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El Loto Negro —el Renacer De Un Jade—

El Loto Negro —el Renacer De Un Jade—

Status: En proceso
Genre:La Vida Después del Adiós / Reencuentro / Apoyo mutuo / Amor eterno / Demonios / Reencarnación
Popularitas:801
Nilai: 5
nombre de autor: Xueniao

Tras haber ganado la guerra entre los tres reinos y revivido al loto blanco, Liú Huó, rey del inframundo , se verá envuelto en una nueva travesía lleno de obstáculos en sus camino.

Nuevos enanemigos amenazara la paz de la corona en busca de venganza y poder. Pero esta ves será la prueba del Loto Blanco, quien tendrá que tomar el poder que por sangre siempre le correspondió y, poner fin a las calamidades de atormentan la tranquilidad y el equilibrio entre los imperios.

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Cuerpo y alma, son solo tuyos.

⚠️ADVERTENCIA R18⚠️

—Vamos a la cama Huó gēge

Aquellas palabras habían salido sin escrúpulos de mis labios. Sentía mis mejillas arder y la sangre acumularse en mi cara, pero, aun así, la necesidad de mirarle a los ojos cuando se lo decía fue totalmente necesaria para respirar. Sus ojos brillaron con la suave luz que mantenía la claridad del salón, su respiración se hizo lenta pero pesada, y podía sentir cómo con aquella mirada me sometía de mil formas que van más allá de mi conocimiento. Su mano viajó a mis labios entreabiertos, deslizó su pulgar sin siquiera parpadear una vez, tomó mi barbilla y me besó lentamente, pero con tanta intensidad que sentí mis piernas temblar. Tuve que afirmarme de sus hombros; aun cuando estaba sentado entre sus piernas, no pude evitar suspirar y que mi cuerpo se derritiera entre sus brazos. Cada partícula de mí se entregaba a él como si fuera su dueño por completo, y es que lo era, pero la escena nublaba mi mente para pensar más allá. Suspiré entre nuestros labios cuando me permitió respirar, sentí una pequeña angustia cuando el roce entre estos se terminó. El sentimiento de un calor faltante era decepcionante, y precipitadamente puse mis manos en sus mejillas atrayendo su cara y besándole demasiado torpe y desesperado. Y es que, con la neblina en mi mente, lo único en lo que pensaba era en el calor abrazador en mi boca que se estaba expandiendo por cada lugar donde sus dedos se posaban. Escuché la suave risa salir de sus labios, el suave zumbido que emitía su garganta al mantener sus labios sellados con los míos, pero aun así no se separó. Deslizó sus manos con calma desde mis muslos hasta mi cintura, como burlándose de mi desesperación. Un pequeño gruñido de disgusto salió de mi pecho, en forma de protesta; no tenía tiempo para sentir vergüenza, no luego de mi desvergonzada conducta anhelante. Él separó nuestros labios luego de unos segundos donde acarició a completa merced mi cuerpo sobre las túnicas. Sus ojos brillaban, su mirada era tan intensa que sentí como si todo el aire de mis pulmones se hubiese escapado, él me sonrió cálidamente y dejó un pequeño beso en la punta de mi nariz calmando el ambiente. —Alteza, me encantaría seguir aquí, pero si alguien por alguna razón entra y lo ve en este estado, estoy seguro de que perderé la cabeza, y por el momento, todo ser es necesario para la guerra.

Sentí mis mejillas arder nuevamente, pero aun con sus palabras, el calor que encendió con sus besos y caricias estaba tan vivo que no pude evitar dejar escapar un bufido en protesta. Él rio suavemente y tomó mi mano, besándola con ternura y delicadeza. —Por lo que pido a su Alteza que me espere unos minutos a que pueda llevarlo a la habitación, estoy seguro de que será un lugar mucho más cómodo para satisfacer sus deseos...

Su otra mano se deslizó por mi columna y sus palabras salieron en un suave susurro que estremeció todo mi cuerpo, pero fue su última frase la que no pudo dejar que me sintiera completamente a gusto, y lo miré fijamente a los ojos, apoyando mis manos en su pecho y agarrando con fuerza sus túnicas. —¿Solo son mis deseos? ¿Huó-Er no quiere lo mismo?

No entendía por qué me sentía tan susceptible a cualquier rechazo, aun cuando sabía del devoto amor que tenía Liu Huó hacia mí; las palabras salieron incluso temblorosas, y sabía que mis ojos se empezaban a enrojecer anticipando cualquier respuesta negativa. Claro que esta nunca llegó; en cambio, mis labios fueron tomados nuevamente, pero esta vez el beso fue tan calmo y lleno de ternura que incluso sus labios frotaban los míos como si fuesen pequeñas caricias rogando sentir todo el amor que estaban transmitiendo. Su lengua viajó lentamente por mi boca, danzando lentamente junto a la mía, lamió mis labios por última vez antes de separarse y mirarme fijamente a los ojos. —Espere mil años a su Alteza, ¿cómo puede tener dudas de mis deseos? Si me retengo, es solo porque mi respeto y amor a su Alteza van mucho más allá de mi deseo carnal. Pero si su Alteza le da el honor de ser merecedor de sus propios deseos lujuriosos, entonces este servidor promete cumplir fielmente ante su Alteza.

