Logan es un joven empresario destinado a heredar la dirección de la empresa familiar, pero hay una condición: debe estar casado. Seguro de cumplir el requisito, anuncia a su padre que pronto presentará a Irina, su novia, y le pedirá matrimonio durante el cumpleaños de su madre. Sin embargo, su mundo se desmorona cuando descubre que Irina lo engaña con su mejor amigo. Herido y lleno de rabia, un accidente de auto lo lleva al hospital, donde su vida toma un giro inesperado.
Cuando su padre le exige respuestas sobre su supuesta novia, Logan improvisa desesperadamente y señala a Emma, una joven y amable enfermera, como su prometida. Ahora, debe convencerla de participar en su farsa para salvar su futuro profesional.
Lo que comienza como un acuerdo temporal pone a prueba los corazones de ambos. ¿Podrán mantener la mentira sin caer en el juego de las emociones? Entre secretos, atracción y el riesgo de perderlo todo, Logan descubrirá si es posible volver a creer en el amor.
NovelToon tiene autorización de @ngel@zul para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Ayuda con el dolor
La luz del sol entraba tímidamente por las grandes ventanas de la habitación, iluminando el espacio con un brillo cálido y tranquilo. Emma, aún adormilada, se estiró en el sofá que había convertido en su refugio nocturno. La muchacha se quedó unos momentos sentada, observando el entorno con calma, algo que no había tenido tiempo de hacer anteriormente. La habitación era simplemente magnífica: una mezcla de lujo y elegancia que hablaba del nivel de vida de los Reese. Sin embargo, mientras admiraba el lugar, no pudo evitar reflexionar. De qué sirve todo este lujo si la familia parece tan distante, pensó. Aunque la madre de Logan parecía genuinamente cálida, había algo en William, el padre de este, que dejaba un aire frío y autoritario que no lograba ignorar.
Su mirada se desvió hacia Logan, que seguía dormido. Al principio, lo observó por inercia, pero pronto notó que su ceño se fruncía y que una mueca de dolor cruzaba su rostro. ¿Qué estará soñando? pensó, pero al bajar la mirada hacia sus piernas, comprendió que no era un sueño. Los músculos de sus piernas estaban tensos, rígidos, como si estuvieran reaccionando al estrés o al dolor.
Sin pensarlo mucho, Emma se levantó del sofá y se acercó a él en silencio. Sabía que Logan era muy reservado con respecto a lo que sentía, pero tampoco podía quedarse quieta viendo cómo sufría, incluso si era de manera inconsciente. Así que con mucho cuidado se arrodilló junto a él, asegurándose de no hacer ruido, y comenzó a masajear sus piernas con movimientos lentos y firmes. Había aprendido durante su experiencia como enfermera a identificar los puntos de tensión y aliviar los calambres musculares. Mientras lo hacía, veía cómo, poco a poco, el rostro de Logan se relajaba. Las líneas de preocupación en su frente desaparecían, y su respiración se volvía más tranquila.
Mientras continuaba el masaje, Emma no pudo evitar observarlo con detenimiento. A pesar de lo gruñón y cínico que era, Logan tenía un rostro sereno cuando dormía, casi vulnerable. Es extraño, pensó, cómo alguien tan fuerte puede ser tan indefenso en momentos como este.
Cuando terminó, se quedó unos segundos más allí, asegurándose de que todo estuviera bien. Volvió al sofá con cuidado, tratando de no despertarlo, pero no pudo evitar sentirse satisfecha al ver que había logrado aliviar su incomodidad, aunque él no se hubiera dado cuenta. Sin embargo, su mente no dejaba de cuestionar. ¿Por qué estoy haciendo esto? Esto es solo un acuerdo. No debería involucrarme tanto... Pero, por más que intentara convencerse, algo dentro de ella le decía que esa respuesta ya no era suficiente.
Cuando Logan despertó, la luz del día ya iluminaba completamente la habitación. Parpadeó un par de veces, sintiéndose un poco desorientado por un instante. Movió las piernas ligeramente, notando la ausencia del dolor que lo había molestado durante la noche. Mientras se incorporaba lentamente, trató de recordar lo que había sucedido.
Estaba seguro de que había sentido un malestar intenso en sus piernas mientras dormía. Recordaba claramente la tensión y el dolor que parecían invadir sus músculos. Pero lo que más le venía a la mente era una sensación cálida y reconfortante: unas manos firmes y cuidadosas masajeando sus piernas, aliviándolo poco a poco hasta que el dolor desapareció. Pensó en Emma, pero desechó la idea casi de inmediato. Fue un sueño, eso debe ser, se dijo.
