Amor O Dinero

Miguel salió del colegio despacio y sigilosamente mientras la hermana María Dolores estaba descuidada cogiendo manzanas y cantaba alegremente el aleluya. Miguel se decía así mismo: acaso está monjita no sabía otro tipo de canciones religiosas. Lo estaba mareando con esa retahíla. Siguió escondido tras el gran roble que daba a la pared trasera contigua a la calle 22.

Ojalá David lo espere se dijo: esa gallina en una ocasión no lo había esperado que saliera y se regresó al colegio entre un grupo de estudiantes que llegaban de una excursión, así era de cobarde y está vez si no apuraba iba a suceder lo mismo. Le aterraba su padre el coronel Benítez y dónde lo pillaran era un problema grave.

Miguel era alto de cuerpo atlético piel blanca, ojos color miel y cabello castaño, rasgos fuertes y manos grandes que a veces lo hacían sentir mal. Por eso lo llamaban Hulk. Era fuerte y rudo, no tenía necesidad de hacer mucho ejercicio siempre había sido fortachon. Su abuelita Rosa lo solia abrazar cariñosamente mientras le decía: mi pequeño fortachon musculoso y le cogia los cachetes a besos. Solo tenía a su abuela y a su tío Alberto. Su madre había muerto y al igual su padre, en un accidente automovilístico cuando el apenas había nacido. Por eso le prohibieron manejar sea moto o carro, pero su pasión eran los carros y las motos.

Miro sigiloso y la hermana estaba yendo con su canastita a la cocina. En ese momento aprovecho se trepó rápidamente a una rama grande y fuerte que daba a la calle y salto,. Cayendo a la calle.

Miguel Antonio Rosero Mendoza.

Se levantó como resorte y miro a David con cara de susto el cual le dijo temeroso: Miguel donde no salias en dos minutos me iba, estoy muerto del susto donde mi padre se de cuenta que me estoy escapando de clase me manda a prestar servicio con su tropa en un segundo. Y dónde pase me muero...

Miguel: cállate ya se que tú por todo te mueres. Gallina. Vamos dijo y cogio a su amigo del brazo y salieron corriendo.

Después de correr unas dos cuadras se dieron cuenta que estaban a salvó y dejaron de correr.

Miguel: David trajiste lo que te pedí que me escondieras en tu casa.

David: si, ten y le pasó un bolso negro grande.

Miguel cogió el bolso y se lo echó a la espalda allí estaba su ropa de prácticas de motocross y dijo con una sonrisa: ahora estamos listos. Chinchiná allí vamos.

David con susto dijo: estás seguro Miguel es una simple carrera de aficionados. Puedes presentarte a otra, regresemos tal vez las monjas no se hayan dado cuenta. Y miro a su amigo con ojos suplicantes.

Miguel observó a su amigo y dijo: sabes aún no comprendo cómo tú y yo somos amigos. Ya lo recuerdo porque desde que te salve aquella vez que te querían meter la cabeza por el retrete los idiotas del grupo de la noche no te has vuelto a despegar de mí. Mirando que su amigo se enojó. Le dijo sonriendo es broma. No te lo tomes a pecho.

David lo miro con enojo y dijo: jummm pues déja de ser mi amigo no hay problema.

Miguel lo abrazo con fuerza por el cuello y lo agarro fuertemente. No ves idiota que eres mi hermano y así seas una gallina completa eres mi mejor amigo. David logro soltarse y lo miro con una sonrisa. Ambos amigos se abrazaron con cariño y siguieron caminando.

Miguel: debemos llegar al garaje porque don Pacho nos deja sin poder sacar la moto, dónde no lleguemos a las diez. Pero ya vamos a llegar a la parada del bus,seguro así llegamos rápido.

David: donde será que siempre sale ese viejito loco todos los días a las diez de la mañana. Dijo con curiosidad.

Miguel se rió y burlonamente dijo: a enamorar a la vecina. Te imaginas don Pacho con mi abue... Y rieron jocosamente el par de amigos.

