LOS WARWICKS

Era el vigésimo quinto cumpleaños de Rosario. Quería

celebrarlo íntimamente con sus padres, pero decidieron

invitar a mucha gente. Rosario era introvertida. Le

encantaba leer libros, navegar por Internet, ver

películas y trabajar sola. Por eso las grandes fiestas le

aburrían. La gente la agotó. No, estar cerca de mucha

gente la agotó. No es que sólo fuera antisocial, tiene

algunos amigos personalmente y muchos virtuales. Era

escritora de romances, por eso tenía algunos seguidores

en Internet.

Pero aún así, le habría gustado que la fiesta fuera virtual. Anualmente, sus padres le hacían fiestas extravagantes. No pudo conseguirlo, pero siempre los permitía. Cada vez que intentaba detener a su madre, hacía su drama habitual. Decía que quería celebrar su vida porque era un milagro. Bla, bla, bla.

¿Cómo pudo decirle que no a su mamá? Era un poco dramática y manipuladora, bueno, como ese día, por hacer esa fiesta, pero la quería mucho. Sabía lo mucho que la querían sus padres. Harían todo por ella. Le darían todo, aunque no pidiera, bueno, como para esa fiesta.

Demonios, no le gustó esa fiesta. Así que, mientras sus

padres estaban ocupados socializando con sus amigos, ella escapó y se fue a su habitación. Invitó a sus amigos, pero todos estaban ocupados. Bueno, tiene como tres amigos. Dos de ellas ya eran madres, ¿qué esperaba? Uno estaba muy ocupado con su carrera. Pero celebraron su cumpleaños antes. Pasaron el rato en un restaurante y hablaron durante muchas horas. Eso fuel lo divertido para ella. Estar en su pequeño círculo, ser ella misma.

Rosario decidió tumbarse en su cama mientras miraba su teléfono. Estaba mejor hablando con sus amigos virtuales que con sus primos a los que apenas conocía. Sólo se veían en ocasiones especiales.

Estaba ocupada navegando cuando escuchó un sonido en su balcón. No era un sonido de su jardín donde se celebraba la fiesta. Se levantó de la cama y se dirigió a la puerta de cristal que iba al balcón que estaba conectado a su habitación.

Estaba oscuro, así que encendió la luz y luego miró a su alrededor. No había nadie. Tal vez lo escuchó mal. Volvió a su habitación, cerró la puerta del balcón y se sentó en su cama. Casi le da un infarto cuando ve a una mujer de pie a los pies de su cama.

Llevaba un vestido blanco, pero no tenía un aspecto fantasmal, parecía viva. Tenía el pelo largo y la cara bonita. "¿Q-quién eres tú?" Ella tartamudeó.

"Soy Majika", se presentó. "Lamento irrumpir así, pero no te preocupes, no hay nada que temerme. Deberías estar agradeciéndome ".

"¿Gracias por qué? ¿Por visitarme? ¿O estás aquí solo para saludarme con un feliz cumpleaños?" preguntó sarcásticamente.

"Hoy estás celebrando tu cumpleaños por mi culpa",

Dijo Majika y luego se rió.

"¿De qué estás hablando?"

Tus padres me pidieron ayuda hace más de dos décadas. Les costaba concebir ese momento. Tu madre ya ha perdido la esperanza, pero me conocieron. Les ayudé a lograr su mayor deseo que se llamaba tú".

Escuchó esa historia, era consciente de que sus padres intentaron muchas cosas antes de tenerla, pero sólo un sanador de fe tuvo éxito. "¿Eres el sanador de fe del que me hablan mis padres?"

Majika hizo una mueca. "No soy un sanador de fe". Parecía disgustada al ser llamada curandera. "Soy una bruja".

Rosario estaba atónita. Ella no sabía qué decir. Ella no sabía qué sentir, entonces, ¿cómo podría reaccionar? ¿Majika le estaba haciendo una broma? ¿Es esto una especie de broma de cumpleaños? ¿Mis primos te enviaron aquí? ¿Dónde está la cámara?" Miró a su alrededor en busca de la cámara pero no vio nada.

A sus primos les encantaba gastarle bromas cuando eran más jóvenes, por eso no le gustaban. Tal vez volvieron a ser matones. Eso era más plausible que creer que Majika era una bruja.

No hay cámaras, ¿de acuerdo? Soy una bruja. No te preocupes, uno blanco. Somos los más amables y razonables. Ayudamos a los humanos, así que no hay nada por lo que entrar en pánico", le aseguró Majika.

¿Pero por qué iba a creerle? "¿P-por qué estás aquí?" preguntó después de intentar procesar lo que decía Majika.

"Tengo que cumplir mi parte del trato".

