Renace en un mundo mágico y su único objetivo es ser feliz.
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Contrato
El emperador se acostó en el sofá y comenzó a pensar…
[no puedo caer en el juego de esa chiquilla, pero por lo que vi ayer está decidida… además, si no soy yo, podría ser cualquiera… y lo haría pensando en mí… quizás no sería tan mala idea, un contrato… lo enviaría con copia sellada al templo, para que después, no intentará cambiar las cosas… es hermosa, joven, enérgica, con carácter, virgen…]
Esa misma tarde, el emperador llamó a su asistente, para redactar el contrato…
Asistente: ¿Esta seguro de esto majestad?
Emperador: Si… quiero que quede establecido… que no puede usar nuestros encuentros íntimos para llegar al trono de emperatriz, que todo lo que pase es su responsabilidad y que si falta a su contrato, estaría terminando con las relaciones diplomáticas entre nuestro imperio y su reino…
Asistente: Si majestad…
Emperador: Cuando esté listo el contrato, avísale que venga a mi oficina
Asistente: Majestad, Lady Lilith probablemente, no llegue a dormir al palacio.
Emperador: ¿Qué?
Asistente: el carruaje solo trajo de vuelta a su doncella, quien vino por unas cosas…
Emperador: Da la orden de que la traigan de vuelta al palacio, pero que parezca un accidente…
Asistente: ¿Cómo majestad?
Emperador: No lo sé, incendia la maldita posada… manda que lo solucionen.
Asistente: Si majestad
Emperador: Y te apuras en terminar el maldito contrato.
Asistente: Si majestad…
En minutos, volvió el asistente.
Emperador: ¿Qué paso?
Asistente: Ya di las instrucciones majestad.
Emperador: Bien. Escribe el contrato, agrega que mientras dure el acuerdo, no puede ver a ningún otro hombre.
Asistente: Si majestad…
Una hora después llego Lilith al palacio.
Asistente: Mi lady ¿todo bien?
Lilith: Le dijeron a mi doncella que la posada tenía ratas, hasta me mostraron una… fue horrible…
Asistente: Lamento oír eso, pero, su majestad la está esperando…
Lilith: Voy enseguida…
Emperador: Adelante…
Lilith: Buenas noches, me mandó a llamar emperador…
Emperador: tomé… lea esto
Lilith: ¡Wow en serio hizo el contrato! ¡Qué bien!
Emperador: Léalo y fírmelo
Lilith: Bien… necesito hacerle algunas modificaciones…
Emperador: Lo sabía… que quiere…
Lilith: Llame a su asistente por favor.
Emperador: Bien… ¡Guardia! Llama a mi asistente…
En menos de un minuto, el asistente estaba en la puerta
Asistente: Dígame majestad.
Lilith: Señor, podría agregar dos cosas más por favor.
Emperador: ¿Agregar?
Lilith: Sí, quiero que agregue que toda la responsabilidad, consecuencias con lo que pase, por nuestros encuentros es solo mía y que solo yo tengo derecho sobre mi cuerpo… que toda consecuencia será solo mía y nadie más puede decidir sobre eso… solo yo
Emperador: Bien… ¿Qué más?
Lilith: Que cualquiera de los dos, puede terminar el contrato, cuando quiera.
Emperador: jajaja ¿solo eso?
Lilith: Si, solo eso.
Emperador: Bien, quiero que sepas, que enviare una copia sellada al templo, para que no puedas modificar nada…
Lilith: Esta bien.
Emperador: Bien…
Lilith: ¿Cuándo estará listo?
Emperador: Mañana
Lilith: Bien, entonces, creo que no será necesario quedarme en la posada, además habían ratas
Emperador: ¿ratas?
Lilith: Si, usted debiese preocuparse más por ese lugar.
Emperador: jajaja lo haré.
Lilith: Bueno nos vemos mañana…
Emperador: ¿mañana? Pensé que esta noche…
Lilith: Después de firmar el contrato… será más seguro…
Emperador: Si es lo mejor.
Lilith: Muchas gracias señor asistente.
Asistente: De nada mi lady.
Emperador: Buenas noches, Lady Lilith
Lilith: Buenas noches, Emperador Samuel
Pero no tenía forma de saberlo.
Pueden cerrar este y firmar el acta matrimonial.