Matrimonio Y Amor

María al ver tan feliz a Hernán dejo pasar a Gabriel para que pudiera unirse a la celebración del cumpleaños de su hijo.

Ya en la cena los niños se divirtieron, comieron de todo, se sirvió el pastel, la gelatina y los niños se fueron a jugar mientras los adultos limpiaban todo, ya era muy tarde y todos los invitados se iban retirando, solo quedaban los de la casa, los hermanos de María se despidieron y se llevaron a Hernán quien ya estaba dormido, Narcisa estaba agotada y también se retiró a su habitación, dejando solos a Gabriel y María, ella quiso irse, pero Gabriel la tomo del brazo la giro y la beso apasionadamente, María no pudo resistirse y siguió el beso, luego recordó la traición y lo alejo, Gabriel se puso triste, pero no se dio por vencido y le dijo que debían hablar, María quien después de todo ese tiempo había pensado las cosas decidió darle otra oportunidad, pero no se la iba a dejar tan fácil.

- María por favor no me rechaces, he cambiado mucho, deje el vicio, encontré un nuevo empleo en la empresa de mi padre y sé que voy a darles todo lo que se merecen solo dame otra oportunidad y no te fallaré.

- No lo sé Gabriel me hiciste mucho daño, no puedo perdonar una infidelidad, quién me asegura que no vas a volver a culpar al alcohol por tus acciones bajas.

- Te juro mi amor, esa noche no paso nada, no me acuerdo, pero yo sé que nunca te podría ser infiel.

- Ya basta no quiero recordar esa noche, dame tiempo para pensar.

- Más tiempo mi amor, no puedo estar un día más sin ti, te necesito, te extraño, no me tortures más, te lo pido.

- mmm... está bien Gabriel ya es muy tarde, esta noche puedes dormir aquí, pero en el sillón y mañana veremos que pasa, tengo que pensar también en Hernán, no quiero que pase otro duro golpe.

- Está bien mi amor, estar cerca de ti es todo lo que necesito.

- Duerme bien Gabriel, mañana te diré mi respuesta.

- Buenas noches mi amor, que sueñes conmigo 🥰.

Gabriel y María se fueron a dormir, cada uno en su espacio, pero ninguno pudo descansar, pasaron todo el día pensando uno en el otro, ambos sabían que sentían amor y eso no se olvida tan fácil, aunque María tenía miedo de volver a confiar, decidió darle una nueva oportunidad, Gabriel, por otro lado, pensaba en la respuesta y eso no lo dejaba dormir, se fue a la cocina por un vaso de agua y ahí se encontró con María quien había ido también por agua.

Se sorprendieron al verse y entre risas se fueron acercando, Gabriel la tomo de la cintura y la acercó a él, le dio un beso apasionado que la dejo sin aliento, poco a poco empezó a recorrer sus manos por todo su cuerpo, María no se pudo resistir y lo llevo a. su habitación para no ser descubiertos, entre caricias y besos fueron subiendo de tono hasta terminar juntos en un delicioso placer.