De Santa A No Tanto.

Franco.

He estado muy bien con mi niña, tuve que irme a un viaje de negocios a Milán y por allá me encontré a mi amiga de infancia, mis padres también estaban por allá de paseo, así que salíamos a cenar, mi padre siempre ha querido que me case con ella una periodista nos vio y me pregunto que cuando dejaría la soltería mi padre contesto por mí que en un evento lo anunciaríamos pronto, yo lo afirme, pues así sería, ya que había conseguido el anillo perfecto para mí, bella.

Luego de que la periodista se fuera hablé con mis padres y les dije que entre nosotros solo había amistad y que pronto me casaría, pero con la mujer que amo que es Isabella, mi Bella, ellos como la conocen estaban emocionados.

Al regresar no sabía cómo actuar con ella sin contarle, no me gustan las mentiras por qué no sé mentir y menos guardar sorpresa, así que había optado por ignorarla en la fiesta, ella era la sensación de la noche hermosa, sus grandes pechos resaltaban con ese vestido, pero la mirada lasciva de todos me daban ganas de irla a tapar con mi saco, la vi incómoda al parecer no aguanto el hecho que me casaría con otra y se quería ir.

Me acerqué y la vi triste me maldije y entonces le pedí matrimonio de rodillas, no cabía en mi felicidad al escuchar ese sí luego de llevarla a casa y pedirle perdón ella se echó a llorar a mis brazos eso me partió yo quería que tuviera una hermosa sorpresa, pero estaba triste.

Franco: Perdón mi amor, pero no quería arruinar la sorpresa, te amo y nunca te cambiaría por nadie.

Isabella:Sentí que te perdía y ese sentimiento me ahogaba, te amo mi amor.

La abracé fuerte para luego besarla, le decía en cada beso cuánto la amaba, la cargue hasta nuestra habitación y la besé, deje besos por su hermoso cuerpo y le hice el amor toda la noche, la hice mía esa mujer era mía para siempre, ya en la madrugada agotados la abracé para quedarnos dormidos al despertar la vi a mi lado, con sumo cuidado me levanté y le preparé un rico desayuno la puerta sonó y corrí a los intrusos que venían de importunos como siempre este día sería para nosotros dos solamente.

Subí a la habitación con el desayuno y ella estaba recién salida del baño y se estaba vistiendo al verme me sonrió y esa sonrisa es tan especial para mí mataría para mantenerla allí siempre.

Mi teléfono sonó y era mi secretaria quien me preguntaba si iría a la empresa, le contesté con mi tono déspota de siempre.

Franco: No cancele toda mi agenda y por su bien no me moleste hoy no iré a trabajar.

Corte la llamada y mi bella me veía cruzada de brazos y me dijo:

Isabella: Amor siempre eres muy ogro con todos gracias al cielo con Migo eres un dulce

Franco: Por qué tú eres la mujer que amo y la única capaz de hacer de mí lo que quieras mi Bella.

Después de esa conversación nos arreglamos y la llevé a un hermoso parque que me encanta, allí pasamos la mañana haciendo un día de campo, el lugar era hermoso, no tanto como ella claro hay Miles de flores, árboles, también el pasto es muy verde adoro este lugar.

Franco: Mi amor te he dicho lo mucho que te Amo.

Isabella: Si y yo te amo mucho más, Franco no sabes cuánto Amor.

Al terminar la llevé a un mirador que tiene una maravillosa vista, nos besamos y nos abrazamos jurándonos amor, estar con mi bella me encanta, ella me hizo ser quien soy y la amo.

Al regresar a la casa estaban mis amigos, mi nana los dejó pasar y la noche fue de amigos, bebidas y risas, todos comentaron la actitud que Franco conmigo.

Esteban: Casi te parto la cara isa estaba muy triste.

Max: Yo pensé en asesinarte, pensé que te habías vuelto loco y dejado a isa.

Esa noche mis amigos y yo disfrutamos una noche llena de risas y alegrías.