Corro cansada y ya sin fuerzas la verdad es que ya no puedo más estoy completamente agotada y casi desmayada los golpes aún me arden, pero lo tenía que hacer nos separamos mientras huimos y después de un rato me doy cuenta de que al menos que nos separemos nos van a atrapar, corro al bosque y veo a la persona frente a mí, niega, pero después de mucho discutir le entrego algo seguro y escapa mientras que sigo distrayéndolos miro a la nada sonriendo satisfecha, porque solo alguien que sabe que es vivir la traición de parte de dónde menos lo esperas sabe lo que es proteger y cuidar a la única persona que sí estuvo allí.
Yo solía ser una princesa de esas que viven en una burbuja y quieren todo lo que pide, una chica que creía tener su vida perfecta, una joven que creía en un príncipe, en un cuento de hadas en el amor bonito, pero después de solo conocer el dolor te aferras a una rosa que sabes que aunque te va a pinchar quieres tener su aroma, o con el fuego que es asombroso pero te quema
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Mi amiga.
Odette.
Mi vida en este lugar es un horrible infierno de día y de noche, esto es una tortura, tengo castigos todo el día, y mi cuerpo ya casi no aguanta, pero no les daré gusto, en este lugar descubrí grandes engaños y grandes decepciones siempre me acuerdo de cada palabra de esa desgraciada que creí mi hermana, mi amiga y no resultó ser más que una vil rata inmunda.
Después de todo aquí si bailo, nos ponen a practicar bailes y en la noche entretenemos a asquerosos, gracias a Dios la venta de las chicas se pospuso un poco, solo los hacemos gastar dinero y usan a chicas que viven aquí a las extranjeras ya usadas las desechan, solo servimos para bailar, pero en la venta cualquier extranjero nos puede llevar, pero para eso falta un poco, han pasado seis malditos meses en dónde me han torturado y han intentado violarme en varias ocasiones.
Ya casi estoy totalmente destrozada, no puedo creer en nadie, las palabras de esa perra retumba en mi cabeza, el dolor de pensar que sea verdad me destroza.
Eres una maldita bastarda y por eso esto lo planeamos entre Gabrielle y yo asquerosa y haremos que papá te odie también— esas palabras me atormentan, pero ahora me es difícil confiar en nadie, aquí me enteré de que nadie era quien yo creía.
Aquí hay chicas que me quieren dañar, hay alguien que es la jefa como si fuera una cárcel y me tiene rabia, me odia y más por qué hay una maldita bastarda que le ha metido ese odio hacia mí, juro que algún día he de verla pagarme lo que hizo.
Pronto tendremos nuestra presentación y seremos vendidas, bueno las vírgenes, yo no entro en ese grupo y lo más probable es que me dejen aquí bailando y siendo la perra de cualquier drogadicto.
Los días pasaron y hubo una riña donde por fin una perra asquerosa dejó este mundo, es irónico, pero mi amiga me salvó.
Camino para ir a limpiar los baños y está esa tipa, la comadreja, que así le decían a la jefa de la cárcel y junto a ella la maldita escoria que me tenía la vida vuelta mierda y mi amiga se metió, ella le enterró un puñal en forma de pluma en el cuello matando de inmediato a tal basura, desde ese día las palizas eran más y más fuertes, ya que empujé a mi amiga y quedé con la culpa, los golpes eran horribles yo ya no podía más, pero una princesa no se deja ver llorar de nadie.
El día de la presentación se acercó y solo faltaba un día, yo había planeado después de estudiar el lugar y ver a qué hora había menos vigilancia y como podía escapar y vi entonces la luz al final del túnel, el único detalle era que solo una escaparía, alguien debía entretenerlos lo suficiente como para que la otra pudiese escapar, yo quería irme de aquí, es cierto, pero ella...
Ella lloraba a diario, extrañaba a su familia, me contaba sobre su ángel, el ser que más amaba y adoraba en este mundo, ella tenía la certeza que él daría con ella, el miedo se veía latente en sus ojos y no sé cómo, pero yo confiaba en que si ella salía regresaría por mí además sentía una gran confianza y seguridad con ella.
Un día antes, a las dos de la tarde, la hora en que los centinelas estaban fumando detrás de los baños porque la rectora por así decirlo salía a comer, decidí salir con mi amiga corrimos hacia un bosque que quedaba cerca de donde estábamos, corrimos al muy rápido, pero nos descubrieron, fue entonces cuando entre llantos de ella dijo que no me dejaría, pero escondidas en un arbusto le expliqué que mañana era la venta de purezas y ella sería la primera en ser vendida por ser hermosa.
Entendió y juró buscarme hasta debajo de las piedras, le dije dónde estaba un lugar que yo compré aquí la vez que vine y el dinero para que fuese libre, así no volviera por mí, nos abrazamos y usé más fuerza de voluntad de lo usual porque de verdad quería llorar.
Salí para que me vieran y ella pudiera correr, corrí como pude, pero sabía que no saldría de ese lugar, me atraparon y me golpearon todos y cada uno de esos asquerosos, me golpearon de manera feroz, pero no tocaron mi cara.
El día siguiente llegó y eso lo mantuvieron en secreto, mi amiga había muerto, jamás aceptarían que alguien se les escapó, el día de la presentación llegó y usaron maquillaje corporal, en mí, parecía mentira lo que un artista podía hacer, vi como mostraban a cada chica y vi como compraban la virginidad de esas chicas y no solo eso a ellas también, yo salí a bailar y estaba en otro mundo me sentía fuera del planeta, el momento era único, me sentí hermosa, libre y perfecta.
Mi mirada conectó con lo que ante mis ojos, eran los ojos más hermosos que había visto, pero eran furiosos o intimidantes, no lo sé, su dueño era un hombre alto, con un cuerpo muy bien tallado, pues, su camisa se le pegaba al cuerpo, llevaba un traje negro y su saco reposaba en la silla, su cara perfecta, su piel clara y su cabello casi rubio, mi zona íntima se mojó como jamás lo hizo, qué hombre más perfecto.
Terminé de bailar y escuché que decían en alemán que alguien me quería comprar, en ese momento temblé, mi piso calló, ya no estaba bailando sino esperando a mi dueño y sí, me compró por una cantidad enorme y ridícula, ese hombre pagó demasiado por una mujer usada como yo, o así ya me lo creía yo.
El hombre mandó a su escolta y subí a su coche, no me importaba quién fuera, pero no lloraría, sabía a qué iba y como toda princesa debía aguantar, al menos la salvé a ella y cuando ella esté en su vida feliz, se acordará de mí.
Vi al hombre a mi lado, pues, no lo vería a la cara, no quería ofenderlo, ahora era una vil puta sin valor y él era mi dueño, ya estaba resignada a que sería violada de maneras inimaginables.
"Una princesa es fuerte y todo lo soporta con orgullo y valor" Las palabras de mi madre resonaron en mi cabeza.