AMOR Y MAFIA

En un ambiente más diferente, menos romántico, menos hogareño, nació aquel bebé, un pequeño niño que no contaba con la bendición del amor maternal, Lemskia su madre, una joven rusa hija del imponente Kiloru Miskal un viejo lobo de mar en el ámbito de la mafia rusa, al preocuparse por su única hija que seguía sola decidió casarla con aquel alfa que acababa de ser “abandonado”, la Omega se negó, se negó una y mil veces, no odiaba a Rushiel, por el contrario seguía su trayectoria y lo admiraba, pero el amor que ella buscaba no estaba allí, quedó claro que era un matrimonio por simple conveniencia, en aquella casa donde ella llegó como la “señora” solo se le respeto por miedo, Rushiel era frío, duro e incluso se negaba a compartir una habitación con ella, ella solo buscaba la calidez de un alfa, solo un mes paso cuando el celo de la Omega llegó y Rushiel al ser un alfa sin marca no pudo detenerse ante sus impulsos y la hizo su mujer a sus solo 21 años, Lemskia odio su primera vez al lado de un alfa que pensaba y nombraba a otra mujer, pero ¿que se le podía hacer? El amor entre alfa y Omega destinados era de esa manera, esa sola noche bastó para que Lemskia quedará embarazada y naciera el pequeño Julián, Rushiel jamás volvió a tocarla, Lemskia odio a Julián desde que nació, jamás quiso alimentarlo ni darle el pecho, siempre estuvo a cuidado de aquellas criadas y mayordomos, Rushiel tampoco le ponía mucha atención, su vida circulaba alrededor de Maximiliano, el hijo que Laura se había llevado y el quería encontrar con furia, dos años pasaron el los que el pequeño bebé creció con aquellos sirvientes a quienes consideraba más su familia que a su propia madre, el aquel viaje a Nueva York Rushiel llegó devastado, se metió a su recamara y tomo alcohol durante 5 días seguidos, lloro incontrolablemente allí dentro solo contemplando el retrato en su cabecera, apretando contra su pecho la foto de su pequeño hijo a quien ese día considero muerto.

Lemskia lloro de irá e infelicidad, aunque por dentro gozaba el dolor del alfa, ella odiaba a Rushiel comenzó a odiarlo al saberlo enamorado de otra, al pensar que su vida era miserable por culpa suya así como al mismo tiempo odiaba a Julián por ser su hijo y parecerse tanto a él, entro a ese cuarto y tomo todo el alcohol que encontro, se sintió cansada y tomo dos pastillas para dormir, el vicio la dejo dormida, en ese profundo sueño del que definitivamente no despertó, Lemskia murió por congestión alcohólica, dejando a Rushiel viudo y dueño del territorio que sería de su padre, tras el funeral Rushiel miro al pequeño alfa que jugaba sin importarle lo más mínimo la muerte de su madre, entendió pues Lemskia jamás fue tal cosa para el y Julián solo la miraba como una desconocida, el cariño de madre se lo regalaban las criadas que lo cuidaban y daban esa atención que el pequeño alfa necesitaba, Rushiel llego a su lado y lo cargo en brazos, ese día le prometió ser el mejor padre para el y comenzó a trabajar en su educación y crianza, Julián conoció lo que había sido por primera vez el amor y la protección de un padre y así fue hasta los 13 años que manifestó su casta Dominante, Rushiel orgulloso se su hijo enseño cada tactica y entrenamiento militar junto a sus hombres, en secreto siguió controlando el territorio de Rusia, a Manhattan jamás regreso, fue hasta 25 años más tarde cuando su empresa de valores se quedó sin representante que el tuvo que regresar a Manhattan, entonces lo supo, su mano derecha, su hombre de confianza había hecho un fraude, todo el dinero que había pasado robando de esa empresa lo había invertido en hacer un fraude millonario para quedarse con esa condensadora, Rushiel lucho con todo junto a Julián que ahora a sus 27 años se había convertido en su mano derecha, siendo un exitoso hombre de negocios, julian jamás conocio la mafia ni las drogas, el solo supo lo que era el amor, la honestidad y el trabajo duro de la fábrica donde su padre lo hizo crecer, entonces hablo con Michelle el abogado de su empresa miembro del bufete Santy di Santy, dónde Marcos Emmanuel Santy era el presidente, Rushiel se encontró con Marcos en aquella empresa de valores, le contó el problema y le presento a su hijo,

“El es Julián, mi hijo, es alfa estará trabajando contigo”

Marcos sonrió, y miro al guapo alfa, era guapo sin duda, perfecto para su hijo Omega, ¿por qué no?, Entonces contesto.

