persona menos indicada la llevará a hundirse más en la depresión y la ansiedad.
Su vida dará un giro de 180° donde se muda de país encontrando personas que la ayudarán a salir adelante...
Acompáñame en esta nueva historia donde nos hará erizarnos la piel en apoyo a Eva quien necesita ayuda de urgencia.
Mi instagram: Lucymomhistorias...
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Capitulo 4
Eva Winchester:
Sonreí deslizando el gloss sobre mis labios, mis ojos expresaban un brillo en particular, pasé mi dedo índice sobre ellos esparciendo quedando parejo el color.
- EVAAAA!!!
Miré hacia la puerta, mi móvil empezó a sonar, lo sostuve viendo un mensaje de los buenos días, abracé dejando un beso sobre la pantalla.
La puerta se abrió, miré hacia la entrada viendo a mi Tío elegante como siempre, era momento de ir al colegio, la preparación en este punto me encantaba, no era de tener muchos amigos pero con Jimena y las visitas de otros amigos de grados mayores nos motivaban a ser por ellos que acudamos.
Gian: Que hermosa mi niña.
Eva: Buen día tío.
Corrí hacia él abrazando, recibí el mismo saludo por parte de él, me aparté dejando un beso en la mejilla.
Puedo decir que mis tíos han sido esos padres que desde pequeña me hicieron falta, nunca he tenido problemas con ellos, por el contrario, siempre han estado al pendiente en cualquier cosa que necesitara, claro que mi tío Gian con su voz fuerte y tajante siempre optaba por negarse al principio, pero con unos cuantos mimos, con una hermosa sonrisa accedía. Me cuidaba demasiado y eso si, esta sumamente prohibido distraerse en cualquier cosa que no fuera los estudios.
- EVAAAA…
Gian: Tu madre está desesperada.
Eva: Que tal y luego nos vamos de pinta como lo hicimos la semana pasada.
Gian: Bueno cariño, esa vez pues estábamos de vacaciones, pero hoy reingreso.
Llegamos en la entrada del comedor, mi tía ya tenía servido el desayuno. Nos miró con una gran sonrisa, se acercó dando un beso en mi frente, sostuvo mi rostro entre sus manos.
Naima: Llegarás tarde… ohhh ohh, mmm, ¿ese gloss?
Miró a su esposo, me aparté de ellos, sonreí algo divertida tomando asiento, le di un sorbo al vaso de leche, cuando ellos ya estaban dispuestos a sentarse a desayunar.
Gian: ¿Algún chico por allí?
Naima: ¿Eva?
Negué con la cabeza dando un mordisco a mi pan tostado, no quería tocar esos temas donde la advertencia era: “Tienes que mejorar las notas” “No te distraigas, los estudios es tu principal responsabilidad”…
Eva: ¿Chico? Nada de eso. ¿Cómo creen?
Mi tía negó con la cabeza, miraba a mi tío, pero la sonrisa de complicidad que me daba era por saber que había un chico que rodaba por allí, claro que no era nada formal, solo lo he visto un par de ocasiones, además está en la universidad y sería un rotundo no.
Eva: Papá, amm. Necesito dinero para comprarme un vestido.
Mi tío sin pensarlo sacó la billetera entregando su tarjeta.
Naima: ¿Para que quieres otro vestido? Tienes demasiada ropa.
Eva: He decidido sacar alguna que ya no usaré.
Gian: ¿con quien vas?
Eva: Jimena.
Naima: Espera… espera… ¿comprarás otro vestido? Eva, no digo que no pero…
Gian: Ve, gasta lo que quieras, te lo mereces.
Tomé la tarjeta dando varios brinquitos sobre la silla, me puse de pie saliendo del área del comedor.
Naima: No me parece eso Gian.
Me detuve al escuchar a mi tía darle respuesta en no estar de acuerdo en que me consienta… reposé mi cuerpo en la pared, quería escuchar que pudieran decirse, nunca los he escuchado discutir ni pelearse, de hecho siempre he admirado la manera tan bonita con la que mantienen su relación.
Gian: Naima, ¿Qué tiene de malo? Prefiero que vaya de compras con su amiga que ande con chicos… Eva ha crecido, es una niña dulce y muy bonita.
