Juliet ha reencarnado en Rosalie, quien ha estado casada con el Marqués Paul, un hombre que le ha sido indiferente por 4 años, hasta que un día trae a casa a Aina, le mujer que siempre ha amado y la hace su concubina, pero Rosalie ya no es la misma y hará lo posible por librarse de ese matrimonio, para no convertirse en la villana de la historia.
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capítulo 3- suegra
Rosalie regreso ya entrando la noche pues fue al centro del pueblo para seguir con su paseo y de paso ahí comió, incluso hablo con algunas personas, ellos siempre pensaron que Rosalie era una dama de esas presumidas que no se acercaban a los plebeyos, puede que la verdadera Rosalie si, pero ahora sería diferente.
Al bajar del carruaje y entrar, sin previo aviso recibió una cachetada que casi la hace caer, si no fuese por Lys quien la sostuvo.
- ¿donde estabas? ¿que clase de mujer casada sale sin pedirle permiso a su esposo y sin decir a donde? Por lo inútil que eres es que mi hijo tuvo que traer a esa podiosera a esta casa.
Rosalie llevo su mano a su mejilla, el golpe había dolido mucho. Pero sin que esa mujer se lo esperará, recibe un puñetazo en la cara que la hace caer sobre su trasero, todos los sirvientes presentes se sorprenden al ver algo así.
- en primera, el Marqués no respeta el matrimonio, no tengo porque respetarlo, en segunda, si quiere a esa plebeya no es mi culpa y en tercera, soy la Marquesa, la señora de esta casa y no tiene derecho a pegarme, yo voy a donde se me pega la gana.
- maldita bastarda, esto lo sabrá mi hijo, no te vas a salvar de un castigo.
- si, corra y dígale a su hijo, vieja metiche.
Rosalie paso de largo e incluso le dio un puntapié a la mujer mientras está se ponía de pié, la cara de sorpresa de todos era inigualable, Lys también estaba impactada al ver a lo que paso.
- mi señora...eso fue...increíble pero, el marqués no la va perdonar por golpear a su madre.
Rosalie se detuvo en seco, en realidad no pensó que esa mujer fuese la madre de Paul, eso explica porque se creía con el derecho de golpearla. Definitivamente se metera en grandes problemas con el marqués, pero que más da, lo hecho, hecho esta. Esa misma noche, cuando Rosalie estaba por irse a dormir, tocan a su puerta y al abrir Paul entra hecho una furia y tras el su madre llorando y con el ojo morado.
- mi madre ya me dijo lo que hiciste...¿como te atreves a golpearla? Ella solo se preocupaba por ti.
- ¿que le dijo? ¿Que le pegue solo porque quise? Marqués yo solo devolví el golpe.
- no es verdad hijo, yo solo le pregunte donde estaba porque no eran horas de que una mujer casada andará fuera y sola.
- Rosalie, mi madre lo hizo con buena intención.
Rosalie gira los ojos con fastidio, vaya ridícules.
- ¿pegarme es buena intención?
- mi madre jamás haría algo así, espero no vuelva a suceder y tienes prohibido salir de la mansión.
- ¿que? ¿Pretendes que yo me pase todo el día aquí? Donde vive tu amante.
- no comiences Rosalie...no se que te pasa, pero es mejor que te calmes.
- lo único que pasa es que ya me canse de agachar la cabeza y soportar lo que es injusto.
Y como ellos no parecen irse de su habitación, se sale para ir a encerrarse a la habitación contigua, Paul sale tras ella pero Rosalie le ha puesto seguro e ignora los gritos de Paul.
Esa noche Rosalie tuvo un sueño o más bien, era un recuerdo, la madre de Paul llegó a la casa justo después de que pasaron 5 meses de la boda, como Paul no estaba de inmediato comenzó a reclamarle a Rosalie porque aún no había noticias de un embarazo.
- no solo tuve que soportar que mi hijo se casará con una bastarda, ahora debo soportar el hecho de que no ha podido concebir.
- me disculpo señora, pero es que el Marqués en realidad no ha...
- ¿el marqués que? ¿vas a decir que mi hijo tiene la culpa? Él es un hombre, si no hay embarazo es obviamente tu culpa.
- pero señora no es eso, es que su hijo.
La mujer, de nombre Tabatha, le había dado una fuerta cachetada a Rosalie, la chica agacho la mirada cubriendo donde le habían golpeado y lloraba.
