Erick un antiguo detective retirado es una persona obsecionada con un caso de desapricion del pasado resibe una misteriosa llamada anonima que lo llevara a volver al caso, el inicio que comenzo con esta llamada lo metera a los planes de una organizacion que nos dice que el secuestro de laura no es tan simple como parece
La historia está hecha para que te preguntes si hubieras seguido las decisiones que Erick toma a lo largo de la historia
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Sujeto n°073 y Sujeto n°331
El informe desplegado en la pantalla profundiza en el perfil del Sujeto N°002. La vejez extrema que presenta no es natural; es una consecuencia directa de la inyección del suero LXD. La ironía es cruel: su debilidad física, su apariencia frágil y decrépita, se convierte en su arma más poderosa. Una máscara que utiliza para atraer a sus presas, el cebo perfecto para una caza despiadada.
El informe enfatiza la necesidad de contención, una contención máxima para evitar más asesinatos a manos de esta aparentemente indefensa anciana. Pero hay algo más preocupante aún: la posibilidad de un control mental. No se trata simplemente de un control físico sobre los demás sujetos; la conexión parece ser psíquica, una siniestra red de mentes interconectadas. Los investigadores de la Corporación Quimera, según el informe, intentaron bloquear estas ondas psíquicas utilizando un metal especializado.
Sin embargo, el informe revela una conclusión escalofriante: si el Sujeto N°002 muere, la conexión mental se rompe de forma catastrófica, causando un frenesí incontrolable en los demás sujetos, sumiéndolos en una locura asesina. El documento termina abruptamente, sin conclusiones ni planes de acción. Solo datos crudos, un retrato implacable de la complejidad y el peligro que representa este caso, un peligro que se extiende más allá de la simple eliminación física de un sujeto. La red es más extensa, más profunda, y el riesgo de desencadenar una catástrofe de consecuencias inimaginables es abrumadoramente real.
El silencio vuelve a la habitación, un silencio cargado de la comprensión de la gravedad de la situación. La simple eliminación del Sujeto N°002, una solución que podría haber parecido obvia, ahora se presenta como una posibilidad potencialmente desastrosa. La complejidad del caso se multiplica, convirtiéndose en un laberinto de consecuencias impredecibles.
La pantalla del portátil refleja la intensa mirada de Erick. El resto del día se desvanece en una borrosa sucesión de archivos, nombres, números, hasta que dos referencias emergen de la caótica maraña de datos: el Sujeto 073 y el Sujeto 331. Los dedos de Erick tamborilean sobre la mesa, un tic nervioso que contrasta con la frialdad en sus ojos.
El Sujeto 073. Una araña. No una de las monstruosas criaturas vistas en las instalaciones de Quimera, sino algo… más pequeño. Del tamaño de una cabeza humana, inofensiva en apariencia. Sin embargo, el informe la describe como los ojos y los oídos del Sujeto 002, un extension de su voluntad, una extensión de su mente. Incluso el metal especializado que bloquearía las ondas psíquicas de la anciana no puede interrumpir la conexión con esta pequeña araña. Es una extensión de su consciencia, un sensor diminuto, siempre vigilante. Erick siente un escalofrío recorrer su espalda. La magnitud de la situación se vuelve aún más aterradora.
Luego está el Sujeto 331. Un gigante. Dos metros de músculo y… ausencia de inteligencia. Un autómata obediente. El informe indica que obedece únicamente a aquellos que poseen una parte del cuerpo del Sujeto 002. Sólo cabellos, según el documento, fueron tomados como precaución, para evitar una posible duplicación de la amenaza. La información es escasa, pero la imagen es clara: un coloso desprovisto de razón, una herramienta brutal a disposición de cualquiera que posea una reliquia de la anciana.
Un silencio pesado se apodera de la habitación. Eleanor, sentada a su lado, observa a Erick con una mezcla de preocupación y admiración. Su silencio es profundo, una comprensión tácita de la gravedad de la situación. El rompecabezas, lejos de resolverse, se ha vuelto exponencialmente más complejo.
"¿Qué hacemos ahora?", pregunta Eleanor finalmente, su voz apenas un susurro en el espacio silencioso. La pregunta flota en el aire, cargada de una tensión palpable. La respuesta no es evidente, y la presión de la posibilidad de un colapso inminente presiona sobre ellos como una losa. Erick se levanta, paseando de un lado a otro de la habitación, sus manos retorciéndose en un gesto involuntario, producto de su TOC. Su mente, una máquina calculadora, ya está procesando las implicaciones. El Sujeto 073, la araña diminuta e invisible, esta en las instalaciones. Y el Sujeto 331... murio a manos de eleonor
El reloj de la pared tic-tac-tic-tac, marcando el paso inexorable del tiempo, el tiempo que se agota. La búsqueda de Laura Miller se ha convertido en algo mucho, mucho más grande. La amenaza no es solo una anciana enferma y decadente, sino una red compleja y mortal que se extiende más allá de lo imaginable.
El caos en la mente de Erick es un torbellino incesante. La imagen de la araña diminuta, los ojos del Sujeto 002, se superpone a la del gigante sin mente, una amenaza latente que acecha en las sombras. Pero un hilo de orden comienza a tejerse entre el desorden. La conclusión es inevitable: la Corporación Blue no protege las ruinas de Quimera por simple casualidad. No pueden, o no quieren, sacar al Sujeto 002 del edificio. El lugar es su territorio, su guarida. Esa es la única explicación lógica.
Al cerrar la carpeta del Proyecto Arachne, Erick nota ocho carpetas más, guardadas en la misma carpeta. Archivos adicionales. Más experimentos con humanos. El pensamiento le produce un escalofrío. La magnitud del horror se profundiza, ensombreciendo aún más el ya oscuro panorama. Sin dudarlo, le pide a Eleanor que intente recuperar los archivos. La joven asiente, entendiendo la urgencia implícita en la mirada de Erick.
"Estaré lista para leerlos cuando regreses", asegura, mientras Erick se levanta, con la intención de retornar a su modesto apartamento. Una ducha fría se impone como una necesidad urgente. El agua helada, un método brutal pero efectivo para limpiar la suciedad y la tensión acumulada durante los últimos días. El dolor de sus heridas, ocultas bajo su ropa, es un recordatorio constante de la brutalidad de su último encuentro. Una vez limpiado y vendado, podrá evaluar el siguiente paso con una mente más clara, un enfoque más preciso. La búsqueda no ha terminado. Está lejos de terminar. El camino por delante sigue siendo tan impredecible como peligroso, y el tiempo se agota.