—Soy una persona que cuando encuentra es alguien especial... no la dejara, hará lo que sea para estar junto a ella.
—Nunca me ha gustado alguien de mi mismo género, pero ella... ella me hace sentir cosas que nunca había sentido ni pensé sentir. Serán estos sentimientos verdadero, mis verdaderos sentimientos.?
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Lo pensaré.
(Pov Mia.)
Mia: Joyce, quédate con mi bebé, solo serán unas horas, sabes que no puedo dormir afuera, yo regresaré a esos de las 10 o menos.
—Le comente a Joyce sobre la cena con Saroth, ella no se veía muy contenta pero igual me apoyaba, ella se quedaría con mi bebé esas horas que iba a salir.—
Joyce: Pero por que hablas como si me fuese negado.?, sabes que soy la persona más feliz cuidando a mi sobrina, además, por favor... no te detengas, pásala rico y no te cohibas tantos.
—Pero de que estaba hablando.?. Sonreí al recordar lo de esta mañana en la oficina de Saroth.—
Joyce: Jajaja vaya... estas rojas, tú ya tenias esos planes con ella, pero que cochina.
Mia: Claro que no, no soy como otras por aquí.
Joyce: Eso es una indirecta.?, pues... no me importa, cuando lo hagas por primera vez... no querrás parar después, entonces me entenderás.
—Dijo yendo junto a mi bebé que estaba acostada en mi cama viendo muñecos en la tv, yo estaba sentada frente a mi tocador dándome los últimos toques para estar lista. Me miré por últimas vez al espejo y me levante.—
Mia: No soy como tú, tú eres como un conejo, es como si no te cansaras. Vamos bebé, despídete de mami.
—Dije agarrando la en mis brazos para abrazarla y darle besos, ella solo se retorcio y hacía como si iba a llorar, indicándome que quería que la soltara, y eso hice.—
Joyce: Cuando esta viendo sus caricaturas favoritas no conoce a nadie. Sabes.?, no deberías hablar tanto, no sabes lo bien que se siente tener sexo o hacer el amor, es una sensación indescriptible, no sabes de lo que te pierdes.
—No, no sabía de lo que me perdía, no sabía que era esa sensación de que ella hablaba, pero tampoco sería fácil solo por sentir de lo que ella está hablando, "todo llega en su momento", eso me lo decia mucho mi hermano, así que no tenía apuros por aquello. Un mensaje en mi celular me sacó de mis pensamientos, lo revisé y era ella, ya estaba aquí.—
Mia: Bien, nos vemos en dos horas.
—Dije dándole un beso a mi bebé, que me ignoró por completa.—
Joyce: Toma te tu tiempo, la niña queda en buenas manos.
—La miré con mis ojos entre cerrados, la demora era que yo me fuese para darle todo tipo de dulces a mi bebé, la conocía demasiado.—
Joyce: No me mires así, son las 7 de la noche, no le daré dulces a esta hora, no soy tan inmadura.
Mia: Eso espero, igual me daré cuenta si eso pasa. Bien, nos vemos, Chao.
Joyce: ¡Diviértete!
—Estaba emocionada, sentía una felicidad que no había sentido en muchos años. Al bajar la vi a ella, se veía espectacular, no podia ver mucho sobre su vestimenta, pero lo que alcanzó a ver, ella lleva unos pantalones olgados, un un abrigo marrón que cubre casi todo su cuerpo, su pelo estaba suelto. Ella tenía las manos dentro de los bolsillos de su abrigo mientras estaba recostada sobre su auto observando las estrellas. Me acerque y le hable.—
Mia: Hola.
—Dije algo tímida, pero emocionada. Ella dejó de mirar las estrellas y me miró a mí, se enderezó, me miró de arriba a bajo para terminar mirándome a los ojos.—
Saroth: Hola, te ves hermosa.
Mia: Gracias, tú también te ves hermosa.
—Nos quedamos mirándonos como dos bobas, luego ella habló.—
Saroth: Nos vamos.?
—Preguntó abriendo la puerta del auto para que yo entrada. No se si lo que decía Joyce era cierto, que ella realmente gustaba de mí, pero creo que Joyce tiene razón, con esta... es la segunda vez que me subo a su auto, el cual como ya lo sabemos... ella no le gusta que nadie suba a su auto. Yo entre y luego entro ella, se puso el cinturón de seguridad y me ordenó que también lo hiciera, lo hice, luego ella puso el auto en marcha. No había pasado ni 5 minutos y yo ya le estaba preguntando a donde me llevaba.—
Mia: A donde me llevas.?, donde cenaremos.?
Saroth: No te apures, te encantará el lugar, aunque a mí me gustaria llevarte a otro lugar... se que aun no puedo.
