La Chica Del Futuro

(semanas atrás)

—mama, ya me voy—

—ten un lindo día hija— contesto mi madre

salí de mi casa hacia la escuela, tomaba clases en una escuela de paga desde la mañana asta la tarde, por la mañana tenía materias de preparatoria y por las tardes tenía el curso de idiomas.

—¡Akane!— escuché la voz a lo lejos

era mi compañera Ayase, venía a prisa hacia conmigo

—buenos días Akane, te molesta si nos vamos juntas a la escuela—

—no, para nada Ayase— conteste con una pequeña sonrisa

yo y Ayase nos dirigimos a la escuela, a la parada donde tomaba el transporte para llegar a la escuela, el día era agradable, el sol brillaba y un viento agradable envolvía el ambiente, un día ideal para la escuela.

mientras esperábamos el transporte Ayase y yo charlamos de lo que teníamos planeado para el fin de semana, me platico que asistiría a un concierto de música, yo en realidad no tenía un plan en específico

solo estar en mi pieza leyendo libros, la verdad era que me encantaba la literatura y escribir era una de mis pasiones.

finalmente el transporte llegó y nos subimos juntas, encontramos lugares vacíos cerca de la ventana y nos sentamos, el viaje fue tranquilo y pudimos disfrutar del paisaje.

al llegar a la escuela nos despedimos y cada quien se dirigió a su clase correspondiente. la escuela se encontraba dentro de una gran plaza la verdad no era una escuela muy privatizada pero si llamaba la atención, está estaba conformada de dos instalaciones en paralelo, instalaciones de dos pisos en donde había salones tanto abajo como arriba, en la primera clase me tocaba matemáticas y mi salón estaba en la parte de abajo de una de las instalaciones, una de las clases que no se me dificultaba demasiado, siempre trataba de prestar atención para no dejar pasar algún detalle.

—oye Akane— escuché la voz de uno de mis compañeros —solo venía a invitarte al partido que tendremos este fin de semana los chicos—

respondí un poco desconcertada —¿a mi?, lo lamento, pero no creo poder ir, pero gracias por la invitación—

—vale está bien no te preocupes, avísame si cambias de opinión Akane— dijo apartándose tranquilamente del lugar

me dirijo a mi lugar, el profesor aún no había llegado, así que me dispuse a sacar un pequeño cuaderno en donde escribía las cosas importantes que me pasaban en el día a día, era tal vez alguna especie de diario.

el timbre de inicio de clases sonó y momentos después el profesor se hizo presente, camino tranquilo hacia su escritorio.

—buenos días chicos, vamos a retomar la clase de ayer —hablo el profesor— por favor saquen sus apuntes realizados el dia de ayer.—

las horas pasaron volando, descansos y conversaciones con mis compañeros.

cuando llegó la hora del curso de idiomas me sentía muy emocionada siempre me gustaba la idea de aprender un nuevo idioma y está me parecía una buena oportunidad, la clase de idiomas no la tomaba en el mismo salón si no en la otra instalación frente a la que yo estaba por las mañanas.

al igual que la mañana la tarde se pasó muy rápido, la clase de idiomas no la tomábamos todos mis compañeros así que naturalmente en esta éramos menos.

—Akane, las clases han terminado, ¿podemos irnos juntas— pregunto Ayase con una sonrisa

—claro Ayase— respondí guardando mi libreta

—¿aún escribes ese pequeño diario?— pregunto Ayase curiosa e inclinándose un poco hacia enfrente

solo voltee a verla y sonreí. mientras caminábamos hacia la parada Ayase venía platicando conmigo, creo que apenas la escuchaba por qué estaba concentrada escribiendo en mi celular, pero sin embargo no por ello dejaba de ver los detalles que rodeaban mi alrededor, me gustaba mucho observar las cosas cada pequeño detalle era importante para sacar un análisis de algo, de alguna situación, alguna descripción, o una acción. desde que tengo memoria siempre ah sido así, al principio esto no me ayudaba a hacer amistad con los demás, las personas solían apartarse de mi, pero con el tiempo dejo de importar, aprendí manipulación, aprendí a hacerlo con las personas y con las situaciones, eso me ayudaba a sentirme mejor.

—se nota que te gusta mucho escribir Akane, si no estás escribiendo en una libreta lo haces en tu celular, es evidente que es tu pasión— dijo Ayase

tomamos el trasporte de regreso a casa, deje el celular por un momento para charlar con Ayase, su conversación no era muy interesante me platicaba de música y lo emocionada que estaba por el concierto al que iría. al bajar del transporte nos despedimos en el mismo lugar

—Hasta mañana Akane— se despidió Ayase

—Hasta mañana Ayase, cuídate y ten linda noche— conteste

al llegar a mi casa mi madre me esperaba con la cena lista, después de cenar, me dirijo a mi habitación para sumergirme en el mundo el cual era interesante para mí.

—ya has regresado, Akane—

—¿Alastore?— dije en voz baja

se hizo presente frente a mi, apareciendo de la nada como siempre lo hacía.

El es Alastore Dilgevia, se hace llamar el príncipe de la soberbia, un ser capaz de manipular el tiempo y el espacio mismo, o al menos eso es lo que presume, de antemano puedo comprobar que tiene bastante poder por el trato que hice con el hace algunos años.

cuando lo piensas así tan deprisa suena a fantasía, al principio yo también lo creía, como alguien con semejante poder puede existir, pero supongo que hay cosas que los humanos no llegamos a ver, lo digo por todo lo que he pasado gracias a este ser.

su apariencia es la de un hombre alto con un traje negro cubierto con una gabardina larga del mismo color, cuando no se manifiesta en esa forma simplemente aparece como una sombra con una sonrisa, siempre está sonriendo, parece muy confiado.

bueno, si tienes tanto poder supongo que hasta yo lo estaría.

—cuanto tiempo que no me presentaba ante ti en una forma aparente Akane— dijo algo egocéntrico

—y a qué se debe la presencia de su "majestad" el día de hoy— dije con un tono burlesco

Alastore sonrió y dio unos pequeños pasos hacia delante con las manos descansando detrás de el.

—solo pasaba a saludar a uno de mis fieles siervos— dijo mientras reía.

—por favor Alastore, todos sabemos que tú no eres un ser el cual haga algo solo porque si, dime cuál es la misión— dije con certeza

—no comas ansias Akane, y que pena me da que pienses haci de mi Akane— dijo sonriendo un poco— si te tengo una misión, pero todo a su debido tiempo, por cierto, hiciste un gran trabajo en tu anterior tarea, debo felicitarte por ello, pero bueno la próxima misión es algo importante, tal vez algo más relajado, pero de suma importancia, enviaré los detalles en unos días a tu celular, hasta luego Akane.—

Alastore desapareció como una sombra, se esfumó tal y como llego a la habitación.

me preguntó de que se tratara está vez.