Mi Hermoso Vagabundo.

(Rocío Martínez)...

Aún recuerdo el incómodo momento que viví hace unas horas con Net, sentir que su cuerpo reaccionó mientras me besaba, no me deja dormir, doy vueltas es mi cama y no consigo conciliar el sueño porque pienso en lo nerviosa que me puse al no saber qué hacer y solo atiné a entrar rápido a la casa.

No es que no sea normal la reacción de Net, pero siento que mi relación con él es diferente porque más allá de lo carnal, lo veo como alguien especial en mi vida que poco a poco ha entrado a mi corazón y por el momento aún no me veo en otra faceta con él. No miento en que me gustan sus besos, sus caricias, su aroma y su compañía.

Pero no creo poder dar el paso de llegar a tener intimidad, ya qué cuando me entregué por primera vez a un hombre, fue algo que me marcó la vida, puesto que el señor Felipe fingió sentir placer al estar conmigo, porque amar a otra mujer, mientras que yo me entregaba a él en cuerpo y alma.

Al no tener experiencia pensé que tanto él como yo habíamos sentido placer y al enterarme de que fingió un orgasmo, me hizo pensar que quizás yo no soy lo suficiente mujer y que no soy capaz de satisfacer a un hombre. Y eso aún me da vueltas por la cabeza y por ese motivo pienso que me va a costar mucho tiempo para volver a entregarme a un hombre nuevamente.

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Después de haber dormido solamente un par de horas me levanto de la cama, me doy una ducha rápida, desayuno algo poco y salgo a tomar el autobús para ir a mi trabajo. Donde trato de caminar de forma normal, pero reconozco que me cuesta mucho, porque con mi nuevo atuendo y los zapatos de tacón se me hace muy difícil.

Llego unos minutos antes que todo el personal, quiero cuidar mi empleo, así que mientras todos llegan a sus puestos de trabajo, yo tomo la carpeta y vuelvo a repasar todo muy bien para no cometer errores.

_ Por más que te esfuerces nunca serás como nosotras, porque aunque la mona se vista de seda mona se queda..._ me dice Olivia a mi espalda.

_ Buenos días, Olivia no sabía que este uniforme es de tela tan fina _ le respondo con mi mejor sonrisa.

_ Deberías estar limpiando sanitarios, en vez de pensar que puedes llegar a ser como nosotras.

_ Olivia, no pretendo ser como tú, ni como nadie, todos somos diferentes y cada uno brilla con su luz propia, así que quédate tranquila, que aquí yo únicamente vengo a cumplir mi trabajo y no a pretender ser quien no soy.

Olivia me quedó mirando con cara de odio, pero en silencio, no dijo nada más y caminó hasta su puesto de trabajo, pero si su mirada matará yo estaría muerta en este instante.

Al rato ya me siento más familiarizada con todo y me manejo muy bien sin la ayuda de la carpeta, puesto que tengo casi todo memorizado. Muy amablemente les doy todas las informaciones correspondientes a las personas que vienen llegando, hasta que por la puerta principal veo entrar a una elegante mujer de unos sesenta años, vestida con un fino y elegante traje, pero con una mirada tan fría que mis bellos de la piel se me erizaran cuando se paró frente de mí y me habló.

_ ¿Mi hijo se encuentra en su oficina?

_ Buenos días, si fuera tan amable, ¿Me podría decir el nombre de su hijo? _ le respondo al no saber por quién pregunta.

_ ¡Qué personal tan inepto!... ¿Cómo diablos no sabes quién soy? _ me dice esa elegante mujer muy molesta.

_ Perdón señora Warren, me disculpo, Rocío es nueva en la empresa y por ese motivo no la reconoció _ Raquel le dice a la señora, qué por su apellido debe de ser la madre del señor Warren.

_ Disculpe mi ignorancia, Señora Warren _ me disculpó ante ella, mientras ella me ignora caminando hasta el ascensor principal del edificio.

_ ¿Eres bruta Rocío o te haces la bruta? Jamás en tu vida vuelvas a cometer un error así, porque tenlo por seguro que la señora Warren no da dos oportunidades, ya que ella y su esposo son los dueños del gran imperio que maneja su hijo y si no te cree competente para trabajar en esta empresa de seguro te correrá de inmediato _ me dice Raquel en modo de advertencia.

_ Gracias Raquel, lo tomaré en cuenta _ le agradezco a Raquel mientras Olivia se ríe a carcajadas de mí en su puesto de trabajo.

Luego de ese incómodo momento, vuelvo a mi puesto con varias dudas en mi cabeza, ya que si vuelvo a cometer otro error de seguro la madre del señor Warren me correrá de mi trabajo y con lo que necesito este empleo, me aterra tan solo la idea.

(Suena mi teléfono) Solo lo miro y no contesto, por el hecho de que me encontraba atendiendo a un señor que llegó a una junta en el área comercial.

(Vuelve a sonar el teléfono) No contesto, porque el señor Julio, se encontraba cerca y no tenemos permitidas las distracciones ni llamadas en el horario laboral.

(Vuelve a sonar el teléfono) Pero esta vez sentí una punzada el mi pecho y algo en mi interior me hizo contestar la llamada.

_ Hola, sí... _ digo al contestar algo nerviosa.

_ Rocío... Mamá... A mamá se la está llevando una ambulancia... _ me dice mi hermana Celeste Llorando al otro lado de la línea.

_ Espera, cálmate por favor Celeste. Necesito que me cuentes todo _ le digo a mi hermana menor, mientras intento calmar mis nervios, aunque me es casi imposible hacerlo.

_ Rocío... Cuando llegamos de la escuela encontramos a mamá tirada en el piso inconsciente... Fui por ayuda y la vecina de la casa de al lado, llamó de inmediato a la ambulancia.

_¿Celeste dime a qué hospital llevaron a mamá?

_ Creo que al hospital central, por lo que leí en el logo de la ambulancia _ me responde Celeste que no para de llorar.

_ ¿Ustedes dónde están ahora?

_ En casa, la vecina me prestó su teléfono y ella nos está cuidando.

_ Iré de inmediato al hospital, apenas sepa algo llamaré a este número y dile a la vecina que muchas gracias... Las quiero mucho _ le digo mientras que mis lágrimas corren por mi rostro.

Después de colgar, mis nervios se apoderaron de mí y solo atiné a tomar mis cosas para salir corriendo, sin darme cuenta, pasé a llevar al señor Warren, quien venía caminando hasta la salida del edificio junto a su madre.

_ Perdón señor W… _ no pude terminar la oración, ya que mi llanto descontrolado me lo impide.

_ ¿Dime qué te sucede? _ me dice el señor Warren quien se ve muy preocupado por mi estado.

_ Mi madre _ le digo.

_ Vamos yo te llevo _ dice tomando de mi brazo para caminar rápido hasta su carro, dejando a su madre sola sin entender que rayos sucedía.