"¿Qué?" preguntó con la frente anudada.

Ayudé a tus padres pero no fue gratis. Firmamos un contrato", dijo Majika y luego se rompió. Rosario se quedó boquiabierta cuando apareció un periódico de la nada.

Si estaba soñando, necesitaba despertarse pronto. ¡Ya se estaba volviendo loca! Se pellizcó con fuerza pero no pudo despertar.

"No puedes despertar si no estás durmiendo, Sary", dijo Majika con sarcasmo cuando la vio pellizcarse.

"¿Cómo supiste mi nombre?" No recordaba haberse presentado y, sin embargo, conocía su apodo.

"Te he estado observando durante veinticinco años. ¿Cómo no sabría tu nombre? "

"¡¿Estás aquí toda mi vida?!" Estaba muy asustada.

"Mirando desde lejos". Ella le entregó el contrato. No estaba escrito allí lo que haría.

Mis padres han acordado que te pagarán a tiempo. ¿cómo? ¿Qué deseas?" preguntó mientras seguía mirando la firma de su madre. La firma era auténtica.

"Necesito tu ayuda".

"¿Puedes elaborar?"

"¿Solo necesito pedirte prestado a tus padres por unas pocas, ahm, semanas o meses?" Ella hizo una mueca.

"¿Para qué?"

"Tienes que hacer que alguien se enamore".

"¿Estas loco?" Rosario se estaba volviendo loca. No podía entender nada en absoluto.

Mira, tenemos que conseguir el Libro del Poder de los

Warwicks. No puedo decirte qué es este libro, pero es muy importante para nuestra raza. Es difícil de explicar, así que digámoslo así, el Libro del Poder contiene los hechizos más poderosos que pueden destruir el mundo. Si esto es manejado por las personas equivocadas, el mundo estaría en peligro. Nosotros, las brujas blancas, estamos sintiendo que las brujas negras están haciendo algo para obtener el libro. Tenemos que conseguirlo antes que ellos ".

"Entonces, ¿esta es una batalla entre brujas blancas y negras?"

"Si. Y para mantener la paz en la Tierra, tenemos que conseguir el libro de los brujos ".

"¿Brujos?"

"Son brujos malvados a los que les encanta realizar magia negra, cazar almas y jugar con los humanos".

La cabeza de Sary ya quería explotar. No podía creer que estaba escuchando todo esto. ¿Ahora que? ¿Estaba en medio de la batalla entre brujas y brujos blancos y negros?

¿Dijiste que necesito hacer que alguien se enamore de mí? No entiendo cómo está conectado eso en esta batalla ".

Tengo que admitir que no podemos luchar cara a cara, de magia a magia, de poder a poder, con los Warwicks, el protector del libro. Son poderosos sin medida. Las brujas negras también están fortaleciendo su fuerza al dañar a los humanos. Las brujas blancas no pueden jugar así. Nuestra única esperanza es el libro del poder, aprender y proteger los hechizos de eso. Pero el libro está protegido por los hechizos y la sangre de los Warwicks. La única manera de disminuir la protección es convencerlos de vivir una vida humana. Eso solo es posible si se enamoran ".

"Todavía no lo entiendo", dijo Sary, sacudiendo la cabeza.

Una vez que un brujo se enamora de un humano, puede rendirlo todo fácilmente. Lo vi muchas veces. Así que lo intentaremos... Con tu ayuda ".

"¿Y si no estoy de acuerdo?"

No tienes elección. Tenemos un contrato".

"Sí, pero no dijo que no pueda decir que no".

Tu vida está en juego aquí, Sary. Te di a tus padres, puedo llevarte de vuelta", dijo con calma como si no fuera nada, ¡por el amor de Dios!

"¿Pensé que eran los más amables y razonables?"

"Usted es el que no es razonable por no cumplir con el contrato".

"Déjame pensar en ello". Bajó la cabeza y cerró los ojos con firmeza. Estaba furiosa pero no quería empeorar todo. Todo seguía siendo confuso para ella, todavía no podía creerlo. ¿Qué haría ella? ¿Estar más tiempo para pensar ayudaría? Como si pudiera pensar en una salida a esa situación. Una cosa más, tengo novio, no está aquí ahora mismo pero..."

"Bueno, claro. Te daré veinticuatro horas para pensar".

Feliz cumpleaños, Sary. ¡Este es el mejor cumpleaños de todos! " Se saludó sarcásticamente cuando Majika desapareció en el aire.

Ella no pudo hacerlo. Pierce, su novio que estaba trabajando en Canadá en ese momento, la mataría si hiciera algo loco como eso. Pero Majika también la mataría si no accediera a su petición. "¡Dios mío! ¿Por qué mi vida está en juego?"