- pero señora...¿por qué me hace esto?
- porque eres una inútil y quieres echarle la culpa a mi hijo. Pero la única culpable eres tú, a este paso la familia se quedará sin heredero.
Rosalie solo regreso a su habitación y se sentó en un rincón a llorar. Para cuando Paul regreso ella se acercó para decirle que Tabatha había visitado la mansión y estaba molesta porque ellos aún no daban la noticia de un embarazo.
- solo ignora lo que diga.
Esa fue la única respuesta que recibió de Paul y cuando mencionó que la golpeo el chico le pidió que no este diciendo mentiras para llamar su atención.
- solo fuimos amigos de infancia, pero no te veré como nada más.
Dicho esto, se encerró en su estudio para no decir nada más y así cada vez que Paul se ausentaba, Tabatha visitaba la mansión para hacerle la vida imposible a Rosalie. La castaña abrió los ojos, ya había amanecido, todo lo que soñó era una pesadilla, la pobre Rosalie soportó a una suegra tan malvada, quizás ya sea hora de tomar una pequeña venganza y usar eso para darle más ganas al Marqués de divorciarse. Se levanto, se dio un baño, desayuno en su habitación y salió de camino a un carruaje pero los sirvientes le dijeron que no puede salir, siendo ordenes del marqués, optó por decir que iría caminando pero los guardias de la reja no la dejaron salir, así que patea con fuerza la reja.
- jódete y jodanse todos. Que te castren Marqués de mierda.
Levanto las manos mostrando el dedo medio en ambas manos, aunque nadie sabe lo que significa pero si las palabras que decía, todos se quedaban pasmados de escuchar a una noble hablar de esa manera. En uno de los balcones, estaba aquel albino observando todo.
- tu esposa, es una dama muy peculiar.
- ¿que dices? Es igual a todas esas señoritas de sociedad. Es linda pero no la puedo querer como mujer, lo sabes, mi amor es para...
- para Lady Aina, lo se. Si no la quieres deberías divorciarte, darle lo necesario para que ella esta bien y podrás casarte con tu amada.
- no es tan fácil, si hago eso, mi padre me quitará todo y no tendré nada para ofrecerle una buena vida a Aina, no quiero que tenga carencias nunca más.
- te puedo ayudar, solo piénsalo.
- gracias pero quiero hacer todo por mi mismo, quiero que sea por mi propio esfuerzo.
Si algo tenía Paul era que tenía orgullo y que no iba por el camino fácil, aunque eso le impedía ver que terceros eran los que salían heridos por su ese orgullo. Rosalie regreso a la casa.
- tan temprano ya quieres salir, tú lugar como mujer y esposa es quedarte en casa y estar disponible para cuando tu esposo lo requiera.
- entonces ¿por qué usted no esta en su casa? Si su esposo dispone de usted, no la va encontrar.
- pero que mal educada, a mi no me debes responder.
- tiene razón, solo debería darle otro golpe.
Rosalie levanto el puño a lo que Tabatha se hizo hacía atrás, pues aún tiene el ojo morado y apenas lo puede ocultar con maquillaje.
- maldita bastarda mal agradecida. Todavía que mi hijo se caso contigo.
- así no tengo nada que agradecer, es más bien una desgracia.
Antes que Tabatha continúe Rosalie se apresura a subir las escaleras, mientras que la mujer se queda furiosa. En la habitación Rosalie oculta su rostro entre almohadas y deja salir un fuerte grito, esa suegra si que era una molestia, quizás deba hacer lo que toda villana hace y matarla, Rosalie sintió un escalofrío, no, tampoco puede llegar a ese extremo ¿o si? Da igual, quien va tener que soportarla en un futuro es Aina, ahora ella solo debe concentrarse en hacer que Paul quiera divorciarse de ella. Una opción sería buscarse un chico que actúe como su amante, pero no sabe que pasaría si hiciera eso.
- Lys ¿que pasa con una mujer casada que tiene un amante?
- señora...no estará pensando.
- no, solo tengo curiosidad.
- no la condenarían por la iglesia como solía ser antes, pero perdería toda su reputación, las damas la rechazarían y más si su esposo se divorcia de usted sin darle ninguna compensación.
- bien, no moriría...eso esta bien...pero sin compensación no hay manera de vivir.
Rosalie oculto de nuevo su rostro entre las almohadas, fingir tener un amante queda descartado.