Sus palabras calentaron mi alma y estremecieron mi cuerpo; no me importaba incluso verme desesperado, lo estaba. Sentía que todo mi interior ardía en llamas. No sabía si era por la adrenalina de los sucesos, de saber que tal vez mañana se cree un baño de sangre donde el destino decida separarnos. No sabía la razón, pero el deseo de entregarme y unirme a él cuerpo y alma se hacía cada vez más necesario, y no temía gritarlo. Dejó un suave beso en su cuello, tentando completamente mi suerte, deslizó con lentitud sus dedos por el mismo y susurré ansiosamente con la respiración pesada. —Entonces llévame a la habitación, Huó-Er...

Sentí cómo dejaba escapar una pesada respiración; sus dedos se incrustaron en mis glúteos y me aprisionó fuertemente contra él. Jamás había sentido una voz tan potente y ronca; todo su ser estaba cargado de una tensión que era magnética. Enrollé mis piernas en su cintura mientras besaba su cuello, anhelante de deseo y provocando perder su paciencia. —Alteza, está jugando con fuego, no debería tentarme de esta manera en nuestra primera vez; no podré ser cuidadoso si pierdo el control por sus constantes provocaciones.

Sentí cómo una electricidad recorrió mi cuerpo con solo sus palabras; una pequeña risa se arremolinó en mi pecho y lo miré con el deseo palpable que recorría todo mi ser. —Entonces no tienes que contenerte, este recibirá todo lo que Huó-Er quiera darme, con mucha felicidad.

El fuego en los ojos de Liu Huó era abrazador. No pude evitar besarlo mientras miraba fijamente aquellos ojos que me devoraban. Y no pude evitar besarlo fervientemente sin despegar la mirada de aquellos. Era como si me dejaran totalmente expuesto, y aun cuando me sentía de esa manera, solo fue un deseo más cálido el que creció en mí. —Entonces, Alteza, permítame tomarlo esta noche. Prometo satisfacer todos sus deseos...

No me di cuenta cuando llegamos a la habitación hasta que Liu Huó dijo aquellas palabras y me dejó caer delicadamente en la suavidad de la cama. Mi respiración era un lío al igual que mi mente en ese momento. El pequeño desorden que había provocado en las túnicas de Liu Huó mientras lo besaba había dejado una pequeña parte de su pecho expuesto a mis deseos. No pude evitar mirarlo en la oscuridad del entorno. La leve luz que se colaba por la ventana hacía un contraste detrás de él que robaba completamente mi aliento. Jamás había imaginado que podría tener tales pensamientos. Sentí como aquella parte tan íntima de repente empezaba a doler y estaba tan necesitada que incluso el roce de la túnica era molesto. Liu Huó me miraba imparcialmente, recorriendo todo mi cuerpo con aquellos ojos envueltos en llamas. Sentía como escudriñaba mi cuerpo aun con toda esa tela envuelta en mí. Su porte imponente y la vista que provocaba hacía que me costara intensamente respirar. Apreté fuertemente mis puños dejando que me observara tanto como quisiera. Tendríamos toda la noche y quería que cada parte de mí se grabara en su mente. —A-Huó, tengo calor...

Vi cómo lamió sus labios y la sonrisa socarrona entre los mismos hizo que todo en mí temblara. Sabía que me tenía completamente, desde que nos besamos ha tocado cada parte de mí. Estando tan pegado, es imposible que no supiera mi estado. El mismo provocaba el roce con más intención en el trayecto. —Permítame encargarme de eso, Alteza...

No pude evitar sonreír y alzar mis manos cuando vi que se inclinaba hacia mí. Atrapé sus mejillas y lo besé desesperadamente, queriendo ser tomado en el instante. Los brazos de Liu Huó se posaron a cada lado de mi cintura y correspondió fervientemente a aquel torpe beso. Me miró fijamente cuando nos separamos en busca de aire. Luego, llevó lentamente una de sus manos al pequeño nudo de mis túnicas, lo desató lentamente, tirando de él de una manera tan provocadora que no pude evitar suspirar. —Solo relájese, Alteza. Este servidor se encargará de todo.