—Dijo sin quitar la vista de la carretera. A que lugar se refería.?. De camino al restaurante solo hablamos de cosas triviales, llegamos al restaurante, en la entrada una señora nos indicó donde era nuestra mesa, el lugar era hermoso, se notaba que aquí solo venían los ricos, las mesas estaban bastante retiradas unas de las otras, la luz era opaca, en las mesas ocupadas se ayudaban con algunas velas, el lugar era bastante privado y romántico, por decirlo así. Íbamos a nuestra mesa, Saroth de repente me agarró de la mano, sentir su delicada mano sobre la mía... me gustaba, me hacia sentir bien, me hacia pensar que ella gustaba de mí, me daba la impresión de que a ella no le importa quien la mirara, y eso me brindaba seguridad, de que ella no solo quería usarme, y eso era suficiente para no cohibirme con ella como me dijo Joyce.—
Saroth: Gracias.
—Le dijo a la señora antes de dejarnos solas, ella retiró mi silla para que yo me sentara, después ella se sentó al lado mío, la miré, pensé "creí que se iba a sentar frente a mí" pero creo que es mejor así, tenerla más cerca era mejor. Después de un minuto llegó el camarero, nos brindo la carta para que pidieras, luego se fue.—
Saroth: Pide lo que quieras, no veas los precios. Después que sea para tí... no me importa.
—Dijo mirándome a los ojos, sentí algo recorrer mi cuerpo.—
Mia: Comprendo.
—Dije dejándola de mirar. Vamos Mia, no te intimidas, no puedes mostrarle debilidad a ella.—
Saroth: Ya elegí, que elegiste tú.?
Mia: Este.
—Le apunté con mi dedo, ella sonrió, luego levantó la mano y en seguida el mismo mesero llegó. Ella le habló al mesero, luego el se fue.—
Saroth: Bien, háblame de tí, quiero saber cosas de tí.
Mia: Pregúntame, yo te responderé con toda la verdad.
—Ella se quedó mirándome, luego un mensaje entró a su celular, miró y frunció el ceño, luego apagó su celular. Volteó a mirarme con una sonrisa en su rostro.—
Saroth: Bien, primero; Con quien vives.?
Mia: Con mi hija.
Saroth: Nadie más.?, ni familias.?
Mia: No, solo nosotras dos.
Saroth: Segundo; Háblame de tu familia, con quien tengo que hablar si quiero tener algo contigo.?
—No pude ocultar mi cara de tristeza, debe tener suerte ella, no tendría que hablar con nadie.—
Saroth: Que pasa.?, no debí preguntar eso.?
Mia: No, esta bien. Para eso solo tienes que conquistar a mi hija, y pues... a Joyce.
Saroth: Pregunta tú.
Mia: No tienes más preguntas.?
Saroth: No por ahora.
—Iba a preguntar cuando llego nuestra comida con una botella de vino, mire a Saroth y ella solo encogió sus hombros. El mesero dejó los platos, nos sirvió vino, dejó la botella y se fue. Saroth de una agarró su copa y tomó de ella, yo no tomaría aún, para el vino soy muy débil, puedo tomar de todo tipo de bebidas... pero si tomo vino, solo bastarán dos copas para estar borracha y volverme loca, por eso no tomaré aún.—
Mia: Háblame de tu compromiso.
—Dije de la nada, ella parecía no importarle nada.—
Saroth: Mi compromiso es arreglado, Oliver es mi mejor amigo, ninguno de los dos nos queremos casar, pero para comprometernos con otras personas... decidimos comprometernos entre nosotros y así tener más libertad sobre nuestras vidas.
—Respondió lo más tranquila posible mientras me miraba, entonces... debe ser cierto.—
Mia: Te debes casar con él.?
—Pregunté con mi mirada puesta en mi plato, si ella se casaría con él... no creo que sea buena idea abrirme con ella sobre mis sentimientos. Ella agarró mi mano con delicadeza, entonces la miré.—
Saroth: Eso lo hubiese hecho antes, ahora no, no me casaré con él.
—Espero y no se note mi emocion. Hablaba enserió.?—
Mia: Que cambió.? por que ahora ya no.?
Saroth: Tú, tú llegaste a mi vida.
—Por qué lo dice tan a la ligera.?, corazón cálmate, me dará algo si sigues así.—
Saroth: Mi madre sabe sobre mis gustos, ella solo lo está haciendo para mantener su estatus social, igual, creo que no necesita que yo me case con Oliver, pero ya sabes... las familias adinerada son así, entre más mejor.
Mia: La verdad no lo sé.
