En el reino de Altravia, Selene, una princesa atrapada entre el deber y su corazón, se ve obligada a buscar esposo para salvar su linaje. Sin embargo, lo que comienza como un juego de alianzas políticas se complica cuando se enamora de Ascensio, un joven cazador con un secreto oscuro e inconfesable: cada noche de luna llena, una maldición lo transforma en un hombre lobo.
Mientras Selene lucha por descubrir la verdad detrás de los rostros sonrientes de sus pretendientes, Ascensio se enfrenta a su propia naturaleza monstruosa, intentando proteger a la mujer que ama. Pero en las sombras del bosque, fuerzas más oscuras conspiran para desatar una tragedia que podría cambiarlo todo.
Un romance prohibido, intrigas cortesanas y un misterio sobrenatural se entrelazan en esta historia de amor, ambición y redención, donde la luna ilumina tanto los secretos como las verdades más ocultas.
¿Lograrán Selene y Ascensio superar las barreras que los separan, o sucumbirán al peso de sus destinos cruzados?
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Capitulo 14: El Filo del Alma
Mael empezo a sentir algo extraño dentro de el, y su piel y cuerpo se estaba transformando, llevandolo a una agonia nunca antes experimentada, la forma de una mujer se hacia presente.
El silencio que siguió a la entrada de ella fue opresivo, como si todo el aire hubiera sido succionado de el bosque. Su presencia irradiaba un poder que no requería demostraciones ostentosas. Su mirada recorrió el campo, deteniéndose en Ascensio, como si pudiera ver a través de el.
"Es un placer ver que mis pequeños peones se han reunido", dijo con una sonrisa venenosa, rompiendo el silencio.
"¿Peones?", preguntó Adrian, dando un paso adelante, su mano en la empuñadura de su espada.
**Lilith levantó una ceja\, burlona. "Oh\, querido\, aún no entiendes el juego\, ¿verdad? Todos ustedes han sido piezas en el tablero desde el principio. Y yo... yo soy quien mueve las fichas."**
Lilith extendió una mano y un vórtice oscuro apareció, mostrando imágenes fragmentadas del pasado. Selene reconoció inmediatamente a su madre, vestida con un manto ceremonial, caminando hacia un altar rodeado por runas brillantes.
"Tu madre, princesa", dijo Lilith, "no era solo una reina. Era la guardiana de un pacto. Un pacto que ahora está roto, gracias a tu amado."
Selene sintió un nudo en el estómago. "¿De qué estás hablando?"
"El pacto protegía este reino de la oscuridad que ahora se alza. Pero el hombre lobo lo destruyó para, ahora, tú eres el último vínculo con ese poder, y yo... yo he venido a reclamarlo."
Mientras Lilith revelaba estas verdades, Mael se hablo en la mente de Selene, murmurando: "No podemos confiar en ella. Lo que sea que quiera, no puede ser bueno para ti ni para este reino."
Pero antes de que pudieran reaccionar, Lilith extendió sus brazos, y el vórtice comenzó a transformarse. El lugar entero se desvaneció en una oscuridad profunda, y cuando la luz volvió, se encontraban en un lugar completamente diferente. Era un campo de batalla cubierto de ruinas antiguas, el cielo teñido de rojo sangre.
"¿Dónde estamos?", preguntó Ascensio.
"Bienvenidos al Nexus", respondió Lilith. "Un lugar donde las almas de los caídos aún luchan, donde los valientes son probados y los cobardes perecen. Si quieren proteger a Selene, tendrán que demostrar su valía."
Lilith desapareció en un destello de sombras, dejando a los demás en un silencio cargado de tensión. No pasó mucho tiempo antes de que surgieran las primeras amenazas: guerreros espectrales, armados con espadas y lanzas, que avanzaban hacia ellos con pasos decididos.
Mael y Adrian reaccionaron primero, luchando espalda con espalda. Ascensio, transformándose en su forma de hombre lobo, se lanzó al frente, desgarrando a los espectros con furia. Selene, aunque aterrorizada, reunió el coraje suficiente para utilizar un arco que había encontrado entre las ruinas, disparando flechas imbuídas con la poca magia que podía invocar.
Sin embargo, el Nexus no solo era un campo de batalla físico, también atacaba sus mentes. Selene comenzó a escuchar susurros, voces que la acusaban de ser débil, de ser la causa de todo el sufrimiento. Ascensio, por su parte, revivió la noche en que perdió a su familia, los gritos de su hermana resonando en su cabeza.
Adrian y Mael no estaban exentos de las pruebas mentales. Adrian revivió la traición que lo llevó a perder su título y su familia, mientras que Mael enfrentó el rostro de su primer amor, alguien que había perecido por su incapacidad de protegerla.
En medio del caos, apareció un nuevo personaje, una mujer joven de cabello corto y ojos de un azul brillante, con un atuendo de viajera que parecía fuera de lugar en el Nexus. Se presentó como Eira, una maga errante atrapada en el Nexus durante años.
"Si quieren salir de aquí con vida, necesitarán mi ayuda", dijo con firmeza, lanzando un hechizo que destrozó a varios espectros de una sola vez.
Aunque desconfiaban de su repentina aparición, no tenían otra opción. Con Eira liderando el camino, el grupo logró avanzar hacia el corazón del Nexus, donde Lilith los esperaba con una sonrisa triunfal.
Cuando finalmente llegaron a Lilith, ella no los atacó. En cambio, reveló una verdad inquietante: "No soy tu enemiga, princesa. Soy el guardián del pacto, y estoy aquí para poner a prueba tu capacidad de reclamarlo. Este poder no puede ser entregado a cualquiera. Debes demostrar que tienes la fuerza para soportarlo."
La revelación dejó a todos en shock. ¿Había sido todo una prueba desde el principio? ¿Y si Lilith no era realmente su enemiga, sino la clave para enfrentar la amenaza mayor que se avecinaba?
Selene, con una determinación recién descubierta, dio un paso adelante. "Si esta es mi prueba, entonces la aceptaré. Pero no lo haré sola. Ellos son mi fuerza, y juntos enfrentaremos lo que venga."
Lilith sonrió, como si esa fuera la respuesta que había estado esperando. "Entonces prepárate, princesa."