Mafalda y Lilly Alcázar fueron intercambiadas al nacer y luego de que se descubriera la verdad Lilly regresa con sus padres Velasco y Cecilia, obligando a Mafalda a ceder siempre ante los caprichos de su hermana lo cual incluso la lleva hasta la muerte, por suerte el universo le otorgó una segunda oportunidad a Mafalda para cambiar su trágico destino
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Capítulo VII: Reencuentro parte 1
Joshua insistió en ser dado de alta en ese mismo momento porque su casa editorial se encontraba en sus primeras etapas y ya había perdido muchos días debido a su extraña enfermedad
-Joshua, el doctor no está de acuerdo en darte de alta – Insistió Caleb
Caleb observaba a su amigo y negaba con la cabeza porque estuvo muy preocupado debido a que por momentos temieron por su vida
-Ya me siento bien – Respondió Joshua con decisión
-No entiendo por qué tienes tanta prisa en darte de alta
Joshua tampoco lo comprendía, pero algo en su interior le decía que al día siguiente debía asistir a un club nocturno o de lo contrario se arrepentiría
-Tengo un presentimiento, así que ayúdame porque necesito irme de inmediato -Dijo Joshua
Caleb puso los ojos en blanco porque cada vez que Joshua decía esas palabras era como si pudiera ver el futuro
-No sé si te das cuenta de que suenas como un loco – Dijo Caleb en tono de broma
Joshua soltó una carcajada porque comprendía a lo que se refería Caleb, sin embargo, como podría explicarle que en su cabeza había imágenes de lo que parecía ser el futuro cercano y que necesitaba comprobar si estaba en lo cierto
-De músico, poeta, y loco, todos tenemos un poco – Respondió Joshua
Mafalda no podía dormir pensando en como podría evitar ir a ese lugar, en su vida pasada, el incidente de la muerte de Briana y las fotos inapropiadas acabaron con su brillante futuro académico
-Que puedo hacer para evitar ir a ese lugar – Murmuró Mafalda para sí misma
Mafalda observaba su guardarropa y a pesar de que no se comparaba con el de Lilly, podría considerarse afortunada con respecto a las personas en general, tomó una chaqueta de cuero y sonrió con diversión
-Espero que esto sea suficiente - Dijo Mafalda con una sonrisa
Al día siguiente era el cumpleaños tanto de Lilly como de Mafalda y era evidente el favoritismo, prepararon el desayuno favorito de Lilly, le entregaron varios obsequios y al momento del pastel finalmente recordaron que había otra persona que cumplía años ese día
-Hermana, me siento muy triste porque todos olvidaron tu cumpleaños
En el pasado eso podría entristecerla, pero ahora simplemente no le importaba, así que se encogió de hombros
-Mafalda, no creas que olvidamos tu cumpleaños – Insistió Cecilia
Cecilia esperaba algún tipo de reacción de parte de Mafalda, no obstante, ella permanecía indiferente
-Aún no ha llegado el pastel que pedimos para ti
En su vida anterior se habría conformado con esa débil excusa, pero ahora no le importaba
-Comprendo – Respondió Mafalda con frialdad
-Deja de darle explicaciones – Dijo Velasco con indiferencia
Mafalda decidió ignorarlos porque esta familia la asfixiaba, regresó a su habitación para encontrar un vestido desgastado que pertenecía a Lilly
-Está loca si cree que voy a usar ese vestido – Dijo Mafalda con burla
Lilly se puso un vestido muy osado que la hacía lucir muy glamorosa y de más edad, mientras que Mafalda, por el contrario, vestía jeans y una chaqueta de cuero, lo cual sorprendió a su hermana porque ella siempre usaba los vestidos que ella ya no quería
-¿Piensas ir vestida así? – Preguntó Lilly con desdén
Mafalda la observó con una expresión de hastío en su rostro porque ya estaba cediendo al ir de forma voluntaria hacia una trampa
-¿Acaso tiene algo de malo? – Preguntó Mafalda con indiferencia
Mafalda estaba retando a Lilly para que sus padres terminaran castigándola e impidiéndole salir esa noche y sabía que esta era forma muy efectiva para hacerlos enojar
-¡Si no cambias tu actitud, voy a tener que castigarte! – Le advirtió Velasco
Lilly sintió pánico porque si su papá castigaba a su hermana y esta debía quedarse eso arruinaría sus planes, así que decidió intervenir
-Papá, estoy segura de que la hermana no tiene malas intenciones y no es su culpa tener mal gusto – Dijo Lilly
Velasco, cuyo rostro estaba fruncido, se relajó como cada vez que Lilly servía de mediadora
