Dos agentes del gobierno mueren en un atentado, ambos despiertan en un mundo totalmente diferente, no entienden que situación es esta, ahora deben unirse o pueden morir de nuevo.
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Amor
Por la mañana James pide el almuerzo, ambos comen juntos y se ven felices, solo que Arthur lo manda a llamar y él va con él a supervisar la frontera.
-Nos vemos más tarde, vas con la modista, la fiesta es pasado mañana.
-Claro, tienes cuidado.
Él le da un beso en los labios y se va, Arthur ya lo espera abajo y ambos se van.
-Señora, ¿cómo se siente?
-He? ¿Bien? ¿Por qué?
-Paso la noche con el barón, quiere un té
-Un te... Si,. si lo quiero, no es el momento
-Bien, se lo traigo enseguida.
-Gracias.
La doncella baja y Regina se toma su té que sabe horrible.
-Dios, sabe muy feo, por qué no hay pastillas.
La doncella le da un poco de miel para el mal sabor, ambas se sorprenden al escuchar la puerta, al abrir era una modista que entra con otras dos chicas y un montón de cosas.
-Baronesa son madam Susy, le traje uno de mis mejores vestidos -Decía orgullosa-
Regina pensó que James la había mandado, pero al ver el vestido solo puso la cara de desagrado al ver tan voluminoso vestido.
-Ese es su mejor vestido **No quiero ver los demás**
-Si, es la mejor tela, se verá hermosa.
-Madame, no quiero ser grosera pero no tiene algo menos... Voluminoso.
-Este es ideal para una dama como usted, Regina Adams.
-Soy Regina Foster, esposa del barón Forster, el Adams ya no es mi apellido.
-Bueno si, perdón, el conde le manda este regalo, quiere que tenga lo mejor -Ella se acerca a Regina y le toma la mano- El siempre de lo mejor, también le manda unas joyas-.
Regina retira la mano, suspira y entonces entiende quien manda todo eso
-Por favor haga el favor de retirarse, soy una mujer casada y el conde con esto solo hace que yo pueda tener problemas con mi esposo, dígale que no puede mandar regalos así.
-Cómo? Usted no entiende, él es un hombre muy rico, importante y...
-Eso no me importa, acaso piensa que dejaré a mi esposo por alguien como él, madame si usted se atreve a hablarme así entonces es cercana a él -Regina es ahora la que se acerca a ella- Dígale qué no me interesa, que tengo lo suficiente con mi esposo, si vuelve a hacer algo así le voy a cortar el cuello.
La modista solo abre los ojos por la sorpresa, no sabía cómo reaccionar, los rumores sobre ella decían que era arrogante y presumía todo su dinero y joyas, toma todo y sale pues Regina abre la puerta para que salieran.
-Pues no encontrará un vestido decente.
-No me importa, ahora largo.
Regina solo cierra la puerta, se sienta en el sillón y piensa en que hacer.
-Señora, creo que aquí solo hay una sola boutique.
-Si, lo sé, Pero esa mujer está loca, más el conde si cree que con regalos me hará dudar de mi matrimonio con James.
La puerta suena otra vez y Regina abre enojada pensando que es la modista, para su sorpresa no lo es.
-Si?
-Señora, le traigo esto de parte de la Duquesa Camila, supuso que no tendría ropa para la fiesta, a ella tampoco le gustan los vestidos voluminosos
-Gracias, en serio ella lo mando?
-Si mi señora, el duque dejo órdenes de dárselo, puede probárselo para ajustarlo si es necesario.
-Si, gracias.
Aquel vestido era elegante, de tela suave y fina, nada de planes, todo perfecto.
-Debo agradecerle.
-mi señora es muy bonito.
-Si nada que ver con él otro.
Así Regina soluciona el problema del vestido, al llegar James van a comer y dar un vuelta, ella l cuéntalo que paso y al llegar a un río ambos ven el atardecer.
-ese idiota está codiciado algo que quiero mucho.
-si, me quieres mucho?
-Claro que si, además te tengo un regalo.
-Que es?
James saca una cajita y al abrirla, era un anillo y un par de argollas
-Pero cómo?
-Nosotros no tuvimos una boda normal, por así decirlo, hace un par de meses lo encargue y me los mandaron con Arthur, ahora quiero que en tu mano lleves tus dos anillos, la promesa que hice ese día fue sincera, yo te amo, quiero estar a tu lado, en esta vida
Él le pone sus anillos y ella toma el de él, para colocarlo en su mano
-Yo también prometo amarte, ahora y todas las vidas donde dios nos permita estar juntos.
-Gracias, ahora eres mía.
-Y tu mío, si alguien quiere dar problemas le cortaré el cuello sin compasión.
-Así es, eres hermosa pero letal, siempre lo has sido.
Ambos siguen paseando y se toman de la mano, en la boutique el conde llega pensando que ha tenido éxito.
-Madame, dime, Regina quedó impresionada por mis regalos?
-Claro que no, casi me corre del hotel, esa niña no es alguien con quien debes meterte, tiene un carácter frío, no quiso nada de lo que le lleve.
-Que, acaso no le llevaste el mejor vestido que tienes y las joyas.
-Si, Pero no las quiso
-Asi que se hará de rogar, no quiero que le vendas ningún vestido, haber en qué harapos llega pasado mañana.
El conde en su imaginación pensaba que Regina no había aceptado por qué se ponía difícil, pero él hará que cambie de opinión, en cuanto al barón quiere verlo derrotado, quiere ver su rostro cuando ella le pida el divorcio, solo así estará feliz, después le quitara todo a él.
Sin saber que ellos no solo se aman, sino que están unidos por una vida anterior, algo que el jamás podrá romper, ahora ellos se aman mas que nunca
El día de la fiesta, Arthur llega con ambos para ser anunciados.
El conde se apresura a saludar a Regina, el vestido que lleva es elegante, sin tantos adornos y solo con unos pendientes pequeños, opto por usar guantes para que no la tocara.
-Regina, que bueno verla.
-Baronesa, mi esposa es una noble, le pido que tenga modales.
-Disculpa barón, pero ella es hermosa.
Regina retira su mano, haciendo un gesto de desagrado.
-Lo sé, es la mujer más hermosa, por eso es mi esposa.
James la toma de la mano y se retiran, van a saludar a la madre del conde.
-Excelencia feliz cumpleaños, que los dioses le den larga vida.
-Gracias.
-Soy el barón Foster y ella es mi esposa, la Baronesa Foster.
-Asi que eres hijo de Benjamin, si, te pareces a él.
Ambos entregan el presente y se retiran.