No, esto no puede ser cierto. Esa mujer no pudo destruir mi vida aún más de lo que ya lo ha hecho. ¿Qué más quiere de mí?, ¿acaso planea mi muerte?. No, si me quisiera muerto lo estaría. Quiere que pase mi vida postrado, arrastrándome como un gusano.
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Lazos rotos
¿?: ¿Por qué lloras?, eres muy guapo para estar tan triste.
Dorian: ¿hay alguien conmigo?, ¿quién es?, siento que secan mis mejillas.
¿?: Así está mejor, espero que despiertes pronto. Tienes una larga vida por delante, no te rindas todavía.
Dorian: no sé de quién se trata. Pero solo cuando está conmigo mi mente encuentra paz y deja de revivir cada palabra llena de veneno que salía de esa mujer y que siguen atormentándome. Lo dulce de su voz tranquiliza mi mente. Su toque cálido me consuela y me pone en apuros cada vez que la siento limpiar mi cuerpo, es la única vez que he agradecido por estar inconsciente, me moriría de la vergüenza si tuviera que mirar su rostro en una situación como esta. No sé cuánto ha pasado pero esa chica sigue visitandome, debe ser una enfermera. Su compañía es mi único momento de tranquilidad. Creo que es la primera vez que siento el cuidado de alguien.
¿?: Hoy es el último día que estaré aquí, no podré seguir viniendo.
Dorian: no, ¿por qué?. No te vayas, no me dejes solo tú también. Si te vas enloqueceré.
¿?: Sabes, espero verte algún día, pero despierto. Talvez como extraños en la calle, pero no en una cama de hospital. Eres muy joven para dormir tanto, despierta y vive una vida emocionante por los dos. Adiós extraño.
Dorian: se va, la siento alejarse. No escucharé más su voz, no sentiré su presencia, ni siquiera el olor de ese perfume que usa. No, no puedo perderla también. No sé quién es, pero ha sido lo único que me ha mantenido cuerdo. Logro abrir un poco los ojos, no puedo ver con claridad, la luz me molesta. Solo veo la figura de espalada de una mujer con un cabello negro tan largo que llega a su cintura. Poco a poco mi vista se va aclarando al fin he despertado, pero no he podido ver bien quien era esa chica. Miro mis piernas, las veo, están ahí, pero no las siento. Intento moverlas, pero nada no se mueven. Luego de un rato de intentarlo solo me quedo viendo hacia la nada, ¿qué será de mi vida ahora?.
Enfermera: ¡despertó! !doctor rápido!, el paciente a ha despertado.
Dorian: el medico revisó mi estado, me dijo las consecuencias que había tenido ese accidente sobre mi cuerpo y aviso a mis familiares. Pero nada de eso me importa. Ahora estoy más solo e indefenso que nunca, ¿cómo podré seguir adelante?.
Alberto: al fin despertaste ¿cómo se te ocurre manejar ebrio? ¿tienes idea de los problemas que causaste?. No, claro que no, tu nunca mides las consecuencias.
Rosalin: cariño no es el momento, aún no se recupera.
Alberto: ¿qué le pasa?, ¿por qué no dice nada?.
Médico: por favor no se exalten, deben entender que en estos casos los pacientes pueden sufrir de depresión. La lesión en su columna es grave, no volverá a caminar.
Alberto: !¿que?!, solo esto me faltaba, espero que estés feliz. Este es el costo de tu imprudencia.
Dorian: puedo escuchar sus quejas y sus regaños. Aún en ésta situación no se compadece ni un poco de mí. Si me conocieras, si te hubieras tomado el tiempo de conocerme un poco, de saber cómo soy. Sabrías que yo no debo, pero nunca le importe. ¿Podemos hablar a solas?
Alberto: así que al fin te dignas a decir algo.
Dorian: ¿puedes darme cinco minutos de tu tiempo?.
Alberto: está bien, espéreme afuera.
Rosalin: como desees.
Alberto: ¿qué quieres?.
Dorian: ¿tanto me odias?.
Alberto: no te odio Dorian, pero me es difícil tratar contigo. Verte me recuerda todos los días lo que perdí y como si fuera poco tú no has hecho más que decepcionarme.
Dorian: ¿acaso fuiste el único que perdió algo?, yo también lo hice.
Alberto: no es lo mismo, tú nunca la conociste.
Dorian: pero me has hecho pagar por ello toda mi vida.
Alberto: …
Dorian: ¿en qué te decepcione?.
Alberto: ¿hablas en serio Dorian?, ni siquiera terminaste tus estudios. ¿Cuántas veces fuiste transferido por ocasionar problemas?.
Dorian: está será la segunda y última vez que conversemos. Así que aunque te incomode, lo único que pido es que me escuches hasta el final y que por favor esta vez te abstengas de golpearme. Como puedes ver no estoy en condiciones de recibir otra golpiza como aquella. Yo si me gradué, terminé mis estudios en línea ya que tu esposa se encargaba de comprar a mis profesores y compañeros de clase para hacer de mi vida un infierno. Por eso estudié sin que lo supiera.
Alberto: ¿acaso te golpeaste la cabeza y solo dices idioteces?.
Dorian: ese proyecto que tanto te enorgullece alabar, que hizo a la empresa obtener ganancias inesperadas y que fue presentado por Adrián, es mío. Lo tomaron de mi estudio cuando quise abrirme paso por mí mismo.
Alberto: ¿hasta cuándo planeas mentir?.
Dorian: ¿en serio crees que tuve un accidente?, claro que lo crees. Nunca te tomaste el tiempo de conocerme. Alguien cercano a mí no lo creería con facilidad. Rosalin al fin decidió deshacerse de mi pero no lo consiguió. Hace varias noches estuvo aquí, pensó que no la escucharía. Confesó como envenenó a mi madre, cómo fueron sus últimos momentos, como la hizo sufrir, como murió desesperada por saber que su familia estaba en peligro.
Alberto: ¡te estás pasando Dorian!, Rosalin te ha criado como un hijo.
Dorian: que ganaría con mentirte, tú nunca me has dado nada. Pero eso no importa ya te lo he contado todo. Este es mi pago por haberme dado un techo donde dormir y un plato de comida. ¡ahora! ¡largo!, ¡toma a tu preciada familia y lárguense!. A partir de hoy los lazos que nos unen se han roto, no existen. He permitido por bastante tiempo que destrocen mi vida, he aguantado en silencio con tal de tener tu aprobación. Qué me miraras con cariño, aunque fuera una sola vez y mírame ahora ¿de que me ha servido?.
Alberto: no estás bien Dorian, deja ya de inventar mentiras o ¿es que estas enloqueciendo?.
Dorian: sí, estoy loco, no escuches mis desvaríos. Elige a ese par por encima de mí como siempre lo has hecho. A esa mujer que no es mi madre y a ese bastardo que no lleva tu sangre