En el reino de Altravia, Selene, una princesa atrapada entre el deber y su corazón, se ve obligada a buscar esposo para salvar su linaje. Sin embargo, lo que comienza como un juego de alianzas políticas se complica cuando se enamora de Ascensio, un joven cazador con un secreto oscuro e inconfesable: cada noche de luna llena, una maldición lo transforma en un hombre lobo.
Mientras Selene lucha por descubrir la verdad detrás de los rostros sonrientes de sus pretendientes, Ascensio se enfrenta a su propia naturaleza monstruosa, intentando proteger a la mujer que ama. Pero en las sombras del bosque, fuerzas más oscuras conspiran para desatar una tragedia que podría cambiarlo todo.
Un romance prohibido, intrigas cortesanas y un misterio sobrenatural se entrelazan en esta historia de amor, ambición y redención, donde la luna ilumina tanto los secretos como las verdades más ocultas.
¿Lograrán Selene y Ascensio superar las barreras que los separan, o sucumbirán al peso de sus destinos cruzados?
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Capitulo 12: Bestia
Selene, todavía confundida por la aparición del misterioso hombre, caminaba junto al lobo y Kaelen. La frescura del aire le daba un respiro, pero su mente no encontraba paz. Recordó las palabras del intruso, esa insinuación de que ella era una pieza clave en un juego que ni siquiera sabía que estaba jugando. ¿Qué sabía ese hombre que ella no? ¿Qué secretos estaban escondidos en su pasado que pudieran justificar esa afirmación?
Mientras tanto, Ascensio decidio separarse del grupo momentaneamente, les dio una ruta que seguir a Kaelen y Selene. Necesitaba respuestas, y sabía que no las encontraría si seguia protegiendo a Selene. Sus pasos lo llevaron a un lugar, un santuario antiguo, oculto entre la espesura del bosque. El lugar, abandonado y cubierto de musgo, era un vestigio de una civilización olvidada, un lugar que alguna vez había albergado a aquellos que conocían los secretos de su maldición, sus instintos lo llevaron ahi.
En el centro del santuario, una mujer esperaba. Su cabello plateado reflejaba la luz del sol que se filtraba entre las hojas, y sus ojos brillaban con un conocimiento antiguo. Era era Lyria.
"Sabía que vendrías", dijo ella, su voz suave pero cargada de autoridad.
Ascensio no perdió tiempo. "Necesito respuestas. Sobre mi maldición, sobre lo que está ocurriendo. Algo se avecina, algo que podría destruirlo todo."
Ella lo miró con seriedad, y luego habló. "La bestia dentro de ti no es solo una maldición, Ascensio. Es una puerta. Y si no tienes cuidado, esa puerta será abierta por aquellos que buscan poder. La noche pasada fue solo un aviso. Hay fuerzas en juego que desean usar lo que llevas dentro para desatar algo mucho más oscuro."
Ascensio sintió un escalofrío recorrer su espalda. "¿Cómo puedo detenerlo?"
"No puedes hacerlo solo", respondió ella. "Y no será solo con fuerza. Necesitarás comprender quién eres realmente. Tu pasado, tus miedos, tus deseos. Todo eso... debes abandonarlo..."
Mientras Ascensio intentaba procesar lo que Lyria le había dicho
En el castillo habia una persona, Adrian, un hombre, con una presencia imponente y una sonrisa calculadora. y que vestía como un noble.
"Princesa Selene, juro que te encontrare", dijo Adrian, inclinándose ligeramente en un gesto de respeto hacia el rey.
Tras unas noches, Adrian habia cabalgado y seguido el rastro de la princesa, al igual que Ascencio. y sin previo aviso, Adrian y Ascensio se encontraron por primera vez.
"¿Quién eres?", gruñó Ascensio, su voz cargada de sospecha.
Adrian lo miró con calma, pero sus ojos traicionaban una chispa de desafío. "¿Eso no deberia preguntarlo yo? bestia..."
La tensión entre ambos era palpable, como dos depredadores midiendo fuerzas. Adrian, aunque no tenía el físico de Ascensio, parecía completamente seguro de sí mismo, lo que solo aumentó la irritación de Ascensio.
"Alejate de aqui", dijo Ascensio, acercándose un paso más.
"Que buen chiste...", respondió Adrian, su sonrisa creciendo. "Quizás deberías preocuparte menos por mí y más por lo que está por venir."
Antes de que la conversación pudiera escalar, un ruido en la distancia los interrumpió. Un grito, seguido de un rugido inhumano, resonó en el bosque cercano. Ambos hombres reaccionaron instintivamente, olvidando sus diferencias momentáneamente y corriendo hacia la fuente del sonido.
Lo que encontraron fue algo que ninguno de los dos esperaba, una criatura gigantesca, una amalgama de sombras y carne, atacando a un grupo de guardias. La bestia parecía ser una manifestación de la oscuridad misma, y su presencia era abrumadora.
Sin tiempo para planear, Adrian y Ascensio se lanzaron a la batalla, cada uno mostrando habilidades sorprendentes. Adrian, con una espada que parecía brillar con una luz mágica, y Ascensio, transformándose en su forma de hombre lobo, lucharon juntos contra la criatura.
Selene y Kaelen, que había sido alertada por el caos, llegaron justo a tiempo para ver a los dos hombres, enemigos potenciales, luchando codo a codo. Pero su presencia no pasó desapercibida. La bestia amorfica, al verla, dejó de atacar a los demas y se centró completamente en ella, como si hubiera estado buscándola desde el principio.