Sacha, buscando una lectura emocionante, se topa con "Emperador, ¿por qué mataste a mi hermano?", una novela BL donde el emperador, obsesionado con Leo, lo mata accidentalmente al proteger a su hermana adoptiva.
Al terminar la novela, Sacha se ve transportada al mundo ficticio, convirtiéndose en la hermana adoptiva de Leo. Ahora, con el conocimiento del futuro, debe proteger a su hermano del emperador, un hombre que, aunque lo amaba, lo mató por un error trágico.
Sacha se enfrenta a un dilema: ¿puede cambiar el destino de Leo sin sacrificar su propia felicidad? ¿O se verá atrapada en un romance peligroso con el emperador, un hombre que, a pesar de su amor, es capaz de cometer actos terribles?
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Refugio en la Tempestad
El viento cortaba como cuchillas mientras Sacha y Leo galopaban sin descanso a través del bosque. Los gritos de los perseguidores se habían desvanecido en la distancia, pero Sacha sabía que eso no significaba que estuvieran a salvo. El peligro era como una sombra: siempre presente, siempre al acecho.
Finalmente, llegaron a un claro oculto entre los árboles, donde un pequeño arroyo corría tranquilamente. Decidieron detenerse para dejar que los caballos descansaran.
—Sacha —comenzó Leo, girándose hacia ella con una mezcla de preocupación y determinación—. Necesito saber qué está pasando realmente.
Sacha suspiró, sabiendo que la insistencia de Leo era inevitable. No podía decirle toda la verdad, pero tampoco podía quedarse en silencio.
—Leo, no puedo explicártelo todo, pero tienes derecho a saber algunas cosas —dijo, su tono cansado pero firme—. Antes de todo esto, un hombre llamado Garon me advirtió que alguien planeaba secuestrarme. Me dijo que estarían esperándome en el campamento y que no debía confiar en nadie.
Leo frunció el ceño, visiblemente confundido.
—¿Y confiaste en él?
—No del todo —admitió Sacha—. Pero la información que me dio era precisa, al menos en parte. Sabía que me perseguirían y que Adrien y Cassian estaban involucrados. Lo que no entiendo es cómo sabía tanto.
—¿Y qué hizo que decidieras escucharlo?
—No fue solo lo que dijo, Leo. Lo usé como un punto de partida, pero no planeaba depender de él. Mi objetivo al ir al campamento era reunir información, no seguir ciegamente sus advertencias. Ahora, mirando hacia atrás, creo que Garon tenía motivos ocultos.
Leo asintió lentamente, aunque no parecía convencido del todo.
—¿Por qué crees eso?
—Porque sabía exactamente dónde me encontrarían, y si no hubiera sido por su advertencia, yo nunca habría ido a ese lugar. Es como si su información estuviera diseñada para empujarme hacia esa trampa.
Leo miró al suelo, procesando lo que Sacha decía.
—Entonces, ¿crees que trabaja para Adrien o Cassian?
—No estoy segura —respondió Sacha—. No parece encajar del todo con ellos. Hay algo más, algo que todavía no entiendo.
En el campamento imperial, la tensión era palpable dentro de la tienda de Adrien Duval. Él caminaba de un lado a otro, su expresión dura y llena de furia. Frente a él, Cassian permanecía en silencio mientras un subordinado, Darnell, intentaba justificar lo ocurrido.
—¡Eran órdenes simples! —exclamó Adrien, su voz un rugido contenido—. Esperar hasta que el juicio terminara. Solo después, cuando Sacha fuera condenada, la secuestraríamos. Nadie habría sospechado de nosotros entonces.
Darnell mantuvo la postura recta, pero sus palabras fueron directas.
—Seguí órdenes de Eldor, mi lord. Fue él quien decidió que no podíamos esperar tanto.
Adrien apretó los puños, claramente conteniéndose para no perder el control.
—Eldor… siempre metiéndose donde no le llaman. Si hubiera cumplido con mi plan, todo estaría bajo control ahora.
Cassian intervino con una sonrisa sardónica, cruzando los brazos.
—Parece que Eldor quiere todo el crédito. ¿No lo ves? Actuar antes asegura que si algo sale bien, será gracias a él.
Adrien golpeó la mesa con un puño cerrado.
—Ese hombre siempre busca eclipsar a los demás. Pero esto no quedará así.
Cassian lo miró con calma, aunque en sus ojos brillaba una chispa de desafío.
—Por ahora, deberíamos concentrarnos en recuperar el control de la situación. Eldor puede esperar.
Adrien asintió, su rostro recuperando la fría compostura que lo caracterizaba.
—Tienes razón. Pero te aseguro, Cassian, que Eldor no saldrá indemne de esto.
Mientras tanto, en el claro, Sacha analizaba la situación. Aunque habían logrado escapar por ahora, sabía que Adrien, Cassian y Eldor no se detendrían.
—Leo —dijo de repente—, necesito tu ayuda.
Leo levantó la mirada, sorprendido.
—¿Qué necesitas?
—Quiero que mantengas los ojos abiertos para cualquier cosa inusual. Necesitamos pruebas contra ellos, algo que podamos usar para demostrar lo que están haciendo.
Leo asintió, aunque su mirada seguía cargada de preguntas.
—¿Y qué harás tú mientras tanto?
Sacha apretó los labios antes de responder.
—Voy a seguir buscando respuestas. No puedo quedarme esperando.
Aunque no lo dijo en voz alta, Sacha estaba decidida a desentrañar los verdaderos motivos de Garon. Su intuición le decía que él no estaba alineado completamente con Adrien o Cassian. Había algo más en juego, algo que aún no lograba comprender.
La noche cayó rápidamente, y ambos se prepararon para seguir su camino. Sacha sabía que el tiempo no estaba de su lado, pero no podía permitir que la desesperación la controlara. Había sobrevivido hasta ahora, y no tenía intención de detenerse.
"Si quieren jugar conmigo, entonces será bajo mis reglas."