Fui condenada a pasar años en prisión por un delito que no cometí. Volveré para buscar venganza aunque para eso tenga que venderle mi alma y mi cuerpo al diablo.
NovelToon tiene autorización de SilvinaTracy para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capítulo 3 ENAMORADA
...LÍA BLOSSOM...
Cuando acepté mis sentimientos por Edward Sallow todo fue más sencillo y comprendí por qué me volvía torpe y nerviosa en su presencia. El sonrojo de mis mejillas, el sudor de mis manos, todo cobró sentido.
No fue un secreto para ninguna de mis amigas cuando les conté que me gustaba mucho él así que solo dijeron entre risas "Al Fin" y lo dejaron ser.
Yo vestía bien, siempre impecable y mí nana hermosa hasta se encargaba de mí manicura como toda una profesional y es que prefería estar con ella antes que rodeada de extraños en un salón de belleza. También era algo tímida, cuestión que nada me ayudaba cuando debía lucir estupenda.
Edward era hijo de una pareja de médicos muy respetados en nuestra ciudad por lo cual era comprensible que tuviera también dinero y un futuro que parecía brillante.
Con el tiempo nos hicimos aún más cercanos, casi inseparables de modo que pasábamos días juntos. A él le gustaban los deportes mientras que yo no era muy buena en ello pero no importaba si eso significara pasar tiempo de calidad a su lado.
Teníamos una cancha de tenis y aveces jugábamos aunque yo apenas si tocaba la pelota. Mí nana nos llevaba limonada al jardín y algunos aperitivos para seguir disfrutando al aire libre en lo que podía ser un paraíso pero era mí hogar.
Todo iba con mucha calma y yo era incapaz de confesar mis sentimientos, estaba bien como su amiga o eso creía hasta que él comenzó una relación que no duró demasiado con una chica hermosa de nombre Solange. Allí fue cuando sentí la envidia por primera vez, la inseguridad y los celos.
Solange tenía pelo castaño claro con pequeñas tonalidades rubias naturales. Un cuerpo precioso y vestía a la moda pero a diferencia de mí ella no era nada tímida ni dejaba demasiado a la imaginación, razón suficiente para tener docenas de chicos detrás suyo. Sentía envidia y celos, quería ocupar su lugar y saber que se sentía ser besada por esos labios, ser abrazada por esos brazos que rodeaban su pequeña cintura en cada receso.
Ya Edward no tenía mucho tiempo para mí y eso me dolía aún más que verlo con Solange quien no era muy agradable al saber que él tenía muchas chicas esperando una oportunidad. Las visitas a casa cada vez fueron más espaciadas hasta que simplemente dejó de venir.
Sentí alegria cuando esa relación terminó poco después aunque me sentí mal por desear el mal a alguien. Él había vuelto a ser mí gran amigo, el dueño de mí corazón que tal vez algún día me correspondiera.
Me dió el primer abrazo cuando volvió a casa a pedirme disculpas por abandonarme tanto tiempo y sentí que podría derretirme en sus brazos. Lo abracé con tanto amor que si durabamos un poco más juntos podría haber hasta llorado de la emoción.
Las visitas de Edward se hicieron constantes como antes de que apareciera Solange quien ya era historia en su vida. Los abrazos eran cada vez más seguidos por alguna razón, incluso estaba mejorando en tenis para que nuestros juegos fueran mejores.
Por amor las personas cambiaban, el amor no era egoísta, lo supe por mis padres siempre. Yo podría haber lo que fuera con tal de hacer feliz a Edward pero más tarde vería que nada de eso sería suficiente.
Gracias al tenis nos acercamos aún más porque cuando caí y raspé mí rodilla él me curó y pude sentir por primera vez que me miraba de un modo más intenso. Vi que le prestó atención a mis piernas y sentí una sutil caricia suya.
Me moví nerviosa sin saber cómo reaccionar y él me dió su brazo para ir a sentarme porque cojeaba un poco por el dolor al no poder flexionar bien mí pierna.
-Por unos días veremos películas bonita- tocó mí nariz y yo me sonroje cuando me dijo la primer palabra linda
"Si estoy soñando que nadie me despierte" recuerdo haber pensado. De volver el tiempo atrás lo correría de mí casa, de mí vida, le cerraría las puertas de mí corazón y lo empujaba a los brazos de Solange o de cualquier otra pero aún era muy estúpida.