Sinopsis
Antes de su muerte, Anna había leído una novela de fantasía con el típico cliché de una pareja enamorada: una joven que se enamora del príncipe heredero. Sin embargo, su amor enfrenta dificultades debido a la villana Dafne De Guízar, prometida del príncipe. Aunque Dafne intenta separarlos, su compromiso es roto y se ve obligada a casarse con el gran duque Daemon Deskin, quien nunca estuvo interesado en ella. Al final, Dafne es asesinada mientras regresaba de una fiesta.
Tras su muerte, Anna reencarna en Dafne Le Blanc cuando aún es una niña. Consciente del destino que le espera, decide seguir la trama original, permitiendo que los protagonistas se enamoren. Sin embargo, cuando llega el momento de encontrarse con su futuro esposo, el gran duque Daemon, un conocido mujeriego, ella se prepara para cambiar su destino. Dafne, decidida a ganarse el corazón de Daemon, revela su verdadera fortaleza y carácter decidido.
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Capítulo 3: La Decisión de Cambiar su Destino
La tarde siguiente, mientras Dafne paseaba por el jardín, su mente volvía a la conversación con Daemon. Decidida a no ser un mero peón en la historia, Dafne trazó un plan para ganarse a Daemon y asegurar su propia supervivencia. Sabía que cada movimiento debía ser estratégico, y la primera fase de su plan era demostrar su valor y capacidades.
Esa noche, durante la cena, Dafne se sentó junto a Daemon. La mesa estaba llena de los nobles y cortesanos más influyentes del reino. Era el momento perfecto para mostrar su inteligencia y habilidades.
Daemon: (mirándola con interés) Dafne, cuéntanos sobre tu vida antes de llegar aquí.
Dafne: (sonriendo) Mi vida en la casa Le Blanc fue tranquila. Sin embargo, siempre tuve interés en la política y la administración, además de practicar la esgrima y la equitación. Creo que es importante que una dama esté preparada para cualquier eventualidad.
Los ojos de Daemon brillaron con curiosidad y sorpresa. No esperaba esa respuesta.
Daemon: (intrigado) ¿Y cómo crees que esas habilidades podrían ser útiles aquí?
Dafne: (con confianza) Estoy segura de que puedo aportar nuevas ideas y estrategias para mejorar la gestión de sus tierras y fortalecer nuestras alianzas. Además, mi destreza en esgrima podría ser útil en caso de cualquier amenaza.
La mesa quedó en silencio por un momento, antes de que Daemon rompiera en una sonrisa.
Daemon: (con admiración) Parece que hemos subestimado tus capacidades, Dafne. Estoy ansioso por ver cómo podrás contribuir a nuestra casa.
Esa noche, mientras se retiraba a sus aposentos, Dafne sabía que había logrado captar la atención de Daemon. Sin embargo, era solo el comienzo. Tenía que seguir demostrando su valía y ganándose su confianza y respeto.
Los días siguientes, Dafne se dedicó a aprender todo lo que pudo sobre la administración del ducado. Pasaba horas en la biblioteca, revisando documentos y mapas, y solicitaba reuniones con los consejeros y administradores para entender mejor la situación actual.
Una mañana, mientras revisaba algunos pergaminos en su estudio, Daemon entró, observándola con interés.
Daemon: (cruzando los brazos) Veo que te has tomado en serio tu promesa de contribuir a la gestión de nuestras tierras.
Dafne: (levantando la vista) Por supuesto, gran duque. Creo que hay muchas áreas donde podemos mejorar, y tengo algunas ideas que me gustaría discutir con usted.
Daemon se acercó y se sentó frente a ella, señalándole que continuara.
Dafne: (extendiendo un mapa) He notado que algunas de nuestras aldeas más lejanas tienen problemas con el suministro de agua. Propongo construir un sistema de canales que conecte los ríos principales con estas áreas. Esto no solo mejoraría la calidad de vida de nuestros habitantes, sino que también aumentaría la productividad de las tierras agrícolas.
Daemon la miró, sorprendido por la profundidad de su análisis y la practicidad de su propuesta.
Daemon: (asintiendo) Es una idea interesante, Dafne. Veremos cómo podemos llevarla a cabo. ¿Tienes alguna otra sugerencia?
Dafne: (sonriendo) También he estado pensando en establecer nuevas rutas comerciales con los reinos vecinos. Podríamos beneficiarnos enormemente del comercio de especias y seda, y fortalecer nuestras relaciones diplomáticas al mismo tiempo.
Daemon la miró con admiración creciente. Era evidente que Dafne no era solo una joven dama superficial; tenía una mente aguda y un fuerte sentido de responsabilidad.
Daemon: (con una sonrisa) Estoy impresionado, Dafne. Tus ideas son sólidas y bien pensadas. Creo que podrías ser una gran aliada en la gestión de este ducado.
Dafne sintió una oleada de satisfacción. Había logrado ganar un poco más de la confianza de Daemon. Sin embargo, sabía que aún había un largo camino por recorrer.
Esa tarde, mientras paseaba por los jardines, se encontró con Elena y Alexander de nuevo. Esta vez, decidió acercarse y entablar conversación con ellos.
Dafne: (sonriendo) Buenas tardes, príncipe Alexander, lady Elena. ¿Puedo unirme a ustedes?
Elena le devolvió la sonrisa, mientras Alexander asintió cortésmente.
Alexander: (con amabilidad) Por supuesto, lady Dafne. Nos alegra su compañía.
Durante la conversación, Dafne se esforzó por mostrar su apoyo a la relación entre Elena y Alexander, haciéndolos sentir cómodos y valorados. Quería asegurarse de que ellos también vieran en ella a una aliada, no a una enemiga.
Más tarde, al regresar al palacio, Dafne se encontró con Daemon en el salón principal.
Daemon: (sonriendo) Parece que te llevas bien con el príncipe y su prometida.
Dafne: (asintiendo) Son personas encantadoras. Creo que es importante apoyarlos y asegurar su felicidad.
Daemon la miró con una expresión reflexiva.
Daemon: (seriamente) Aprecio tu sinceridad y tus esfuerzos, Dafne. Pero recuerda, este mundo está lleno de intrigas y peligros. Debes estar preparada para enfrentarlos.
Dafne lo miró con determinación.
Dafne: (con firmeza) Lo estoy, Daemon. Haré lo que sea necesario para proteger a quienes amo y asegurar nuestro futuro.
Daemon sonrió, admirando su espíritu y su valentía.
Daemon: (con respeto) Estoy empezando a creer que realmente podemos cambiar nuestro destino, Dafne. Juntos.
Con esa nota, ambos se despidieron, sabiendo que el camino por delante sería arduo, pero también lleno de posibilidades. Dafne estaba decidida a cambiar su destino y a forjar su propio camino, uno que la llevaría a un futuro brillante y lleno de esperanza.
nunca unas lunas de miel ....
y porque ellos tienen más decisiones que el principe 😰