“tengo al abogado perfecto, el mejor de mi bufete, cuenta con toda mi confianza, es mi hijo Carl Santy”

Rushiel sonrió, entrego los documentos al alfa y confío el caso de su condensadora

“Esa empresa es todo para mí, por favor, la primera que fundé junto a ella, te lo encargo mucho”

Marcos sonrió, salio de la empresa junto a Julián y fueron directo al bufete, ese día Julián se encontró por primera vez con Max, en aquel amplio pasillo, Marcos los presento.

“El es Maximiliano Ferel, asistente de mi hijo, tiene toda mi confianza también, es como un hijo más.”

Max sonrió y miro al alfa, extendió la mano, en el momento que Julián tomo la mano del alfa algo en su sangre lo hizo pensar “sería genial tener un hermano” como tú, sonrió para contestar.

“Mucho gusto, Julián Lavisky para servirte”

Max asintio y salieron al pasillo, a lo lejos el Omega que entraba y miro a Max con Julián, Carl sonrió, Maximiliano lo ignoro, tenía vergüenza, pensaba en como justo una noche anterior al salir del bar y haberlo besado y sentir esos pensamientos impuros hacia con el su mejor amigo, así que solo podía ignorarlo pues no sabía que hacer, o como reaccionar.

-¿todo bien? Preguntaba el ruso a Max

-A, si si, es solo… bueno no importa, ¿seguimos?

Julián solo asintio, esa noche Marcos se lo dijo, deberán viajar a Rusia, mi hijo se irá en una semana, ¿puedes ayudarle a checar lo de una residencia temporal?

“No es necesario, puede quedarse en la mansión Lavisky”

Marcos sonrió, y Julián lo supo, Marcos lo quería en la familia, solo había mirado a Carl desde lejos y lo que vio le agrado mucho, no estaría mal tener un novio tan bonito, el que jamás había tenido una relación, un novio, sería bueno sentir el amor, no importaba el género, sabía que Carl era un beta.

En el momento que Carl llegó a Rusia Julián lo miro bajar de aquel anden, un beta tan hermoso incluso dudaría que fuese un beta, pero no tenía ningún aroma, ninguna feromona salía de el, quiso coquetear pero Carl marco la distancia de inmediato, Julián sonrió al mirar que por primera vez coqueteaba a alguien que además lo había rechazado inmediatamente, al llegar a la mansión estudiaron el caso, Carl era sin duda hermoso, lo miro mientras Carl se sonrojo, “tienes algo aquí”, le dijo, se acercó a su rostro y Carl cerro los ojos, la pintura del bolígrafo estaba en su nariz, Julián la limpiaba al escuchar el timbre sonar, el alfa que entro lo jalo del cuello de la camisa mientras vociferaba cosas vergonzosas que solo hicieron reír a Julián mientras Carl estaba rojo como tomate, Julián miro al alfa, el asistente que antes había visto, el chico amable que lo atendió en América justo ahora en una manera agresiva y a la defensiva contra el, entonces lo supo, Max estaba enamorado del beta y se dijo “por que no lo molestamos un poco” así que en el pasillo se lo dijo “carl me gusta y no me daré por vencido” Max se puso aún más a la defensiva y evitó a toda costa dejar a Carl con el, esa noche los escucho, en aquella habitación donde la acalorada discusión llevo después a los gemidos del abogado, sonrió pensando que la vida es injusta, tomo una copa mientras miraba el retrato de la recamara de su padre, “¿quien es ella?” Le preguntaba siempre y la repuesta era la misma, “el amor de mi vida”, ¿Algún día llegaría a su vida el amor también? Tendría el un Omega destinado? Suspiro y durmió.

Los días pasaron el caso fue resuelto a su favor y el patrimonio de su padre volvía a sus manos, el agradeció al abogado y al asistente y sonrió molestandolo a toda costa, a solo dos semanas después su padre regreso, contento y feliz por haber ganado, estaban ultimando detalles en esa oficina cuando la mucama entro.

“Le llama Laura Ferel”

Rushiel se quedó helado y Julián noto eso, ¿Qué es ella para el? Cómo la conoces…

Entonces lo supo, Laura era su Omega y Máximiliano su hermano, ahora estaba secuestrado y su padre iba en su rescate, debía ir también se repetía, lo acompaño en cada minuto, cuando fuera de aquella puerta Rushiel beso con pasión a su Omega destinada Julián sintió aun más pesar, como era posible que todos tuvieran un Omega menos el, ahora sentía un poco de envidia, su destino sería ser el tío solteron, o eso pensaba, hasta ese día, el día que en el rescate de su hermano entro a la mansión tras dejar a Carl en el hospital, y su alfa por primer vez en 27 años de levantó para reclamarlo, el aroma que sintió en su nariz al entrar a la mansión y escuchar a su lobo gruñir para decir.

“La encontramos”

Sonrió irónico, no podía ser posible, era ella y estaba allí, su Omega destinada, Nayla Colens, sobrina de Simón Mcnel, sobrina de la mafia.