El Alfa Maldito.

Esa noche, Vincenzo durmió muy bien, sin la ayuda de ninguna pastilla para dormir. Tampoco tuvo pesadillas. Era la primera vez que dormía cómoda y tranquilamente sin interrupciones.

No sabía si estaba "curado" de su maldición o si su arduo trabajo de la noche anterior haciendo el amor con Gio hizo que su cuerpo se cansara tanto que simplemente se desmayó. Fuera lo que fuese, estaba feliz. Fue tan bueno dormir bien.

Cuando despertó, se sintió muy renovado. Cuando abrió los ojos, Vincenzo sintió un cuerpo suave y cálido entre sus brazos. Su mente volvió a lo que pasó anoche, y una sonrisa inmediatamente adornó sus labios.

Gio deslizó su cabeza contra su pecho mientras dormía, y la niña, sin saberlo, envolvió sus brazos alrededor del estómago de Vincenzo y lo abrazó con fuerza.

Ahhh… esta posición se sentía muy cómoda, pensó Vincenzo.

El cuerpo de Gio encaja perfectamente en su abrazo. Gio estaba hecho a su medida. Quizás esto fue lo que hizo que su sueño de anoche fuera tan placentero. Sin embargo, tener a un hermoso Omega desnudo a su lado cuando despertaba no era demasiado favorable.

Como de costumbre, cuando despertó por la mañana, Vincenzo sintió su virilidad erguirse. La madera habitual de la mañana. Uf... esto es malo, pensó.

Esta vez con el cuerpo desnudo de Gio en sus brazos, el deseo envolvió sus sentidos tan pronto como abrió los ojos.

Uf.... ¿qué debería hacer ahora? No quería volver a f*llarlo por la mañana, porque anoche ya estaba exhausto.

No quería que la madre de su futuro hijo enfermara por tener demasiado se-xo.

[Vincenzo, eres un Alfa adulto. Puedes hacerlo. Ten algo de autocontrol.] El Alfa se regañó a sí mismo.

Se movió muy suavemente para alejarse de Gio. No quería despertarlo.

Ugh... es difícil de hacer si la cabeza de Gio se deslizara así sobre su pecho.

[Ahh... mierda.]

Con esta posición, Vincenzo podía oler las feromonas de Gio desde lo alto de su cabeza. Era muy distintivo y ya lo había vuelto adicto después de haber hecho el amor vigorosamente la noche anterior.

Desde que sus cuerpos se unieron como uno solo, cada detalle de este Omega lo volvió adicto. Sus tímidos gemidos, su aroma, su puchero, incluso su temperamento...

Oler su maravilloso aroma tan cerca como este casi volvió loco al Alfa.

Dios... ahora estaba envuelto por un deseo explosivo, y su virilidad dura como una roca palpitaba, pidiendo liberación.

No quería volver a f*llar con Gio, pero..¡Diosa Luna!.

El Alfa se sobresaltó cuando la mano de Gio que abrazaba su cintura de repente bajó y tocó su vara erecta. El corazón de Vincenzo dio un vuelco. Inconscientemente contuvo la respiración.

Esto es... insoportable. ¿Qué debo hacer?

Tocó la mano de Gio estaba en su virilidad, queriendo quitársela suavemente para poder rodar hacia un lado y alejarse de él.

Sin embargo... Desafortunadamente, la mano del Omega frotó su pne con sus dedos. Vincenzo frunció el ceño. Inclinó la cabeza y miró el rostro del Omega.

Ahhh.. Vio que Gio murmuraba algo en sueños. Parecía que estaba soñando.

El Omega seguía tocando la vara de Vincenzo con la mano como si estuviera acariciando a un lindo animal en su sueño. Vincenzo sintió que toda la sangre de su cuerpo se le iba a la virilidad y estaba a punto de explotar.

Fue, oh, insoportable. No pudo soportarlo más. Finalmente, Vincenzo se rindió.