***

SAMAEL sostenía una copa de vino, viendo la puesta de sol en el balcón de su mansión. Los atardeceres siempre le dan paz. Estaba disfrutando de su vino cuando escuchó un fuerte ruido fuera de su jardín. Estaba oscureciendo, así que no sabía de dónde era exactamente el sonido.

Dejó la copa de vino sobre la mesa y utilizó automáticamente su habilidad de transporte para salir de su mansión. Se movió rápidamente para llegar al arroyo cerca de su mansión en menos de veinte segundos. Estaba seguro de que ese sonido era de allí. Escuchó un chapoteo de agua hace un rato.

Miró a su alrededor y vio un cuerpo en el arroyo. Era de una mujer. Caminó hacia ella para ver si seguía viva. "Vivo", se dijo a sí mismo cuando sintió los latidos de su corazón. Samael levantó la vista, la mujer podría haberse caído del acantilado. Estaba un poco alto, ¿cómo podría seguir viva? Sin embargo, estaba seguro de que era humana. Puede sentir si alguien era inmortal. Y esta persona frente a él era seguramente un humano.

Samael cargó a la mujer y la llevó a su mansión. No quería ayudar, pero aún tenía un poco de conciencia. Y no quería que nadie la encontrara muerta en ese arroyo e hizo que la policía hiciera una investigación en esa área. No quería que los humanos penetraran en su lugar sagrado.

Una vez que la mujer despierte, la enviará a casa. Se transportó de roca en roca hasta llegar a su mansión. Colocó a la mujer en una de sus sillas de playa, cogió una toalla y la secó. Tragó al ver la desnudez de la mujer. No había visto la carne de una mujer durante dos décadas, tal vez por eso se sentía excitado. La puso en su bata y luego se fue.

Samael ni siquiera parpadeó en toda la noche sabiendo que había un extraño dentro de su mansión. Aunque estaba fuera, en la zona de la piscina, durmiendo en su silla de playa. Aún así, dentro de su propiedad.

De ver el atardecer, ahora estaba caminando de nuevo hacia el balcón para ver el amanecer. Y para ver si la mujer seguía en la zona de la piscina. Puede ver la zona de la piscina desde el balcón de su habitación. La mujer seguía allí.

Corrió a la zona de la piscina cuando la mujer se despertó. "¿Quién eres tú? ¿Dónde estoy?" preguntó la mujer en cuanto llegó.

"Bueno, estás en mi propiedad. Debería ser yo quien te pregunte quién eres y qué estás haciendo aquí ".

"No sé por qué estoy aquí", respondió la mujer. Parecía confundida con la forma en que se anudó la frente. "Y no sé quién soy".

Le tocaba a él anudar la frente. ¿Estaba jugando con él? Nadie jugó con uno de los brujos más notorios del planeta. Usó su truco favorito con ella. La miró directamente a los ojos y volvió a preguntar. "¿Quién eres tú?"

Ella lo miró como si estuviera magnetizada. "Yo... Realmente no lo sé ".

Estaba siendo honesta. "Espera, ¿estás diciendo que estás teniendo amnesia?"

"¿Creo que sí?" La confusión estaba por toda su cara.

"Entonces creo que es mejor si te vas a casa".

"¿Cómo?"

Oh, sí, estúpido de su parte. "Sabes que no puedo dejar que te quedes aquí porque no quiero que nadie invada mi privacidad".

"¿A pesar de mi condición?"

¿Por qué es ese mi problema? Y estoy viviendo aquí solo, ¿no me tienes miedo?"

"No te ves aterrador".

"No porque sea guapo significa que soy una buena criatura".

"Pero creo que da más miedo salir de este lugar solo".

"Te ayudaré a salir de aquí".

"¿Y qué haría después de salir de aquí cuando ni siquiera sé quién soy? ¿Y si los malos me persiguen, por eso llegué aquí? "

"Tengo sirvientes que pueden ayudarte a encontrar quién eres".

"No lo sé, pero creo que quedarse aquí es más seguro. ¿Puedes dejar que me quede? No tengo que entrar en tu mansión. Me quedaré aquí fuera. Quizás después de unos días, mis recuerdos volverán ".

¿Y cómo sabrías eso? Solo un médico puede ayudarlo ".

"Tengo miedo", dijo la mujer en su lugar. "Tengo la sensación de que no fue una buena idea salir de este lugar".

Samael suspiró. Bueno, si ella no entraba en su mansión, pensó que no habría ningún problema. "Solo por unos días".

Se dio la vuelta para entrar pero la mujer le llamó. "No me has dicho tu nombre".

"No tienes que saber mi nombre".

