Andrew Quintana, es un hombre de treinta y cinco años. Guapo, alto de muy buen ver, pero sobre todo millonario, tiene una reputación impecable. Muy pocos conocen a lo que realmente sé dedica, detrás de esa figura intachable, se esconde un verdadero hombre despiadado sin el más mínimo sentimiento, los que realmente lo conocen saben de lo que es capas, de hacer cuando se meten con él.
En una persecución, tratando de atrapar a su peor enemigo, recatada a una chica que lo hará perder la cabeza, poniendo su vida y su casa patas para arriba.
Acompañame en está nueva historia, a descubrir de que es capas de hacer este hombre y quienes la chica que lo hará perder la cabeza.
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capítulo. 19. De regreso
Cuando llegue a la mansión de Andrew, así que me dirigí al otro extremo de la casa donde siempre se la pasa. Hola Alondra, ¿cómo estás?
Vi a Luis que llego de inmediato baje para saludarlo, ya tenía varios días que no lo veía. Dime Alondra como vas con las clases.
Mucho mejor solo me quedan algunos exámenes y termino. Solo esperó que sea antes de irme.
Está decidida a irte.
Si, no tengo nada que hacer aquí.
Nos has hablado con Andrew.
No, estaba con la tipa esa, que vino a buscarlo.
Es mejor así Luis, no voy a complicarme vida por un hombre que no sabe lo que quiere.
No entiendo que es lo que le pasa.
Espero que tú si vayas a visitarme a México verdad. Note que Alondra están algo distraída, Andrew no es más que un reverendo idiota.
Después de que estuve platicando Luis, el Andrew desaparecieron, habían pasado más de quince días, que no llegaba a la casa.
Me imagino que está en uno de esos negocios, porque se llevó a casi todos los guardaespaldas que estaban aquí en la casa.
Podía estar tranquila y no preocuparme por tener que encontrármelo
Esa mañana estaba en la cocina con Diana, así que le pregunte. Diana, y El señor Andrew siempre se va sin decir nada.
Si, siempre es así está ocupado con sus asuntos de la empresa, o los que ya sabes. A veces tarda en regresar hasta un mes, cuando las cosas no salen mal.
¡Ah!
Estás decidida a irte.
Si Diana, tengo que regresar con mi familia, los extraño. Ellos deben estar preocupados.
Entiendo.
Después de estar platicando un rato con Diana, subí a mi habitación. Mientras hacía algunas tareas me quede pensando en todo lo que me ha pasado en todo este tiempo, incluyendo hasta las del loco de Andrew.
No sé en que momento ese hombre me empezó a gustar, ahora que no está en la casa, que no lo escucho hablar siento que lo extraño, no puede ser posible que me haya enamorado de él.
Pasaron dos semanas más, para qué regresará, me lo tope bajando las escaleras le medio sonreí, pero solo me quedo viendo, y siguió caminando, me ignoró por completo.
Mm. Y ahora que bicho le pico. Me fui a la cocina prepararme un café. Buenos días, Diana.
Buenos días, señorita Alondra.
Llego el señor Andrew.
Si, aviso que llegaba hoy.
Estaba sentada tomando mi café cuando entro me quedo viendo y después me dijo. Prepara tus cosas, te llevaré a México.
Me quede atónita, que por poco se me salen los ojos de la noticia, el plazo que me había dicho no se había cumplido todavía. ¿Por qué quería que me fuera antes?, esa noticia no me la esperaba, por un lado, estaba feliz, porque vería a mi familia nuevamente, pero por el otro lado sentí que mi corazón me dolió, porque eso significaba que no lo volvería a ver más. Está bien señor Andrew, cuando me voy.
Te llevaré ahora mismo.
Está bien estoy lista, nada de lo que tengo aquí me pertenece, así que no me llevaré nada. Me despedí de Diana, y subía a mi habitación solo por mi pequeña bolsa de mano y, baje de inmediato.
Me despedí de algunos de los chicos. Buen viaje Alondra, y ya sabes si alguien te quiere hacer daño.
Claro, chicos no lo olvidaré, me despiden de Luis si lo ven. Vi como cambio su semblante de Andrew, en cuanto mencioné a Luis.
Para que, tanto lo quieres.
No, no lo quiero él es mi amigo, siempre tiene que estar pensado mal de los demás.
En vez de estar feliz porque ya te vas a tu casa, te estás preocupando por Luis.
Vete al diablo, loco amargado.
Me subí a la camioneta y me recargué sobre la ventanilla, viendo por última vez ese lugar al cual no volveré.
Cuando subimos a su jet privado, sentía como estuviera dejando han gran parte de mi en este lugar, que no pude evitar que mis lágrimas se deslizaran por mis mejillas, me pegue a la ventanilla, para que no se diera cuenta de que estaba llorando. Durante todo el viaje no hablamos.
Durante todo este tiempo no pude hacer que ella se enamorara de mí, si no era una cosa, era otra.
Así que decidí llevarla a su pueblo, pues ese era el trato aunque todavía faltaba, pero el tenerla cerca de mí, me está volviendo loco.
La deseo tanto que no sé, si pueda olvidarla, está pelirroja definitivamente me robo el corazón, es que soy un tonto en vez de retenerla a mi lado la estoy llevando de regreso a su casa.
Donde tal vez no la vuelva a ver nunca, pero será mejor. Si ella no me quiere y le gusta otro solo me estoy haciendo ilusiones a lo tonto.
Cuando llegamos me di cuenta de qué no traía nada, solo un pequeño bolso de mano. Y tus cosas donde están.
Le dije que nada de lo que me habían comprado era mío, no tenía por qué traerlo.
Solo la quede viendo sin decirle nada, después subimos al auto que ya nos estaba esperando, para llevarnos al pueblo de ella.
Por lo que me había dicho eran más de cinco horas de viaje hicimos una parda para comer algo.
Vamos comeremos algo.
No quiero.
Pude darme cuenta de que estaba llorando, me preocupó. ¡Que pasa!
Nada, no se preocupe y vaya usted a comer.
Cuando Andrew se fue me quede dentro del auto, no quería nada, creo que nunca me había sentido así, sabía que faltaba poco para llegar.
Quería estar con mi familia, pero a la vez quería estar con Andrew aunque solo fuera para estar peleando con él.
Cuando salí de la empresa me dirigí a la mansión de Andrew, para ir a ver Alondra y llevarle sus documentos, pues ya estaban listos por lo menos cuando se fuera se los llevara, así si ella algún día quiere venir.
Lo puede hacer a la hora que ella quiere.
Cuando lleve me encontré con la noticia de que ella ya no estaba. Pero como que no está Diana donde fue.
El señor Andrew se la llevo a su pueblo.