Nada Es Lo Que Parece. Red De E Maldad.

Luego de horas de viaje bajaron del avión y los esperaba una camioneta negra, la joven miro a su prometido y este la abrazó y le dijo que casi llegaban, la joven estaba inquieta y no sabía por qué, cuando llegaron al lugar ella se asustó muchísimo, era una mansión donde había muchos guardias, era enorme color blanca y con decoraciones en rojo y dorado, las escaleras eran doradas y había una mujer, con un vestido rojo muy descubierto tenía un cigarrillo largo en su mano y veía a Alexa como león a su presa, había un cierto destello siniestro en la mirada de esa mujer.

# Amor, que es este lugar no me gusta, nos vamos por favor# hablo nerviosa al ver cómo pasaban varias jovencitas casi a empujones a su lado.

# Tranquilízate Alexa, lo siento, pero son solo negocios# dijo aquel desgraciado y ella se alejó de él abriendo sus ojos con sorpresa y terror

# Lo sientes… Qué es lo que sientes, sé que hablas, William# dijo con su voz temblorosa.

# Me gusta, es hermosa y tiene un cuerpo de infarto, ahora dime aunque igual la revisaré, es virgen# pregunta la mujer y Alex la vio con horror y luego llevo sus ojos hasta William.

# De que está hablando esta mujer William, contéstame por qué me trajiste, yo me voy# dijo, pero un hombre la detuvo y al soltarla la dejo caer al suelo.

# Oye tarado, no dañes la mercancía # ella se alteró, sus alertas estaban al límite, esto debía ser una pesadilla.

# Habla William, esto debe ser mentira, tú eres un hombre de bien, un hombre de la ley y me amas# él se acercó y la levanto

# Lo siento Alexa, pero no es personal, tú eres virgen y yo te estoy vendiendo, esta es tu realidad, en verdad me gustabas y te amo, pero ya es tarde para arrepentirme.# la joven lo empezó a golpear en el pecho y a gritar.

# No, William déjame ir, mi abuela me necesita, por favor no me hagas esto, jamás diré nada# repetía entre gritos, pero él solo negó.

# Ya cobre una parte del dinero, Alexa no hay vuelta atrás# dijo mirándola y la joven comenzó a llorar, la chica negaba mientras lágrimas caían y salpicaban por doquier con el movimiento de su cabeza, Alexandra se lanzó a los pies de William mientras le suplicaba que no la dejara así, ella le decía que si quería dinero ella le daría toda su herencia, pero que por favor no la dejara allí.

# Cuál herencia Alexandra de que hablas# le dijo el hombre.

# Tengo un dinero que me dejaron lo suficiente para vivir cómoda toda la vida, pero solo lo puedo manejar yo, te lo daré todo, solo sácame de aquí # seguía implorando la joven.

# Ya es tarde Alexandra, si me hubieses sido sincera no hubiese pasado esto, ahora me voy # ella lo jalaba de su camisa.

# William, mi abuela sufrirá al no verme, quien la cuidara William, por favor# el hombre la empujó volviéndola a lanzar al suelo, luego se fue de allí dejándola sola en ese asqueroso sitio. La joven se hizo un ovillo en el suelo protegiéndose con sus brazos, ella se sentía segura haciendo eso, pero esa situación no duró mucho, la mujer que fumaba ordenó llevarla a una habitación.

# Levántenla y llévenla a la habitación con las demás y vayan por el doctor para que la revise # dijo aquella mujer y se retiró de allí.

Alexandra fue arrastrada por dos sujetos hasta una enorme habitación en donde había varias camas, parecía un internado, la joven fue lanzada y la puerta fue cerrada, Alexandra lloraba en el frío suelo mientras observaba donde estaba.

La habitación era de color marfil, las camas eran de madera y sus sábanas eran blancas, a cada lado de las camas había varias mesas de madera, observo y miro un enorme armario y una enorme ventana, cerca de esta cortina color ocre, la joven salió de su trance y se dio cuenta de que no estaba sola, en aquel lugar había más jovencitas, ella no lo podía creer niñas de quince años o menos, también había menores mucho más pequeños tanto hembra como varón ellos estaban en unas camas al final eran seis y el mayor no llegaba a siete años ella no podía creer cuánta maldad podía existir.

Una jovencita se le acercó y la levantó del suelo, la miraba con una mirada de lástima y tristeza, la chica era una jovencita como de 16 años, aunque su cuerpo estaba crecido, su carita la delataba.