Naima: Me refiero a que todo el tiempo la consecuentas, tiene demasiada ropa. Tiene todo lo que pide.
Mi tío negó con la cabeza, bajó la mirada reposando la espalda en el respaldo de la silla.
Gian: Ultimamente la veo sonreír, la veo más independiente, Eva se merece una tranquilidad emocional, acuérdate de esas noches donde el dolor de la pérdida de sus padres la hacía perder el control, sus gritos de media noche, sus llantos en la madrugada, su sufrimiento siendo una niña ausente e incapaz de mantener una relación amistosa. Eva es mi hija y la quiero ver feliz.
Naima: No digo que no, pero hay que ponerle límites, ¿gloss? A su edad aun jugaba con muñecas.
Gian: Ya tiene 15 años.
Mi tía se levantó algo molesta, negaba con la cabeza, apresuré el paso, no quería que se diera cuenta que había escuchado esa pequeña discusión, subí las escaleras viendo hacía abajo, me tropecé en el ultimo escalón, me incorporé, casi corriendo llegué a mi habitación. Abrí la puerta entrando, cerré con mucho cuidado reposando mi cuerpo en la puerta. Levanté la tarjeta mirándola.
Eva: Mi tío tiene razón. Tengo derecho.
Metí la tarjeta en mi bolsillo tomando mi mochila, era momento de ir al colegio.
La puerta se abrió, era mi tía que la notaba un poco más predispuesta, sonrió llegando hasta mi, me tomó de la mano haciendo que me sentara en la cama junto a ella.
Naima: Eva…
Sostuve la tarjeta, la saqué del bolsillo entregándosela, en cierta parte no quería que hubiera problemas por algo que ella había dicho que no, aunque realmente no dijo no, pero la veía que no estaba de acuerdo.
Eva: Tienes razón tía, mejor me pongo otro vestido.
Sostuvo mi mano con la tarjeta negando con la cabeza, sonrió dejando ver sus ojos hermoso húmedos, bajé la mirada sintiendo un pena por ella, no me gustaba verla así, sostuvo mi barbilla haciendo que la mirara.
Naima: Eres igual a tu madre.
Eva: ¿De obstinada?
Sonrió negando con la cabeza, dejó un dulce beso en mi frente, se apartó pasando su mano por encima de mi cabello.
Naima: Cariño… ¿ese cambio de humor se debe por que realmente tienes ganas de ir al colegio?
La miré con algo de timidez, ella me conocía muy bien, se daba cuenta de lo que estaba pasando, negué con la cabeza, mordí mi labio inferior provocando que mi corazón empezara a latir tan fuerte por el miedo que ahora si me prohíban todo.
Mi celular ya estaba sonando, era mensajes de respuesta, se puso de pie caminando hacia el tocador, vio la pantalla sin revisar. Tragué saliva.
Eva: Habrá una fiesta el viernes, a varias chicas de primero de preparación nos han invitado.
Naima: ¿será de toda la escuela?
Eva: No, pero Jimena y Alisa van a estar conmigo, bueno… claro… si es que me dejan ir.
Naima: Para eso quieres ir de compras entonces.
Asentí con la cabeza jugando con la orilla de mi blusa. Levanté la mirada hacia ella, se acercó entregando mi celular, le sonreí esperando que dijera algo, pero no me diría nada.
Naima: ¿le has dicho a tu tío?
Eva: No… bueno, es… que amm…
Naima: ¿Qué sucede?
Me puse de pie dejando la mochila sobre la cama, quedé frente a mi tía. En verdad no sé como lo iba a tomar. Aunque pues no es nada malo y ellos conocen bien con quien iríamos.
Eva: Brando Obrien me invitó a ser su pareja de baile.
Naima: ¿Brando Obrien? Eva… amm…
La puerta se abrió. Mi tío caminó hacia la cama tomando mi mochila. Nos miró sin entender lo que estaba sucediendo.
Gian: ¿Todo bien?
Miré a mi tía, ella no había apartado la mirada de mi, cerré los ojos dando media vuelta, abrí los ojos antes que mi tía pudiera decir algo, prefería ser quien lo dijera pero a mi manera.