Asentí lentamente. No podía evitar el temblor en mi cuerpo. No tenía miedo, era el deseo innato que surgía ante cada roce que provocaba nuestra piel. Dejé caer mi cuerpo completamente recostado. A-Huó posicionó sus rodillas a cada lado de mi cuerpo y me miró fijamente a los ojos mientras que una de sus manos tiraba ágilmente desatando cada nudo de mis túnicas. Una por una fue retirada entre besos y suspiros. Cada segundo que pasaba era más anhelante y caliente. Pequeños suspiros salían de mi boca cada vez que A-Huó despegaba sus labios de los míos o simplemente sus dedos tocaban una porción de piel expuesta. Solo habían pasado algunos minutos, solo algunas caricias casuales y lentas, pero podía sentir mi piel arder ante un deseo que incluso me costaba reconocer. —A-Huó...

Él sonrió, simplemente sonrió mirándome. No necesitaba decir más, él comprendía completamente mis deseos. Y no fue mucho después que una corriente recorrió todo mi ser. No me había dado cuenta cuando se había deshecho de todas mis túnicas. Solo quedaba una pieza de tela cubriendo mi cuerpo, una fina e íntima pieza de tela que ocultaba mi intimidad. Y él deslizó suavemente sus dedos sobre esta, un solo roce que incluso podría ser visto como accidental si no fuera por la socarrona sonrisa en sus labios y la situación en la que estábamos. —¡Ah!...

Un pequeño sonido sordo salió de mi boca sin permiso. Los ojos de A-Huó brillaron de una forma que jamás había visto, pero la vergüenza ante tal acto hizo que toda la sangre se acumulara en mi cara. Aun así, no bajé la mirada. Sentía mis ojos acumular lágrimas ante un orgullo herido, pero el deseo y la lujuria que consumían mi cuerpo eran mucho más allá de lo que Liu Huó pudiese pensar de mí en este momento. —A-Huó, tócame más...

Las pupilas de Liu Huó se dilataron y vi cómo su pecho se infló ante mis palabras. Respiré pesadamente, intentando concentrarme y no perder ni una sola de sus respuestas. A-Huó deslizó lentamente sus dedos por mi cintura, acariciando suavemente cada parte de mi piel expuesta, mirando detalladamente cada pulgada. Lamió sus labios y lentamente se inclinó, besándome con deseo y ternura, una combinación algo extraña, pero que todo mi ser recibió gustoso. Lentamente separó sus labios de los míos, pero no los despegó ni un milímetro de mi piel, besándome lentamente cada rincón, cada centímetro expuesto a su merced. No pude evitar que los suspiros ahogados y los leves jadeos quedaran expuestos descaradamente frente a él. Lamí mis labios inconscientemente cuando la vista me dio un panorama tan ardiente que me dificultó respirar. A-Huó estaba con su torso expuesto, se levantaba lentamente mientras con sus dientes jalaba con lentitud la cinta de mi ropa interior. Aquella última pieza de tela que separaba mi completa desnudez. No pude evitar temblar ante tal imagen, mi respiración se hizo tan pesada que incluso retumbó en mis oídos. Era el deseo tan palpable como la tensión de la atmósfera en la habitación. Solo pude mirarle hacer, aunque quería rogar porque me tomara rápidamente, ni un solo sonido salió de mi boca. Mis deseos se sentían contrariados, una parte de mí rogaba por ser tomada salvajemente por sus fuertes manos y la otra parte me suplicaba que le dejara grabar todo mi cuerpo con sus manos protectoras que abrazaban mi corazón y mi alma. Mis labios temblaron cuando con su boca tiró del pantalón lentamente, dejando con calma la parte más íntima de mi cuerpo expuesta. Un leve gemido escapó de mi garganta cuando sentí su respiración cálida golpear mi miembro al detenerse con aquella tela justo en la mitad de mis glúteos. Me miró fijamente sin levantarse de su posición actual, sonrió dejando escapar la tela de su boca y mordió con suavidad la parte expuesta de mi pierna, justo con su mejilla rozando aquella parte tan sensible. —¡A-Huó!

Sentí cómo mi voz se ahogó hasta desaparecer cuando A-Huó empezó a repartir pequeños besos y mordidas alrededor de aquella zona sensible. Sentí cómo de un solo tirón bajo a aquella tela desgarrándola completamente para retirarla de mi cuerpo. No pude evitar intentar sostenerme en mis codos para poder ver mejor sus acciones, A-Huó sonrió maliciosamente respirando con agitación justo en mi ingle. Mis labios temblaban y la vista me llenaba de un deseo inaudito. —Alteza, si me mira de esa forma solo alimenta mis deseos de arruinarlo completamente esta noche.

Nada más que un gemido reprimido salió de mi garganta ante sus palabras y la sonrisa en sus labios me advirtió que perdería la cordura en los siguientes segundos...

⚠️Continúa...⚠️

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