La venganza sería la manifestación de la emoción pura, mientras que el castigo lo sería de la razón pura. Después de la muerte de su padre a manos de un líder terrorista, nuestra fénix como es llamada Cristin en la agencia de seguridad nacional. Busca el castigo para el asesino de su padre, así logra que él atente contra su vida, en ese despiadado acto Cristin pierde a su única hija, llevándola ha perder el camino. Pero al igual que el fénix, resurgirá de las cenizas para buscar justicia por el amor que le fue arrebatado. Zaid era un pequeño que vivía en la calle, adoptado por Yassir el enemigo de Cristin nuestra agente que sigue sus pasos, pero su verdadero nombre era Gael. en cierto momento queda dividido entre proteger al fénix o proteger al que ha sido su salvador y su padre toda su vida. El amor no siempre es sencillo, o leal, o romántico, también sabe ser amargo y doloroso. Podrán Zaid y Cristin sanar sus heridas, para poder tener un futuro distinto al que les fue impuesto.
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Trampa
Capítulo 3
Nuestra agente Fenix se encontraba en la misión que le habían asignado en el país vecino, México. Tenía meses tras la huella del líder del cártel del norte, no solo ella también su compañero Vincent. Viajaron a Ciudad Juárez donde le habían informado que se reuniría, Cristin era hermosa, gracias a sus raíces colombianas llamo la atención de Sergio Mendoza el líder que en ese momento cerraba un negocio en el restaurante del hotel, lo que ignoraba es que su presa, realmente era su cazadora.
Sergio estaba sentado en la mesa de al lado cerrando un negocio con el mejor amigo y mano derecha de su más importante socio Zaid Abad, Abdul no había prestado atención hasta que Sergio le hizo la seña de la mujer en la mesa de enfrente. De una manera pícara y coqueta Cristin los saludó con su copa. Su objetivo era Sergio desconocía totalmente al hombre sentado con él.
—Esa si es una verdadera mujer!.—expresaba Sergio
—Cuidado señor hay bellezas que pueden ser letales.—respondió Abdul, pero también él quedó encantado con tal belleza.
—Esa mujer no se me va viva, esta misma noche me posaré entre sus piernas y sabrá lo que es estar con un hombre de verdad.—decía Sergio con mucha seguridad.
Abdul la observaba sin duda era una mujer misteriosa pero muy hermosa, pero no estaba ahí por placer y para él los negocios de su mejor amigo Zaid eran primero que cualquier aventura. Cerró el negocio con Mendoza y siguió su camino, tenía una reunión importante en Colombia y Ecuador, allá Abdul se encontraría con Zaid.
Después de marcharse Abdul, Mendoza seguía atento a la belleza que no dejaba de sonreírle y de coquetearle, era hora de aproximarse a ella se sentía un hombre con suerte, no tenía dudas de poder llevársela a la cama. Sin temor se levantó de su asiento y se acercó a nuestra fénix.
—Es tal su belleza que me mantuvo distraído toda la noche. Soy Sergio Mendoza.—se presentaba al mismo tiempo chasqueó los dedos para ordenar una botella de vino para sentarse a la mesa con nuestra agente.
—Gracias por el cumplido, Soy Sofía Vélez.—extendió la mano para estrecharla con la de Mendoza y al mismo tiempo le coqueteó
—Lo sabía, sabía que tu eras de Colombia pero tienes un acento mezclado. Las mujeres de Colombia son las más hermosas y sensuales.—decía Mendoza de una manera halagadora
—Si soy de Colombia pero estoy aquí por negocios, mi acento se escucha mezclado por los idiomas que hablo. Soy experta en el arte del idioma.—expresaba Cristin provocándolo a algo más, la señal más evidente es que ella se mordía los labios, inevitablemente hizo que Sergio pasara saliva.
—Me muero de ganas de comprobarlo.—respondió Mendoza mientras acomodaba su saco, al mismo tiempo la miraba fijamente con unas ganas desbordantes por devorarla. Por debajo de la mesa Cristin acercó su pie para acariciar la entrepierna de Sergio, debía dejar en claro su mensaje, que esa noche estaba de suerte y lo llevaría a su habitación.
