Alejandra ha sufrido mucho y el dolor más grande es haber perdido a su único hijo y con el la posibilidad de volver a quedar embarazada tras tener una vida desafortunada al lado de su esposo Antuan, ¿La vida se encargará de poner todo en su lugar?.... eso lo veremos, acompáñame a ver cómo se desarrolla la historia.
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CAPITULO TRECE
Me desperté por el sonido de los pájaros, por un momento me sentí desubicada, estaba tan adormilada que no lograba recordar donde había pasado la noche, cuando por fin me recompuse sentí que mi mano estaba sobre algo, yo solo guíe mi mirada hacia mi mano y luego subí mi vista para encontrarme con el rostro de Fernando que por suerte aun dormía.
Suavemente fui retirando mi mano de su pecho, y comencé a apartarme tratando de no despertarlo y que pasemos una situación bochornosa, pero cuando fui a dar media vuelta noté que el me sostenía por la cintura, yo mire hacia la dirección de su mano, cuando su voz me hizo casi saltar del susto.
- te mueves mucho, vamos a dormir un poco más - dijo aún con los ojos cerrados.
- Este..... Mmmm Fe Fernando, discúlpame, ¿esto no es incómodo para ti?- pregunté confundida por su reacción, no pareció molestarle.
El abrió un poco los ojos y sonrió.
- no es como si fuéramos unos niños, además no tiene nada de malo dormir abrazados, y de todas formas tú fuiste la que me abrazó primero así que fuiste tu quien se aprovecho de mi- dijo burlonamente.
- ¿De verdad? Yo lo siento, no quise incomodarte- respondí apenada.
Pero entonces Fernando soltó una sonora carcajada dejando ver una hermosa sonrisa que nunca antes me había mostrado.
- eres muy graciosa- reafirmó su agarre en mi cintura y luego tomó mi mano y la volvió a poner en su pecho haciendo que lo abrazara de nuevo- solo descansa, no pienses en nada y la verdad me siento cómodo, así que quédate quieta por favor-
Después de que habló quedé en silencio, estaba anonadada por la situación, pero tengo que admitir que yo también me siento cómoda, y con ese pensamiento poco a poco mis ojos se fueron cerrando hasta que por fin quedé profundamente dormida.
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Sentí unas leves caricias en mi cabello que hizo que me despertara, abrí mis ojos lentamente para encontrarme con la mirada de Fernando.
- lo siento, ¿llevas mucho tiempo despierto?-
- lo suficiente para verte babear - respondió.
Yo le di un puño suave en el pecho.
- eres muy malo conmigo- me levanté rápido fingiendo estar enojada.
Pero antes de que pudiera pararme por completo Fernando me agarró del brazo y me tiró hacia el haciendo que cayera sobre su pecho y con mi rostro a escasos centímetros del suyo.
- yo yo, tu me......- no pude pronunciar una palabra más.
Sus labios se adueñaron de los míos, haciendo que mi alma abandonara mi cuerpo por un instante, sentí que mi corazón se iba a salir de mi pecho, intenté levantarme Pero el afirmó su agarre poniendo una de sus manos en la pate trasera de mi cabeza, el beso fue intenso al comienzo, luego se tornó suave y romántico, me sentía una inexperta, siendo sincera nunca experimenté un beso así y lo peor es que me estaba gustando.
Después de dejarnos llevar por la situación Fernando fue soltando su agarre y finalmente nos separamos, nuestras respiraciones era agitadas pero rápidamente extrañe la sensación de sus labios sobre los míos.
- antes de que digas algo, yo hablaré primero- dijo sacándome de mis pensamientos - hace mucho quería hacer esto, lo siento si fue muy impulsivo, pero toda mi vida me cohibi de dejarme llevar por mis instintos y hoy no quise hacerlo, aunque admito que llevaba mucho rato conteniendolo-
- la verdad no sé que decirte yo.....- me interrumpió.
- yo sé, yo sé que es muy reciente, pero necesitaba hacerlo- puse mi dedo índice sobre sus labios para indicarle que no dijera nada más.
- sshhhh, para por favor, Fernando yo no he dicho nada, y tampoco me has dejado hablar, si, no te lo niego, era algo que no esperaba ni se me cruzaba por la mente, quizás por tantas cosas que tengo en mi cabeza, pero eso no resta lo que me hiciste sentir, me gustó mucho y confieso que nunca me habían besado asi- eso último lo dije agachando mi mirada por la vergüenza que sentí.
El levantó mi rostro con su dedo.
- gracias por tus palabras - dijo y retiró su mano de mi mentón y apoyó su frente en la mía haciendo que reinará el silencio por unos segundos que sentí eternos.
-tengo que ser sincera contigo, todo este tiempo callaba mis emociones por miedo, y tú me estás ayudando a sanar todo eso sin yo haberlo buscado y sin habértelo pedido- dije con lágrimas en mis ojos.
- tu eres la que se está dando la oportunidad de sanar, estás abriendo tu corazón, no te estás enfrascando en el dolor y yo..... Yo soy simplemente alguien que se atravesó en tu camino -
- gracias por atravesarte, aunque por ahora solo podamos seguir así, no me quiero confundir y tampoco quiero darme falsas esperanzas, pero aún no estoy preparada para comenzar de nuevo algún tipo de relación.... No sé si me entiendas- dije.
- claro que te entiendo, y tampoco te estoy pidiendo que te cases conmigo, pero si que nos demos la oportunidad de conocernos más a profundidad - esa última palabra la dijo en doble sentido y eso me hizo reír mucho.
- eres un bufón- lo empuje por el pecho suavemente.
Estuvimos un rato más en la tienda hablando y riendo mientras el sol salía cada vez más y hasta que el calor nos hizo salir y el hambre se hizo presente.
- voy a comenzar a recoger el camping y dejar todo listo para desayunar y comenzar a descender-
- está bien, entonces yo voy preparando el desayuno - dije.
- ah está bien, entonces ten- me pasó una Caba de icopor con ingredientes para hacer algo rápido, hice unas quesadillas con café, aproveché que la fogata aún seguía encendida.
Luego desayunamos y comenzamos a bajar de regreso a casa.
La bajada estuvo más suave, aunque era peligrosa por la inclinación, estuve a punto de rodar un par de veces pero como siempre ahí estaba Fernando atento para evitar que eso pasara.
Después de un par de horas ya estábamos sacando nuestras bicicletas de la caseta y luego nos fuimos en ellas de vuelta a casa.