Su mirada se dirigió hacia el sofá, donde Emma aún dormía profundamente. Estaba acurrucada bajo una manta, con el rostro relajado y en paz. Por un instante, Logan se quedó observándola en silencio. Había algo en verla así que le resultaba... diferente. No parecía la misma mujer que siempre estaba alerta, contestándole con firmeza o enfrentándose a los comentarios de su padre. Allí, en su descanso, parecía frágil, casi ajena a todo lo que ocurría a su alrededor.
Se cruzó de brazos mientras reflexionaba. ¿Habría sido ella realmente? Era difícil imaginar a Emma, tan independiente y a menudo distante, levantándose a mitad de la noche para ayudarlo sin siquiera despertarlo. Pero había algo que no encajaba: sus piernas no dolían como solían hacerlo después de una noche complicada. Casi podía jurar que había sido real.
Mientras seguía mirándola, Logan se permitió algo que no hacía a menudo: sonreír, aunque fuera apenas un poco.
— Si fue ella, es sorprendente cómo puede ser tan irritante y tan... gentil al mismo tiempo— pensó. Pero sacudió la cabeza rápidamente, borrando cualquier rastro de suavidad de sus pensamientos. No podía permitirse ese tipo de cosas. No con ella, ni con nadie.
Decidió no despertar a Emma, así que se levantó y rodó suavemente su silla hacia la ventana. Observó el paisaje que se extendía más allá del terreno de su familia, permitiendo que el frío cristal de la ventana despejara los restos de ese sueño extraño.
Emma despertó un poco después, sintiendo la frescura del día a través de la amplia ventana de la habitación. Logan ya estaba listo, sentado junto al escritorio revisando algunos papeles que Ethan le había dejado días antes. La muchacha se desperezó y se acomodó en el sofá que aún se sentía bastante duro, pero era mejor que muchas camas en las que había dormido alguna vez.
—Buenos días —saludó, dirigiéndose hacia él.
—Buenos días —respondió Logan sin levantar la vista de los documentos. Después de un momento, añadió—: Ethan vendrá a verme hoy. Así que tendrás el día libre para hacer lo que quieras.
Emma arqueó una ceja, sorprendida. —¿Eso significa que puedo salir?
Logan levantó la mirada, notando su entusiasmo. —Claro, pero ten cuidado. No te alejes demasiado y, por favor, avisa si necesitas algo.
—Lo haré —respondió ella, sonriendo ligeramente.
Bajaron juntos al comedor, donde sólo estaban la madre y la hermana de Logan. Ambas las recibieron con una calidez inesperada. Susan, les ofreció una sonrisa tranquila, mientras que la hermana de Logan, Lily, irradiaba curiosidad.
—Buenos días, querida —dijo Susan —. Espero que hayas descansado bien.
—Sí, muchas gracias —respondió Emma, tomando asiento junto a Logan.
Lily no tardó en romper el hielo, dirigiéndose directamente a Emma. —¿Cómo se conocieron tú y Logan?
Emma sintió un leve nerviosismo, pero rápidamente recordó la historia que había preparado Ethan para ocasiones como aquella. —Nos conocimos en un café cerca de la clínica donde trabajo. Fue en uno de mis descansos, y él estaba allí trabajando en algo.
Lily sonrió con entusiasmo. —¿En serio? Eso suena tan romántico. Logan no es precisamente el tipo que pasa tiempo en cafés. Tendré que preguntarle más detalles después.
Emma soltó una risa ligera, mientras Logan, sin dejar de comer, intervino. —No fue tan interesante como parece. Ella me dejó sin palabras, y yo apenas pude invitarla a sentarse conmigo.
—¿Dejaste a mi hermano sin palabras? —preguntó Lily, divertida. —Eso es todo un logro.
Susan observaba la conversación con una sonrisa suave, pero no tardó en notar la incomodidad de Emma. —Lily, no la presiones demasiado. Estoy segura de que tendrán tiempo para conocerse más.
Emma agradeció el cambio de tema, pero no pasó mucho tiempo antes de que Lily lanzara otro comentario.
Maldito logan espero que te quedes solo.
Emma aguanta que más da ya no intentes entenderlo porque te trata peor que zapato viejo.