Después de unos minutos más de coqueteo y de frases en doble sentido, ella lo invitó a subir a su habitación. Él ordenó a sus dos sicarios esperarlo en el estacionamiento, aunque ellos no estaban tan convencidos pero después de todo eran las órdenes del patrón.
Subieron al elevador hasta el fondo ya que iban más personas dentro de, Cristin tomó la iniciativa deslizando su mano sobre el pantalón de Mendoza para acariciar su miembro sobre de, algo en especial tienen los elevadores que volvia la situación más excitante. Sergio no dudó en también tocarla, por debajo del vestido deslizaba su mano para deslizarla por su pierna, en ese momento se abrió el ascensor interrumpiéndolos.
Cristin sabía que si tenía que llegar a un jugueteo más sexual tenía que hacerlo por el bien de la misión, caminaron hasta la habitación de la agente Fénix. Mientras ella intentaba abrir, Sergio se pegaba a ella para frotar entre los glúteos de Cristin su miembro erecto lleno de deseo.
—Wow! sí que estás listo, me encanta eso.—expresó Cristin con su voz agitada, abrió por fin la puerta y sin esperar Sergio se quitó el saco para después abalanzarse sobre ella, tenía cierta urgencia por despojarla del vestido para recorrer, chupar y lamer cada centímetro de su piel.
Cristin no entendía porque no entraba Vincent y los demás muchachos para detenerlo, si no le daba prontitud terminaría teniendo sexo con Mendoza, así que sacó un plan b.
—¿Sabes que me gusta?, jugar antes de tener sexo.—decía Cristin mientras sacaba unos cinchos de seguridad que usaban para las detenciones
—Me encanta que seas así de peligrosa.—respondió Sergio, como típico hombre que piensa con las bolas se dejó atar de las manos, Cristin tuvo que quitar su vestido para dejar expuesta su lencería provocativa para seguir distrayendo su atención, tenía a Mendoza babeando por ella.
—No sabes mamita cómo te voy hacer gozar, eres toda una hembra.—decía Mendoza mientras su miembro estaba totalmente erecto y apunto de salir de su pantalón
Cristin no tuvo más opción que quitarle la ropa mientras él no podía tocarla, ella le quitó el pantalón para dejarlo en bóxer ya que lo tenía que mantener distraído mientras llegaba su equipo de apoyo, definitivamente Cristin no estaba ni cerca de estar excitada para tener relaciones. En eso su equipo de apoyo y Vincent entraron a la habitación, ella saltó de la impresión pero a la vez de alivio, por supuesto también Mendoza pero más que sorpresa se mostraba incrédulo por la situacion.
—Desátame y pásame la pistola que está en mi saco!—gritó Mendoza a la supuesta Sofía
—Se tardaron, pensé que nunca llegarían.—expresó Cristin mientras se cubría con la bata de baño
—¿Que? Cai en tu trampa maldita!.—gritaba Mendoza
—Sergio Mendoza el líder del cártel del norte, por fin fuiste atrapado al igual que tu gente. Te llevaremos de inmediato a tu nuevo hogar, donde no volverás a ver la luz del sol.—respondio Cristin
—No tienes idea de con quién te metiste, te juro que aún no vamos a llegar a la línea fronteriza, cuando el mismo gobierno de mi país los va a obligar a soltarme, infelices. Créeme con una bala atravesaré su hermoso cráneo.—los amenazaba Mendoza
—No les vamos avisar, además tu presidente está de acuerdo con el nuestro para tratarlos como terroristas. Así que es hora de irnos.—respondió Vincent
—Solo recuerda Mendoza que perdiste tu libertad por dos minutos de pasión.—le recordaba Cristin, todos los muchachos rieron y se llevaron a Mendoza en un operativo bien planeado.
—Felicidades agente Fénix, su plan funcionó a la perfección volvamos a casa, antes de que toda Ciudad Juárez impida que nos llevemos a su patrón.—dijo Vincent
Cristin sonrió, se puso unos jeans y una sudadera para salir de inmediato de regreso a su país. Del saco y del pantalón de Mendoza cayó el celular, decidió dejarlo en la habitación del hotel para no ser rastreados, después de dejarlo sobre la mesa. Un mensaje de Zaid llegó a el, pero nunca lo recibiría porque gracias a Fénix había perdido a uno de sus socios más importantes.
si así está escrita está noveltonn, como será en la vida real, debe ser uff más horrible aún