Alena viajó a Nueva York, allí se encontraría nuevamente con su madre, una mujer que la abandonó, pero que quiere volver a recuperar su relación maternal con su hija.
Su madre le presenta a su prometido, quien la invita a su boda y que además también la invita a vivir con ellos. Allí tendrá que convivir con sus nuevos hermanastros y en especial con Alex, su hermanastro con el cual no se lleva bien.
Entre el odio y las discusiones ambos se van acercando, ¿podrá nacer el amor entre ellos dos?
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Capítulo 21 hacer las paces
La tensión en la habitación era muy fuerte todos se lanzaban miradas, ninguna palabra decían.
Ya eran las 5:00 am, cuando todos se fueron a descansar, Alex y Marcus se quedaron en una de las habitaciones, Ximena y Alena en la habitación de Alex.
Pronto se hicieron las 7:00
am, y Alex entró a su habitación despertado a Ximena y Alena.
Alex - levántese, tiene que ir a la universidad, uno de los guardias les trajo ropa y sus cosas.
Ximena - no...
nadamas dormimos 2 horas.
Alena - no podemos faltar hoy?
Alex - no...
dense prisa, el chófer los está esperando,
allá desayunan algo.
yo también tengo que irme al trabajo.
recuerden no los quiero cerca de Cristian.
Alena - per...
Alex - se los advierto, soy capaz que lo expulsen.
Alena - No eres nadie para impedirme cosas.
Alex - ok Alena, No soy nadie.
pero recuerda que estás bajo mi responsabilidad,
y ve pensando como le vas a contar lo que sucedió a tu madre.
Las chicas se fueron ala universidad con unas ojeras marcadas por la falta de sueño, Ximena se cubría con unas gafas de sol pero Alena no.
Britany se quedó sorprendida cuando miró que Alena se avía presentando a las clases, y sin ningún daño estaba perfectamente bien.
Alex y Marcus se dirigían al trabajo, en trayecto del camino Alex no dijo ninguna palabra, Marcus no dejaba de mirarlo y era tan obvio en observarlo.
Alex - ya escupelo, que me quieres decir.
Marcus - no lo se, dime tú?
Alex - a que te refieres?
Marcus - te gusta Alena verdad?
aunque lo niegues yo sé que sientes algo por ella.
Alex estacionó el auto aún lado de la calle, sacando un gran suspiro apretado fuerte el volante del auto.
Alex - no lo sé amigo, no sé que me pasa con ella. Desde que la conocí me quedé encantado con su belleza, me perdí en sus ojos apenas la mire. Ella están dócil, inocente, tan frágil. Pero ella me odia.
Sabes ella es muy diferente a otras chicas, me siento como un loco obsesionado.
¿crees que eso esté mal?
Marcus - no estas mal Alex.
Ella no te odia, ella actúa así contigo por defensiva por como la tratas tú.
Pero si trataras mejor Alena créeme que ella tendría otro punto de vista hacia tí.
Y nunca te había visto así por alguna chica, yo sé que lo de Samantha es solo apariencia.
Alex - que te dieras cuenta con lo de Samantha, me quita un gran peso de encima. Pero para mi familia ella muy especial, ellos las estiman mucho.
Samantha sabía que no la amaba cuando empezamos esta relación, pero me dijo que pondría todo de su parte para que yo la pudiera amar.
Marcus - nunca te he visto tan atento con Samantha como lo hiciste con Alena ayer.
Yo siento que Alena está igual que tú.
Alex - a que te refieres?
Marcus - no te soltaba cuando estaban en la regadera.
Alex - tu crees que ella?
Marcus - si, igual se siente atraída hacia ti.
Te recomiendo que hagan las paces entre ustedes dos,
y el tiempo lo dirá.
Alex se le dibujó una pequeña sonrisa en sus labios, recordando como Alena lo avía besado y el correspondiendo ese beso desenfrenado, y si...
Trataría de llevarse mejor con Alena, y ver cuál su respuesta hacía él.