—Dije y ella sonrió.—
Saroth: A mí no me importa eso, solo quiero pasar el resto de mi vida con alguien a quien ame, desee, quiera cuidar, que me necesite, y no hablo económicamente, que me necesite en su vida, que yo la haga feliz y ella ami, quiero estar con alguien que con tan solo un mensaje de esa persona me emocione, que cuando la abracé... sienta que no importa que pase, todo estará bien, que cada vez que me toque... mi cuerpo se erice, que mi corazón se acelere con solo mirarnos. Esa es la persona que quiero pasar el resto de mi vida.
—porque siento que esta hablando de mí.?—
Saroth: Ah! se me olvidaba algo. Que quiera hacerle el amor todo el tiempo.
—Dijo casi en un susurro acercándose un poco más, mi corazón se quería salir de mi pecho. Aclaré mi cargara y me aleje un poco llevando un trozo de carne a mi boca. Ella se enderezó, sonrió y comenzó a comer también.—
Mia: Dime algo... que piensas de los niños.?
—Al hacerle esa pregunta, ella me miró como si pensara si decirme lo que sentía o no.—
Mia: Se sincera conmigo... no te juzgaré.
—Dije mirando mi plato. Supongo que no le gustan los niños. Ella parecía pensar que decirme, y eso me reconfirmo que no le gustan los niños, después de un rato ella hablo.—
Saroth: Para serte sincera... no me gustan los niños, jamás cargué uno, solo con escucharlos llorar me irritan, prefiero tenerlos lejos...
—Le pedí que fuese sincera, y se lo agradezco, pero creo que... no soy la persona que ella anda buscando.—
Saroth: No te mentiré que sí me sacó de honda cuando te vi con esa niña, pero tú me gustas, y no es un gusto cualquiera, mi gusto va más allá de solo gustarte alguien... ahora sé que tienes una niña, pero eso no me será impedimento para poder estar contigo... si me lo permites, sí tu me gustas... ella también tiene que hacerlo, no puedo tenerte solo a tí sabiendo que tienes una niña, así como me enamoré de tí.... también me enamoraré de ella, si me das la oportunidad... tenlo por seguro que esa niña se enamorara de mí al igual que yo de ella.
—Finalizó tomando mi mano y mirándome a los ojos. No sé que pensar sobre eso, no quiero que después se arrepienta de intentar querer a mi bebé, de pronto será mucha presión para ella y termine culpando me después. No quiero que se arrepienta después. Y también tengo miedo que mi niña se encariñe con ella y después ella tenga que dejarnos.—
Mia: Te estas declarando.?
Saroth: Es obvio ¿no.?
Mia: Estas segura.?
—Ella me sonrió.—
Saroth: Jamás en mi vida he estado insegura en lo que quiero, confío en mis habilidades como en mis sentimientos, no suelo hablar a la ligera, si te digo algo es porque así lo siento y pienso.
—Escuchaba atenta a lo que decía, podía ver que no mentía en lo que me estaba diciendo, pero... podría eso bastar para ella lidiar con mi niña.?—
Mia: Puedo pensarlo.?
—Le dije. Aunque ella también me gustaba... tenía que pensarlo, no podía poner solo mis sentimientos en una balanza, tenía que pensar en mi niña también.—
Saroth: Claro que puedes, pero cuanto tiempo.?
Mia: No puedo apresurarme.
—Ella se quedó pensando, agarro su copa de vino y tomó de ella, yo solo la estaba observando.—
Saroth: Puedes pensarlo el tiempo que quieras, pero... hay algo que me gustaría saber... ¿Aun puedo besarte mientras lo piensas.?
—Sonreí. Ella no me estaba mirando, pero me gustaría que me mirada, se siente tan bien como ella me mira.—
Mia: No se.
—Dijo continuando con mi comida, ella me miró coquetamente.—
Saroth: Eso es un sí.
—La miré mientras sonreía. Yo tampoco quería perderme de besarla, lo hace demasiado bien como para privarme de eso, además, su labios son tan dulces y suaves, que aveces quiero besarla a todo rato.—
Saroth: Dime... que te gusta.?, que haces en tus tiempos libres.?, que estabas estudiando.?
Mia: Tienes muchas preguntas ¿no.?
Saroth: Me interesas, quiero saber todo de tí.
—Ella es demasiado directa, acaso quiere matarme.?—
Mia: Me gusta el fútbol, en mis tiempos libres me gusta salir con mi bebé, pasar tiempo con ella, cuando estudiaba estaba estudiando arquitectura, me gusta.
Saroth: Te gusta el fútbol.?
—Ella preguntó sorprendida.—
Mia: Así es, le voy al liverpool. ¿Y tú.?, te gusta el fútbol.?