Después de unos minutos estaban parados frente a un edificio grande de color marfil y tocaron una gran puerta de un garaje. Después de unos minutos salió un hombre de baja estatura cabello canoso, barba corta canosa vestido con un jersey gris, pantalón de tela negro, una boina negra. Tenía gafas y un rostro viejo y arrugado que demostraba su experiencia. Que les brindo una sonrisa amable y cordial. Y les dijo medio refunfuñon.

Don Pacho: estos muchachos locos, si no fuera porque los veo y recuerdo mis locuras de adolescente no les tapaba sus cosas. Haber haber entren y saquen ese aparatejo. Más llena de olor a gasolina todo el garaje.

Miguel y David entraron y lo saludaron.

Miguel: buenos días don Pachito como amaneció dijo y le dió una abrazo. Cómo va? Dijo salamero.

David menos eufórico dijo: buenos días don Pacho. Cómo amanece.

Don Pacho: bien bien muchachos locos. Ya saben con las achaques de siempre pero hay vamos. Aún tengo batería que gastar. Y bueno dígamen ahora para donde se van.

Miguel miro a David y dijo en tono confidencial a don Pacho: pero eso sí ya sabe secreto de estado. Sino a este lo mandan a prestar el servicio militar adelantado y a mi la abuela me manda tras de el. Y rio pícaramente- me voy a Chinchiná es la carrera para principiantes de moto velocidad para la región sureña. Y allí podré comenzar con mi carrera como corredor y luego llegaré a las grandes competencias del mundo. México estados unidos y se quedó soñando con una gran sonrisa.

Don Pacho admiraba a aquel muchacho era fuerte y luchaba por lo que quería. Y tenía un corazón de oro.

David: hermano apuremos deja de soñar y vamos que de aquí a Chinchiná es media hora y no quiero que me lleves como si fuéramos en una carrera. Me gusta la vida y deseo vivir un tiempo más.

Miguel regreso de sus ensueños y dijo sonriendo: vamos es verdad hay que apurar. Sacaron la moto que tanto le había costado que su tío Alberto le compré, era una moto vieja pero con un buen motor y un cilindraje de primera. Solo el chasis estaba para remodelar. Y así por las noches y con sus ahorros lo había hecho ahora era una moto de carreras hermosa y de las mejores.

Saco a Paquita como le decía Miguel a su motoy y le dijo a don Pacho: gracias por cuidar de mi Paquita, nos vamos don Pacho. En la noche estamos de regreso. Y chiton ya sabe. Hizo un gesto de silencio con su mano.

David: gracias don Pacho se cuida. Adiós dijo sonriéndole y se subió a la moto que ya estaba encendida.

Don Pacho: adiós muchachos. Se cuidan que Dios los cuide.

Miguel arranco a toda velocidad y don Pacho se quedó allí mirándolos irse. Y se dijo mejor me apuro ya debo ir por la flores y los pasteles para el café de las diez y media. Y entro en el garaje para luego cerrarlo.

En Chinchiná todo era fiesta, era una zona turistica y estaba de celebración por sus 50 años de fundación contaba con un clima magnífico,era caluroso y soleado, el agua de las piscinas brillaba con un azul espectacular; estaba lleno de gente, música a todo volumen, casetas de comida y carpas donde había gente sentada en mesas y una pista de motocross en tierra inmensa. En una esquina paro la moto Miguel y se estacionó.

Miguel feliz miro aquella pista y le dijo a su amigo: está hermano sera la pista donde yo Miguel Antonio Rosero triunfare. Y ese trofeo que ves allá será mío.

David admiraba a su amigo, siempre tenía claro todo lo que quería. Y esa valentía que siempre hostentaba era única. Deseaba ser como él.

David sonriendo dijo: don positivo entonces cambiese que ya hay muchos otros competidores en la salida mira y le mostró con la mano:

Miguel observo a cada uno con atención y dijo: mira David ese chico que esta alla con la moto roja con negro de número 227 es el rayo, a ganado muchas carreras, tiene bastante experiencia. Seguro esa es la competencia de profesionales. Aún no comienza la de principiantes.

David miro con atención y dijo: si, tienes razón es el. Y mira también hay otros competidores de reconocimiento internacional, ese de allí es el negro del ecuador. Y el otro de blanco con verde el mexicano. Va estar reñida esa carrera.