Sabía que era inútil intentar alejarse de Gio y encargarse solo de su problema, pero al mismo tiempo, no quería perturbar su sueño.

~Uhmm...

Tomó la mano de Gio y la envolvió alrededor de su eje erecto, luego guió con cuidado la mano del Omega hacia arriba y hacia abajo.

Una vez que su mano estuvo bien envuelta alrededor de su vara y se movió con regularidad… inmediatamente dejó escapar un suave gemido.

[¡¡Dios!! ¿Que brujería es esta? ¡Se siente increíble!]

Vincenzo no sabía que una pa•ja, hecha por un Omega, era diez veces mejor que si la hiciera él mismo. Especialmente porque el Omega era tan hermoso como Gio, sumado al hecho de que él se sentía atraído mental y §exualmente por él.

¡Acaba de encontrar su segunda posición favorita!

Esta fue muy buena, ya que no tuvo que trabajar duro, pero aun así obtuvo un placer realmente agradable.

El Alfa cerró los ojos y disfrutó del movimiento de la mano de Gio mientras frotaba su eje hacia arriba y hacia abajo con un movimiento regular.

Ahhh... cuando casi consiguió su liberación, Vincenzo movió la mano de Gio más rápido... Y más rápido... Hasta que finalmente... alcanzó su punto máximo y soltó sus semillas en su mano.

El Alfa no pudo evitar dejar escapar un suave gruñido porque se sentía muy bien. ¡Qué manera tan perfecta de empezar el día!

El Alfa estaba realmente feliz. Después de vivir 25 años en la tierra, esta fue la primera vez que pudo experimentar el placer de las relaciones §exuales, en todas sus diferentes formas. Por eso, tenía que agradecerle a Gio.

Ahhh… su pecho latía con fuerza y su respiración jadeaba durante unos minutos después de obtener su liberación. Una vez que logró calmarse Vincenzo.

El Alfa besó el cabello de Gio y rodó hacia su costado, con cuidado de no despertarlo.

Después de limpiarse la mano y la de Gio, se vistió y salió corriendo de la habitación para practicar por la mañana con sus subordinados.

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Gio se despertó cuando el sol ya estaba alto. Diosa Luna... No es de extrañar que durmiera tanto. Se sentía tan cansado. Todo su cuerpo, especialmente la parte inferior, se sentía dolorido.

[ Esto se debe a que ese bastardo no me dio tiempo para descansar] se quejó Gio para sus adentros, frunciendo los labios.

Los acontecimientos de la noche anterior quedaron grabados en su memoria. Al instante, sus mejillas se sonrojaron al recordar lo que habían hecho.

Diosa Luna... Se sintió tan avergonzado cuando pensó en lo ruidoso que había sido durante el acto. Sus gemidos y gritos debieron escucharse por toda la torre.

Ay... ¿cómo podría mostrar su rostro delante de todos? Los subordinados y otros sirvientes deben saber lo que hizo anoche con el Alfa heredero.

Dios mío....que voy hacer???. Se cubrió la cara con ambas manos avergonzado.

_ ¿Eh...?

Gio se sorprendió porque de repente su mano derecha cayó a su costado. Él no tenía fuerzas para levantar esa mano.

[¿Qué me está pasando? ¿Me paralizé?]

[¿Podría ser que la maldición finalmente me ha golpeado? ¿Voy a morir?]

Los gritos de Gio resonaron por toda la torre, hasta el patio donde Vincenzo estaba practicando lucha con sus guerreros.

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Jajajajaja... pobre Gio. ¿Qué crees que haría cuando supiera que no iba a morir, sino que su brazo se canso de... hacer trabajó duro en la mañana? ¿Y crees que Vincenzo le dirá la verdad?.

Por cierto... ¡varios capítulos apasionantes seguidos! ¡¡Guau!!.

Espero que mis lectores pervertidos estén contentos con la forma en que se presenta la historia...