Saroth: así es, yo le voy al real Madrid.
—Que.?, Realmente le va a ese equipo de presumidos.?—
Mia: No puede ser, enserió le vas a ese equipo.?
Saroth: Pues claro, real hasta la muerte.
Mia: Odio ese equipo.
Saroth: Gracias a Dios casi no nos enfrentamos, de lo contrario... sería caótico.
Mia: Caótico para tí, liverpool es el papá de ese equipo de presumidos.
Saroth: De que hablas.?, tu equipo es el presumido, el real es unos de los equipos más humilde, de presumidos no tienen nada.
Mia: Como que el equipo más humilde.?, pareces que no eres fanático de ese equipo, o tal vez por eso es que lo defiendes, porque sabes como son.
Saroth: Soy fanática de ellos porque son humildes, debes conocerlo para que entiendas.
Mia: No quiero, no me gustan los que se creen mejor que otros, sabiendo que todos son iguales.
Saroth: Ellos son los mejores, por que no lo reconoces.?
Mia: Así que sabes que son presumidos.?
Saroth: No son presumidos, que sean los mejores no significa que sean presumidos.
—Ambas habíamos dejado de comer para defender a nuestros favoritos, pero creo que debíamos parar, si no... terminaríamos discutiendo. Respiré hondo y mejor cambiaría de tema.—
Mia: Aparte del fútbol... que te gusta.?
—Ella me sonrió, creo que también entendió para donde iba nuestra conversación si continuabamos.—
Saroth: Me gustas tú y tus labios.
—Volteo mis ojos, ella se estaba encargando de enamorarme e intimidar me a todo rato, y lo estoy odiando.
Nuestra cena continuó entre preguntas y repuestas, ella me comentó muchas cosas de ella, y lo único que no hablamos fue de sus amigas y del padre de mi niña, y sé que tarde que temprano tendríamos que hablar de ello, pero creo que no era el momento ahora, aunque yo ya me hacia una idea de quien era o fue Alice en la vida de Saroth. Ahora íbamos de regreso a mi casa.—
Saroth: Te gustó el restaurante.?, es unos de mis favoritos.
—Habló ella de repente cuando estaba en un semáforo, luego el semáforo pasó a verde.—
Mia: Estuvo bien, la comida estaba rica.
—Dije así sin más, me estaba sintiendo extraña.—
Saroth: Estas bien.?
Mia: Así es, porque.?
Saroth: No, nada.
—Después de eso mi vista se enfocó en la carretera, no se que estaba sintiendo, pero me sentía rara. Después de unos minutos, llegamos a mi apartamento, me bajé y luego ella se bajo. Ella se recostó en su auto y yo me pare frente a ella.—
Saroth: Me la pasé genial, espero no sea la última vez.
Mia: Yo también la pasé bien, me encantó cenar contigo.
—Le respondí sonriendo, porque no estaba mintiendo... la pasé genial con ella. Nos quedamos mirando sin decir nada por unos segundos, luego ella se enderezó, me tomó de la mano y me jalo donde ella.—
Mia: Que haces.?
—Dije riendo pegada a ella.—
Saroth: Quiero despedirme como se debe.
—Dijo llevando su mano a mi cuello acariciandolo a su paso.—
Mia: Y como es eso.?
Saroth: No eres mi novia, pero me permitiste besarte mientras eso ocurra.
—Dijo para luego besarme. Fue como una brisa que recorrió todo mi cuerpo, sus labios y sus besos eran lo mejor que había probado en mi vida, su lengua invadir mi boca era la mejor sensación del mundo, sus delicados toques con sus manos era como viajar al espacio en menos de un segundo, no se como lo hacía... pero era increíble como ella me toca y besaba, no quería dejarla de besar, pero eso no sería posible. Nos separamos, nos quedamos mirando por un rato y esta vez la besé yo, pero fue un beso rápido, se lo di y en entré a mi condominio sin decirle nada, y creo que hablar seria demasiado. Al entrar a casa voy a la habitación de mi bebé y no había nadie, voy a la mía y allí estaban dormidas, Joyce abrazado a Annie en cucharitas las dos, sonreí, fui al baño me lave los dientes, me cambié de ropa y me acosté con ellas con la mejor sensación que podía sentir. Me estaba quedando dormida cuando me llegó un mensaje, lo miré y era Saroth, el mensaje decía "Buenas noches, que tengas dulces sueños. Apenas te dejo y ya quiero que llegue mañana para verte de nuevo". Sonreí, pero no le respondí, deje el celular y me acomode para dormir.—
excelente novela autora me encanta sus personajes y la narración de la trama otro capítulo más gracias