Miguel observo y dijo: tienes razón. Pero ven vamos a preparar todo para la mía.

En el momento de la carrera Miguel recordó a su mamá y su papá, siempre llevaba una foto en su cartera. Ella era hermosa y su papá era muy varonil se parecía mucho a ellos. Beso aquella foto y se encomendo a Dios. Paso a la salida y cuando sonó el pito de salida, salió como un rayo,codo con codo, de pronto aumento la velocidad y estaba por pasar a los dos primeros, cada curva y cada obstáculo los paso sin dificultad, la gente aplaudia y gritaban era un espectáculo único. Paso a todos y estaba por coronarse como el ganador. Así lo fue. Recibió su premio y sintió Miguel esa felicidad única, los aplausos y el cariño de la gente.

Cuando bajo del pedestal. Se abrazo a su amigo que lo estaba esperando feliz. Y que lo felicito.

En ese momento apareció un hombre de porte, con una sonrisa amable y mirada de lobo que dijo dirigiéndose a Miguel: felicidades muchacho tienes un talento que parece que llevas en la sangre. Me presento soy Ernesto Ibarra tengo unas empresas que patrocinan este deporte. Si no tienes aún patrocinador llámame esta es mi tarjeta. Y le pasó a Miguel un papel. Tengo uno de los mejores equipos a nivel nacional. Piénsalo.

Miguel aún sin creerselo dijo: mucho gusto Miguel Rosero, gracias señor y le recibió la tarjeta. Aún no tengo patrocinador pero pues tengo que pensarlo, porque no sé si mi familia me apoye. Sin embargo gracias.

Ernesto mirando que ese muchacho tenía potencial y necesitaba convencerlo le dijo: yo sé de lo que hablo la liga sureña necesita pilotos como tú, la liga del norte tiene unos excelentes como aquel lo ves, es de tu misma edad me parece y mira la brillante carrera que está haciendo. Tu podrías ser él. Ven vamos te lo presento.

Caminaron hacia una mesa donde estaban un grupo de jóvenes tomando unos tragos y charlaban.

Ernesto: hola Jhon te quería felicitar una carrera de las mejores dejaste a Colombia en la cima. Así debería ser siempre. Tienes merecido el renombre del rayo. Y sonrió.

Jhon miro a Ernesto y dijo con amabilidad: gracias y ya sabes está es mi pasión, y sin esto me muero. Además tenía que demostrar que todos los Ramírez somos los mejores en este deporte y le dijo a sus amigos: salud muchachos por los Ramírez, Jairo Ramírez y yo su hijo Jhon Ramírez. Todos levantaron sus botellas y celebraron.

Ernesto recordó a aquel imbécil de Jairo, había sido su competencia durante años. Pocas veces le pudo ganar sin embargo tenía que reconocerlo era talentoso.

Ernesto: así es salud John. Mira te quiero presentar a un futuro campeón de carreras. Miguel Rosero.

Miguel se acerco y dijo: Miguel Antonio Rosero un gusto conocerlos a todos y felicitaciones Jhon. Excelente su competición.

Jhon miro a su futuro rival y dijo: a bueno tu eres el que ganó hace un momento que todos gritaban como locos, participaste en la carrera de principiantes. Te irá bien mire algunos de tus giros y piruetas. Tienes talento. También felicitaciones.

Miguel lo miro con orgullo y dijo: gracias. Y ojalá nos veamos en más competencias. Seria genial correr contigo. Se nota que tienes experiencia.

Jhon: si un poco más que tú, comence desde niño con mi papá siempre que me traía a estas competencias. Y pues a sido un gusto. Y le sonrió cordialmente.

Miguel: igual dijo devolviendo la sonrisa.

Ernesto miro a aquel par de muchachos, y pensó que raro tienen un parecido extraño. Parecían hermanos sin embargo eso era imposible. Y rio pensando para si mismo, que estába loco y más bien seguía convenciendo a aquel chiko talentoso que se una a su equipo y reciba su patrocinio.

