**Saga Vannecelli**
Sandra es una joven encantadora y divertida, apasionada por las carreras ilegales de motocicletas. Es hija adoptiva de Santiago Vannecelli, sublíder de la mafia italiana, y de la empresaria María Romero. Desde los 15 años, Sandra se enamoró de su primo Thyler Vannecelli, y juntos hicieron una promesa: informar a su familia sobre su relación cuando ella cumpriera 17 años. Sin embargo, el gran día llegó y nada salió como esperaban. A partir de ese momento, la vida de Sandra se convierte en un caos, repleto de traiciones, lujuria, odio y amor.
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Capítulo 3 Mi prima está llena de sorpresas.
Renzo Vannecelli
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-Después de finalizar la revisión de las fórmulas que utilizaré en el desarrollo de la nueva droga, siento una intensa necesidad de fumar un momento. Tomo la caja de cigarrillos que tengo en mi bolsillo, y en ese instante, alguien cubre mis ojos con sus manos. Con tono juguetón, esa persona me dice- Adivina quién soy.
-Sonrío y, reconociendo su voz tan característica, respondo- Eres una pitufina de 1,64 cm, con cabello castaño y ojos verdes. ¡Es mi prima favorita!. Al tomar sus manos y girar, digo- Hola, Sandra.
- Ella, con una amplia sonrisa, me saluda- Hola, Renzo, ¿cómo estás?
- Yo le respondo-Estoy bien, ¿qué haces aquí? Se supone que a esta hora deberías estar en la escuela.
- Ella se sienta a la mesa y me dice- Me escapé, necesito hablar contigo. Tengo un negocio en mente que podría generarnos mucho dinero.
- Sonrío de lado y le digo-Claro, si se trata de dinero, me interesa. Cuéntame, ¿qué tienes en mente, prima?
-Ella me responde- Soy una de las propietarias de carreras de motos ilegales. En ese lugar se reúnen muchas personas, lo que nos permitiría vender nuestra pastilla X, generando así una gran ganancia. ¿Qué te parece si dividimos las ganancias 50/50?
-Yo, con una expresión de sorpresa, le pregunto- ¿Eres dueña de carreras ilegales? ¿Desde cuándo? ¿También participas en esas carreras?
-Ella asiente con la cabeza afirmativamente y me dice- ¿Qué dices, socios?
- Sonrío de manera sutil y le digo- Socio, si me llevas a esa carrera, quiero verte participar.
- Ella se levanta y responde- Tienes suerte, esta noche habrá un evento. Te enviaré la dirección del lugar; lleva mercancía, será todo un éxito.
- Me hace un gesto con la mano en señal de despedida y le digo- En una semana será tu cumpleaños número 17. ¿Qué planes tienes para ese día?
- Ella responde- Se realizará una comida en casa de mis padres y en la noche saldré con unas amigas. Ahora me voy, cuídate, Renzo.
-La observo salir y, con una sonrisa en el rostro, comenté- Así que Sandra está en esta carrera ilegal. Sin duda, está tan loca como Caeli, si no es que incluso más.
-Al recibir una vibración en mi teléfono, me doy cuenta de que es un mensaje de Sandra. Al abrirlo, encuentro la dirección del lugar. Pasadas las horas, llego en mi motocicleta y noto que hay una gran cantidad de personas; el ambiente es agradable y el lugar me resulta atractivo. Me sorprende pensar que, a pesar de la imagen de inocencia que suele proyectar Sandra, disfrute de estos eventos. Me gustaría ver la expresión de mis tíos si supieran de esto. Después de unos minutos, estaciono mi moto y, de repente, otra moto se aparca a mi lado. Al quitarse el casco, me sorprende descubrir que es Sandra. Desde mi perspectiva, me sorprende ver que ella se encuentra vestida de una manera que nunca imaginé.
Su estilo habitual es bastante reservado, por lo que su apariencia actual resulta verdaderamente inesperada. No obstante, no puedo negar que se ve hermosa y plenamente femenina. Mis pensamientos se dispersan en el instante en que se coloca frente a mí, golpea mi casco y dice- Desde tierra, llamando a Renzo.
-Al verla sonreír, me bajé de la moto y me acerqué a ella. Le dije- Me sorprende tu atuendo, eres como una cajita de sorpresas, Sandrita. Saqué mi teléfono para tomarle una foto, pero ella intentó quitármelo. Le respondí- Tranquila, pitufina, no tengo intención de mostrársela a nadie.
-Con un tono de molestia, ella me dijo-Eso espero, Renzo. Nadie debe saberlo. Ahora, ven, quiero presentarte a Brayan y Fernando; son mis amigos y también son dueños aquí.
-Al acercarse a ellos, Sandra los saluda y me presenta. Sandra me solicita el bolso que contiene las sustancias, la cual entrega a Fernando, quien será el encargado de su distribución. Fernando le pregunta a Sandra- ¿Hoy vas a competir? Hoy está en juego un premio de 600 mil euros.
-Sandra responde- Por supuesto, ese dinero me sería de gran ayuda.
-Los hermanos se retiran y yo permanezco con Sandra. Ella me informa que- en 5 minutos dará inicio la competencia, por lo que deberás acompañar a Brayan para que puedas presenciar el evento, ya que ellos cuentan con una cámaras que te permitirá ver nuestro recorrido.
-La observo caminar hacia su motocicleta mientras yo sigo a Brayan. Después de unos minutos, comienza la competencia y veo que ella se sitúa en la delantera. A través de las cámaras se puede apreciar cómo varias motocicletas se acercan a ella con la intención de desplazarla, pero ella, más ágil, logra dejarlas atrás. Con el transcurso de los minutos, ella cruza la meta como la ganadora. Todos los presentes la rodean, y yo me acerco a ella, notando cómo Fernando le entrega el premio en efectivo. Él se inclina y le susurra algo al oído. Luego, ella se acerca a mí y me dice-Es hora de irnos.
- Yo arqueo una ceja y le digo- ¿Por qué es tan temprano?
- Ella me responde- Renzo, tengo 600 mil euros en este bolso. No es recomendable permanecer aquí, considerando que hay tantas personas que lo saben, además de que hay muchos mal perdedores.
-La observé voltear y fijar su mirada en un lugar específico. Al seguir su dirección, noté que varios chicos la estaban observando, especialmente uno de los competidores que la miraba con desagrado. Ella tomó mi mano y salimos de allí. Se subió a su moto y yo a la mía, y comenzamos a conducir en dirección a la casa donde acostumbramos a reunirnos los cinco. Tenía la impresión de que nos estaban siguiendo, así que al mirar hacia atrás, constaté que había cinco motos tras nosotros. Miré a Sandra, quien aceleró, lo que me llevó a hacer lo mismo.
Las motocicletas nos están siguiendo, por lo que Sandra decide virar su moto hacia un lado de la carretera y detenerse. Yo hago lo mismo y le pregunto- ¿Por qué te detienes? Debemos continuar, ¿no te das cuenta de que nos persiguen?
-Ella se quita el casco y me responde-¿Acaso piensas llevarlo hasta nuestra casa? Relájate, lo único que quieren es el dinero.
-Observo cómo las motocicletas se detienen; los individuos se quitan los cascos. Son los mismos jóvenes que estaban en las carreras.-