El Acuerdo

Al día siguiente, las imágenes de la pareja se esparció en los periódicos y revistas, en las redes, cuando todos hablaban aún más de esta pareja parecieron varias fotos que lo destruyó todo.

— COMO PUEDE PASAR ESTO.

Dijo Leonard con frustración, Rodrigo se recostó en el sofá, no sabían de dónde habían salido las fotos de el y Lion.

— Leonard si vas hacer algo debes hacerlo bien, gia puso de su parte, y tú llegas y arruinas su trabajo, ahora ella es el hazmerreir en toda la red, su equipo se está encargando de acabar con las fotos pero ya todos la vieron esa empresa debe estar hecha un caos, ahora dime qué harás.

Leonard se sentía frustrado,

— No se, ya las fotos salieron no puedo hacer que las cosas retrocedan.

— Por cierto Leonard a todo esto, dónde está la pequeña no la veo, si fuera ella ya tendría una forma, es inteligente.

— Ese es otro problema no se donde está.

Rodrigo se puso de pie.

— Cómo que no sabes.

— Discutimos ayer y luego llegó Lion y ya no supe que pasó con ella.

Rodrigo lo miro enojado.

— Si no fueras mi amigo te daría una paliza ahora mismo.

Leonard suspiro, la puerta de la oficina se abrió con fuerza golpeando la pared.

— Que bueno que yo no soy su amigo.

Dijo Alejandro y se acercó a Leonard para golpearlo.

— Espérate, Alejandro cálmate

Se interpuso Rodrigo.

— Te dije que no la lastimaras.

La secretaria entro, era una nueva.

— Lo siento señor no pude detenerlo.

— Retírate Camila

Ella dejó a las cuatro personas en la habitación y se fue.

— Alejandro no estás en tu casa para venir aquí a armar un escándalo.

Dijo Leonard parándose frente a el.

— Además no te hagas el tonto, pudiste decirle ese día pero te callaste, así que tú también tienes la culpa, de hecho me preguntó por qué no le dijiste ese día.

Alejandro lo miro, en el fondo no quería que lastimaran a Lion.

— Por Lion.

Respondió Alejandro, Leonard se burló.

— Solo dime dónde está gia me la llevaré.

pregunto Alejandro, no la dejaría más tiempo con este tipo.

— No puedes llevártela Alejandro, por qué yo no sé dónde está ella.

Los dos hombres quedaron en un punto muerto.

— Yo que ustedes no me preocuparía por ella.

Los tres hombres miraron a leo.

— Por qué lo dices.

Pregunto Rodrigo ya que los demás no pensaban hablar.

Leo estaba sentado en el sofá comiendo dulces, el dijo.

— Verán, gia debe estar enojada y cuando se enoja suele irse a hacer cosas por ahí, cuando se tranquilice va a volver, pero yo que ustedes me preocuparía por su madre.

— ¿La madre de gia?

Preguntaron los tres, Leo Asintió.

— Mi hermano no la conoció muy bien, pero yo mantenía con gia, y pude notar como se vengo de los que molestaron a su hija, así que ustedes se están fijando en la persona equivocada, Amanda Martinelli es de quién debe esperar el ataque, solo piénsenlo, para llegar dónde está, ella sola con su hija en un mundo donde se les hace las cosas más difíciles a las mujeres.

Los tres negaron, esi era imposible eso que este decía no creo que hicieran nada.

— No creo que ella actúe, ella es una mujer capaz pero deja vivir a gia su vida.

Dijo Leonard, leo levanto los hombros.

— Bueno sigan discutiendo ya que no me creen.

Los demás continuaron en lo suyo.

PAIS Z

La mujer salió del jacuzzi y se cubrió con una toalla, cuando salió del baño un empleado le pasó la revista y una tablet, ella se sentó sobre la cama y sonríe.

— Vaya, que haré con estos niños, llama a Adel dile que se aparezca por aquí.

— Si señora Martinelli.

La mujer se arregló, y se miro en el espejo.

— Muy bien, andando

Ella tomo su bolso y salió de la habitación.

— Señora, Adel está aquí.

Ella miro al hombre cerca de la puerta.

— Adel mi pequeño.

Ella lo invito a la sala ambos se sentaron.

— Sabes que me gusta ir al punto, necesito que vueles a ciudad central, verás mi hija tiene ahora un prometido bastante bueno, solo que el es malo para decidirse, así que tú solo tienes que ir y quedarte las 24 horas del día junto a mi hija.