# hola soy Tania, levántate y ven descansa un poco# Alexandra la miro y le pregunto.

# En dónde estamos, que es este lugar# la jovencita se sentó y miró a otra joven un poco más mayor como de dieciocho años y está comenzó a hablar.

# Este lugar es el infierno, aquí nos traen a todos, a ellos los casaron por medio de vídeos que subieron sus padres dónde bailaban, luego los siguen y los traen aquí# dijo mirando a los infantes.

# Ellos serán vendidos para vender sus órganos, otros si tienen alguna condición o enfermedad irán a pedir dinero en las calles y las pequeñas si hay un depravado tendrán que vivir un verdadero calvario # Alexandra se sorprendió, ella no creía lo que sus oídos escuchaban.

# Nosotras fuimos engañadas también por las redes sociales, yo siempre subía videos y me contactaron para hacer un comercial, mi madre estaba feliz, pero un día en una sesión de fotos mi madre fue a buscar unos documentos que les pidieron para hacer un contrato, pero cuando mi mamá se fue y quedé en el estudio, ellos desmantelaron todo y me trajeron aquí, yo no era virgen por eso estoy aquí y estoy es un verdadero infierno ya no quiero estar con más hombres, lloraba la joven.

Alexandra la abrazo fuerte y escucho el testimonio de otra jovencita, ella conoció a un chico por las redes y se hablan a diario hasta que el día que quedaron de verse para ir al cine fue traída a ese lugar y así siguió escuchando, otra joven fue contratada para trabajar en otro país le prometieron papeles, techo y comida, todo se veía legal hasta que fue traída a ese infierno y así escucha cada aberrante historia, y unas ya tenían tiempo y otras apenas serían vendidas.

Alexandra, como siempre, quería ayudar y las miro diciendo que debían tratar de escapar, que tenía que haber alguna manera de salir de ese infierno.

# Escuchen, tenemos que salir de aquí o por lo menos sacar a esos niños, díganme lo que sepan que nos pueda ayudar# la chica hablo firme y ellos sintieron esa pequeña luz, se esperanza así, era Alex, una joven tan alegre que irradiaba paz.

# Bueno, aquí no hay tanta seguridad ahora, pues, escuché que hubo un problema, únicamente hay cinco hombres, aparte cuando llegan nuevas y son vírgenes se vuelven como locos y son el centro de atención# Alex escuchaba y asentía.

# oigan saldremos de aquí yo las ayudaré, pero por favor saquen a estos nenes de aquí, el idiota que me trajo me pidió mi teléfono para según el llamar y no me lo devolvió, pero no me quitó esto # dijo sacando dinero escondido en un monedero en sus ropas su abuela siempre le decía que debía llevar consigo dinero, ya que nunca se sabía si ocurriría algo donde ella lo necesitara, también se quitó el anillo de compromiso que le dio ese imbécil y se lo entregó a una joven para que pudieran venderlo si llegaban a escapar.

Alexandra se comportó bien en toda la trade lo que dijeron ocurrió dos de los guardias estaban al pendiente de ella, la mujer que la llevó y el doctor, todos estaban emocionados haciendo llamadas y esas cosas, la joven había tardado un plan.

Ella coqueteó con un sujeto y sin que se diera cuenta le quitó lo que era la llave de entrada, según la indicación que le dieron, la joven se la entrego a una chica y siguió portando sé muy bien, cuando llegó el momento que le dijeron que debía ser hoy, ya que después los demás regresarían y serían imposible escapar la joven corrió escaleras arriba y se subió a la tercera planta, se pasó del barandal y hacía para lanzarse, todos corrieron a detenerla, pero la joven amenazaba con lanzarse, ellos jamás se imaginaron que escaparían, por el hecho de que nunca nadie lo intentó.

Alex observó como salían de las chicas y chicos del lugar y se tiró quedando colgada a punto de caer, ella era buena haciendo ejercicio y sabía su límite si fue una estupidez, pero esos niños no debían ser tocados, ella sabía que esto le costaría caro, pero jamás imaginó que tan caro le costaría.

Cuando la pudieron agarrar ya los demás no estaban, mientras volvían a sus puestos un hombre fue a revisar y no encontraron a los demás, ese día escaparon todos menos la pobre Alexandra, pero ella estaba feliz de poder ayudar, solo esperaba que sí, pudiesen escapar.

Angelina le dio el número de su abuela para qué avisarán que ella estaba en esa situación, pero que haría de todo para volver con ella, que le dijera que la amaba y que se tomara su medicina, que ella volvería a estar a su lado.