-Está bien Lilly, voy a permitir que vaya Mafalda, pero conste que lo hago por ti – Respondió Velasco
Mafalda maldijo internamente porque su estrategia no funcionó y ahora iba en camino al lugar que tanto quería evitar
-No sé por qué vinimos a este lugar cuando acabas de ser dado de alta – Dijo Caleb
Joshua aún no se sentía bien, sin embargo, sentía que debía venir a este lugar esta noche, se sentó en un lugar apartado y pidió un vaso de agua, lo cual hizo enojar al camarero
-Espera y verás – Dijo Joshua
Caleb era una oficial de policía cuya carrera iba en ascenso, aunque esta noche no se encontraba de servicio
-No vas a subir al mismo auto que yo vistiendo de manera tan peculiar – Dijo Lilly con desdén
Mafalda agradecía que Lilly no quisiera ir en el mismo auto que ella porque eso le daba tiempo para pensar en otro plan para evitar su trágico destino
-Señorita Mafalda, feliz cumpleaños – Dijo el chofer
Mafalda le sonrió cuando el hombre de mediana edad le entregó una barra de chocolate y aunque al principio sentía desconfianza recordó que este era uno de los pocos empleados que era amable con ella
-Gracias – Respondió Mafalda
Mafalda no recordaba la razón por la cual este empleado poco se fue de la residencia Alcázar, aunque se dio cuenta de que este era un patrón recurrente y que cada vez que algún empleado era amable con ella, luego era despedido
-Tenga cuidado esta noche Señorita Mafalda – Dijo el chofer deteniendo el auto
Mafalda asintió en señal de acuerdo porque sabía que se encontraba en peligro, el problema es que aún era débil y sin poder
-Lo tomaré en cuenta – Respondió Mafalda
El chofer le entregó un trozo de papel y se dio cuenta de que allí estaba escrito su número de teléfono
-No olvide llamarme para venir a buscarla – Dijo el chofer
Con mucha desconfianza, Mafalda asintió y luego entró al lugar y contrario a lo que suponía Lilly, su hermana con ese look resultaba muy llamativa, lo cual la hizo enojar
-No te enojes que hoy le vamos a quitar esa altivez a la impostora – Dijo Deyanira
Lilly y sus amigas se sentaron en una mesa, dejando a Mafalda en el lugar más apartado, lo cual en vez de enojarla le parecía una bendición
-Esto es para ti hermana, debes beberlo hasta el fondo – Dijo Lilly con un falso tono de amabilidad
Mafalda recordó que en su vida pasada usó este truco para hacerla pasar por una experiencia tan desagradable
-¡FONDO, FONDO, FONDO! – Gritaban a coro
Mafalda sabía que no debía tomar de esa bebida o su tragedia se repetiría y se preguntaba que hacer que no implicara vaciar en la cabeza de Lilly el contenido de ese vaso
-¡FONDO, FONDO, FONDO! – Gritaban a coro
Desde donde estaba sentado, Joshua podía ver las personas que llegaban al lugar, reconoció a las chicas que entraban en ese momento y su corazón se estremeció
-Ese grupo de chicas son muy hermosas – Dijo Caleb señalando
-Sí, aunque son muy jóvenes – Respondió Joshua
Joshua siempre quiso tratar a su vecina como a una hermana menor y el comentario de Caleb le pareció muy molesto
-Tampoco es que seamos tan viejos – Dijo Caleb
Joshua puso una mirada de reprobación en su rostro y en todo momento observaba a Mafalda, la cual observaba la bebida que le entregaron y se debatía entre tomarla o no
-Esta chica tonta no tiene sentido de la autopreservación – Murmuró para sí mismo
Joshua se levantó de su mesa de forma abrupta, lo cual sorprendió mucho a Caleb
-¿Recuerdas esos tipos que le colocan sustancias en las bebidas a las mujeres?
-¿Qué pasa con ellos? – Preguntó Caleb con interés
-Están en este lugar – Respondió Joshua
Mafalda jugaba con su bebida lo cual estaba llenando de impaciencia a Lilly transcurría los minutos y su hermana no actuaba como siempre
-Mafalda aún no tienes edad para beber – Dijo Joshua con una voz muy seductora
Mafalda se estremeció y se le hizo un nudo en la garganta, y se preguntaba que hacía él en ese lugar porque en su anterior vida ellos se reencontraron cuando ella fue a una entrevista de trabajo en su empresa
-Estoy cumpliendo 18 años – Dijo Mafalda con terquedad
Mafalda hizo el ademán de beber un sorbo y sintió como Joshua sujetaba su mano con fuerza haciendo que se derramara un poco del contenido
-La edad legal es a los 21 años – Dijo Joshua
Mafalda volvió el rostro y se encontró con la penetrante mirada de Joshua y deseaba abrazarlo porque en su vida pasada fue la única persona que lamentó su muerte