Eva: El vestido que quiero comprar, es para el baile que habrá el viernes, nos han invitado a Jimena, Alisa y a mi de primero de preparación, solo somos sus invitadas exclusivas.
Mi tía cruzó los brazos mirando ahora a mi tío, me dio un poco de gracia esperando que mi tío dijera un No o un Sí, pero en vez de eso, le soltó algo que no quería decirle.
Naima: Brandon Obrien la invitó.
Los miraba sin entender que era lo que trataban de decir, mi tío sonrió extendiendo su mano, aquí estaba parte era decisiva, negué con la cabeza quedando al lado de mi tía, no fuera que él dijera que si cuando ella no quisiera que acudiera.
Gian: Naima, amor… es Brandon Obrien, es hijo de mi jefe directo, es un buen chico.
Naima: Está en la universidad.
Gian: ¿Eso que tiene que ver?
Naima: 15 años contra 19 o 20 años de Brandon.
Eva: Tía solo es una fiesta, irán muchos más. Jimena y Alisa ya les dieron permiso.
Mi tía no quería aceptar la veía como levantó una ceja retando a mi tío, sinceramente, mi tía era la del carácter fuerte y decisivo, claro que muchas veces cedía de tonta suplica. Junté mis manos en forma de ruego, rodó los ojos respirando profundamente.
Eva: solo unas horitas.
Naima: Esta bien, pero tu tío va por ti.
Eva: No, por favor. Brandon se ofreció a venir por mi y traerme, tal como se debe. Tía, me has dicho que un buen chico viene hasta la puerta de la casa y me deja en la puesta de la casa.
Negó con la cabeza sonriendo, aquí ya la tenía atrapada.
Naima: Esta bien, pero quiero que él venga por ti…
Salté de emoción dando un fuerte abrazo, ella rodeó sus manos en mi cuerpo dejando varios besos en mi mejilla.
Eva: Eres la mejor tía.
Naima: Te amo tanto, que quiero que disfrutes esta etapa de tu edad.
Me aparté asintiendo con la cabeza, mi tío igual estaba muy feliz de ver que ya había accedido, guardé nuevamente la tarjeta, ahora si era momento de irnos antes que me mandaran de regreso a casa por no llegar a tiempo.
Gian: Vamos Eva se nos hace tarde.
Eva: No me esperes tía, vamos de compras con Jimena.
Naima: Claro mi cielo. Almorzarán.
Asentí con la cabeza, bajaba las escaleras a toda prisa, ya mi tío estaba con la camioneta encendida esperando que subiera. Abrí la puerta subiendo, me acomodaba abrochando el cinturón.
Gian: Eva..
Eva: ¿Si?
Gian: Necesito ver tus notas recordándote, que no puedes tener nada de enamorados y es por única vez que acudirás a una fiesta con universitarios.
Eva: Pero no es fiesta de ellos, es de la preparatoria, solo que nosotras los invitamos.
La camioneta empezaba avanzar, no estaba tan lejos el colegio, así que este poco tiempo era para su entrevista de mi tío en saber más de la fiesta.
Gian: ¿Cómo los conocieron?
Eva: Amm, ellos llegan a visitar a una de sus hermanas del colegio, nos vieron en la cooperativa y fue que nos hicimos amigos.
Suspiró asintiendo con la cabeza, se detuvo detrás de uno de los autos que estaba en fila para la entrada al colegio.
Gian: Entonces después de clases irás de compras.
Nos tocó nuestro turno, la profesora que nos recibía abrió la puerta cediendo el paso a que bajara.
Eva: si, nos vemos en la casa.
Bajé de la camioneta, mi tío esperó a que nos diera el paso hacia la entrada, vi cuando avanzó rumbo a su trabajo.
Respiré profundamente entrando al colegio, allí estaban mis amigas esperando para saber si nos habían dado permiso para acudir a la tan famosa fiesta que queríamos asistir todas.
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Naima
Gian
levantar la cabeza, tienes unas grandiosos padres
Alana no es tu deber, pero, un par de consejos le caerían bien.