"¡Por supuesto que sí!"

"Samael". Se adelantó un pie para seguir entrando, pero ella le volvió a llamar. Estaba empezando a irritarse.

"¿Qué demonios, señora?"

"¿Puedes darme comida?" Ella hizo una mueca.

Samael se burló. "Multa. Espera aquí". Fue a la cocina y preparó comida para su invitado no deseado. ¡No podía creer que estaba haciendo eso!

Puso una taza de café y un sándwich de jamón en una bandeja y luego salió a dárselo a la mujer. "Gracias", dijo con una amplia sonrisa en su pequeño rostro redondo.

Honestamente, la mujer parecía inofensiva. Linda cara redonda, grandes ojos redondos, nariz de botón y labios voluptuosos. Era un poco más bonita de lo normal. Y Dios, su cuerpo. Tiene las curvas correctas en los lugares correctos. Se tragó al recordar haberle puesto esa bata la otra noche.

Se aclaró la garganta y luego se dio la vuelta, estaba aceptando que la mujer era inofensiva. Prometió no mezclarse con los humanos. No hay conexión íntima con los humanos de nuevo.

Samael fue a su habitación y llamó a Carlos, pidiéndole ayuda. "Entonces, ¿dejas entrar a un humano en tu mansión?" preguntó Carlos desde la otra línea. "¿Quieres que la traiga y lo traiga a la ciudad?"

No hasta que conozcas su verdadera identidad. Necesito asegurarme de que no corra ningún tipo de peligro antes de enviarla a casa".

"¿Y por qué es eso?"

Sí, ¿y por qué?

"Creo que alguien estaba tratando de hacerle daño, por eso se cayó del acantilado anoche".

"¿Te importa?" Puede sentir que Carlos ya estaba sonriendo aunque no lo viera.

"¿Qué tal si entras aquí y ves a mi invitado no deseado y luego haces una investigación?"

"Lo siento, hermano, pero no estaré en Manila hasta pasado mañana".

Samael cerró los ojos con firmeza. "¿Dónde estás?"

Boracay. Es el cumpleaños de Niña".

¿Pensé que era solo una aventura? ¡Vamos, hermano! Sabes que los humanos te harán vulnerable".

Basta de tus consejos, Samael. Soy lo suficientemente mayor para manejar esta relación humano-brujo. No te preocupes por mí".

"Hermano..."

"Te veré tan pronto como toque Manila".

"¡Maldición!" Tiró su teléfono en su cama. Entonces, ¿tiene que estar con el invitado no deseado durante unos días? ¿Cómo pudo manejar eso?

Se dirigió al balcón para ver cómo estaba. Estaba sentada ahí, abrazándose. No había más comida en la bandeja.

Decidió ir con ella. "¿Quieres más comida?"

Parecía sorprendida al escuchar su voz. "¿Cómo es que no escuché tus pasos?" preguntó en su lugar.

Por supuesto, no caminé. Camino como un gato. Entonces, ¿quieres más comida? "

"No, estoy bien. Gracias. Todavía estoy tratando de averiguar por qué estoy aquí. ¿Estás seguro de que no me conoces? "

"¿Por qué iba a mentir?" Se sentó en la otra silla de playa junto a la de ella. Te dejaré quedarte unos días pero por favor no invades mi privacidad. No quiero que merodees por mi propiedad ".

"Por supuesto. Gracias por dejarme quedarme. Prometí que me comportaría. Sólo quiero intentar recuperar mis recuerdos. Estoy seguro de que esto no es serio. Ni siquiera estoy gravemente herido ".

Miró sus heridas, eran todos arañazos. Nada parecía ser profundo. Pero aún así, para un humano, eso podría ser doloroso. "¿Necesitas un botiquín de primeros auxilios?"

"No, creo que estoy bien. Sólo unos rasguños", dijo y luego sonrió mientras lo miraba. Era como un rayo de sol cuando sonreía.

Samael miró hacia otro lado al darse cuenta de qué demonios estaba pensando. Recordó haber dicho esas palabras exactas que describían a alguien hace más de dos décadas.

¿Pero puedo pedir algo de ropa en su lugar? Quiero decir, necesitaba darme un baño", dijo la mujer.

"Está bien, señora. Hay un baño en el patio trasero, no es necesario entrar a mi casa, hay un camino allí ". Señaló el lado izquierdo de la casa que va al patio trasero. Hay artículos de tocador allí. Solo te conseguiré ropa y una toalla".

"Espera", la mujer la detuvo cuando él se puso de pie. "¿Puedes darme un nombre? No quiero que me llamen dama".

Bueno, piensas en tu propio nombre. No me des más problemas ". Se alejó sin mirarla.