Miguel y David salieron de chinchina felices. Cuando estaban acercándose a San Juan David le dijo a Miguel: ahora sí a hacer de tripas corazón que mi mamá no se de cuenta que estoy llegando tarde y luego una cabos y se de cuenta de que nos volamos. Dijo imaginándote todas las escenas en su mente.

Miguel: tranquilo nadie se dió cuenta todo lo dejamos cuadrando. Piensan que pasamos todo el día en detención y que salimos sin molestar a nadie. Para eso está Sofía ella nos iba a cubrir si alguien preguntaba por nosotros ella decía que nos miro salir de detención a las cinco. Y nadie sospecha nada. Al final la psicóloga que nos tenía que vigilar la tenía el mono muy entretenida. Y rio pícaramente.

David: ojala ese plan haya funcionado. Y Sofía y el mono hayan hecho bien su trabajo.

Miguel: tranquilo ya verás que sí. Y mira aquí te dejo. Mañana hablamos.

David bajo de la moto y se despidieron el par de amigos.

Mientras en puerto del Monte. Arturo estaba extrañando a Beto. Hace meses que no se veían. El había elegido estar al lado de su amiga pero a veces quería salir corriendo y disfrutar también de algunos momentos de felicidad. Beto y el se habían hecho novios pero las cuestiones laborales y familiares siempre los alejaban.

Al menos Maryan estaba feliz con su mantecoso se dijo con envidia. Y sonrió.

Ella se lo merecía se dijo a sí mismo pensativo, además no debía temer ni preocuparse por su amiga ese mantecoso la iba a cuidar muy bien. Y decidio entonces llamar a Beto.

Beto miro su teléfono y se acomodo pesada y cansadamente en la cama- era Arturo:

Beto: hola amor como haz estado. Dijo con cansancio y sueño todavía.

Arturo: hola mi amor perdido. Porque no me llamaste anoche. Me quedé esperando.

Beto: perdóname tuve que atender unos pacientes de última hora, ocurrio un acidente y ya te imaginarás fue un caos esa clínica. Salí a las tres de la mañana. Acabo de despertar. Dijo somnoliento.

Arturo: si amor me imagino. Y comprendo pero me haces falta. Tengo ganas de verte. Por eso quiero viajar hoy a San Juan que dices. Pasamos unos días juntos. Maryan no me necesita ahora tiene a su mantecoso que la cuida y los guardaespaldas también. Y los estudiantes estan en receso. Podrías sacar tiempo y nos vemos. Que dices amor?

Beto quería ver a Arturo, lo amaba pero sus múltiples obligaciones lo tenían agobiado. Su mamá anciana y enferma,siempre el tenía que estar con ella cuidando de ella y no lo veía como obligación más bien era tristeza y su sobrino Miguel que era un terremoto de locuras. Y su trabajo en la clínica que era pesado.

Beto: no sé amor, ya sabes cómo está mi vida. No tengo tiempo es para nada. Dijo con tristeza y cansancio.

Arturo: lo sé muy bien y así acepte tener una relación contigo. Ven vamos. Intenta buscar un espacio y sino lo inventamos dijo amoroso.

Beto: está bien te espero hoy tengo turno hasta las ocho si todo está normal. Y nos vemos en tu casa.

Arturo: amor recuerda que la dejé arrendando para pagar el crédito del carro nuevo. Dijo con vergüenza. Y agrego: Vamos a un hotel y por los gastos no te preocupes yo pago.

Beto: cierto amor y a vez de tantas cosas se me olvida todo. Bien nos vamos a un hotel no hay problema.y dijo con tono preocupado: tengo que dejarte es casi medio día tengo poco tiempo para ver lo de los medicamentos de mi mamá y otras cosas del colegio de Miguel. Y tengo turno de tres de la tarde. Te amo besos y colgó.

Arturo colgó y sonrió como siempre el y sus apuros se dijo.

Arturo llegó temprano a San Juan se hospedó en un hotel cómodo y económico. Esperaba que Beto lo llame y se reunirian para cenar. Antes de ir al hotel.

Arturo era un hombre de 34 años de edad, piel blanca, cabello castaño claro y cuerpo atlético. Siempre vestía elegante y tenía una sonrisa dulce y encantadora.

Arturo Cinisterra