Zaira es una joven que creció alejada de todo y todos, únicamente con la compañía de la mujer a la que considera su madre, pero a pesar de su aislamiento, Zaira siempre supo quién era y cuál era su propósito en la vida, y la joven está más que dispuesta a llevarlo a cabo.
Uniendo así su destino con los otros tres elegidos, Zaira deberá de derrotar al malvado dios Daotan, quién solo busca la destrucción del mundo, esta misión la llevara por un camino desconocido y lleno de peligros, un camino que no recorrerá sola, puesto que a su lado, lo quiera o no, estará un hombre que desde su nacimiento siempre supo que Zaira era su destino, y la ayudara aunque ella no lo desee.
Esta es la tercera historia de la tetralogía “Los 4 Guerreros de los Elementos”.
La primera historia es “El Guerrero de la Tierra”
Y la segunda historia es “La Guerrera del Aire”
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Capítulo 20
ZAIRA
Cuando la fiesta está llegando a su fin, me encamino junto con Yareli, buscando, yo, a mi madre, y ella a su prometido, y mientras buscamos con la mirada en el salón, encuentro a mi madre, hablando con una pareja algo mayor.
- Veo que la princesa Jenna, se encuentra hablando con los antiguos duques Itsi – cometa Yareli, cuando divisa a mi madre, y yo inmediatamente me tenso – los antiguos duques son buenas personas, es más, la duquesa es una mujer más que admirable – me dice Yareli, quien seguramente noto mi cambio de ánimo.
Debo decir que las palabras de Yareli hacia mus abuelos me calmaron un poco, pero no lo suficiente, pero aun así, sabía que debía enfrentarlos tarde o temprano, y dijeran por allí, a mal paso darle prisa, además de que ya había tenido la desdicha de conocer a mi tío, por lo que mis abuelos serían pan comido, así que con paso firme, me dirijo hacia mi madre.
Para mi desgracia, en el camino somos interceptadas por Sagar, quien se lleva a su prometida con él, puesto que, en sus palabras, ya era muy tarde, y Yareli necesitaba descansar, mientras tanto, Kai, está ocupado hablando con algunos nobles junto a sus padres, por lo que me toca enfrentarlos sola, bueno, no sola, puesto que allí estará mi madre para mí.
- Zaira, cariño, la ex duquesa Cary y su esposo, desean hablar contigo, llegaste en el momento indicado – me dice mi madre, antes de que yo pueda decir algo, cosa que me alegra, puesto que no sabía muy bien que decir, una vez llegara hasta ellos, por lo que me alivia que mi madre haya empezado la conversación.
- Es un placer para mí conocer a los antiguos duques Itsi, he oído muchas cosas positivas sobre ustedes, será para mí un placer hablar con ustedes – les digo, con una ligera sonrisa, la verdad no sé cómo me siento con respecto a estas personas, por un lado, son los padres del monstruo que casi me mata, pero por el otro, todos hablan maravillas de ellos, además que también son los padres de mi padre, un hombre, que por lo que he oído, era alguien justo y de buen corazón.
- El placer es todo nuestro, gran Koi, y con respecto a nuestra conversación, podría ser en un lugar más privado – habla la ex duquesa Cary.
Yo solo miro a mi madre, quien asiente, por lo que los cuatro nos dirigimos a un pequeño saloncito a lado de gran salón de baile, puesto que ni loca me quedaba a solas con ellos.
Una vez estamos a solas, ambos ex duques comienzan a llorar, y disculparse conmigo, se les nota claramente lo afligidos que están por lo sucedido, también los devastados que están por la pérdida de su hijo, y su nuera, así como lo aliviados que se encuentran al verme, por lo que, dejando mis dudas a un lado, extiendo mis brazos, invitándolos a que me den un abrazo, algo que hacen de inmediato.
- Mi pequeña Zaira, lo sentimos tanto, lo sentimos tanto – decían los dos al mismo tiempo, mientras me abrazaban.
La verdad lloraron lo que me pareció una eternidad, y es que en ningún momento me soltaron, y bueno estar en brazos de unos completos extraños, comenzó a ser incómodo, una vez se calmaron, me soltaron; podía notar que se sentían algo avergonzados por su actitud de hace un rato.
- Lamentamos mucho nuestro comportamiento – hablo mi abuelo.
- No tienen que disculparse, Zaira es su nieta, solo ustedes pueden saber lo mucho que sufrieron con su desaparición – les dice mi madre, mientras les da un pañuelo a cada uno, y bueno mi madre tiene razón, si bien fue incómodo, se nota que los ayudo mucho, solo ellos saben lo que se sintió perder a tantos miembros de su familia de una manera tan abrupta, y si podía hacer algo para aligerar esa carga, ¿por qué no hacerlo?, sobre todo porque se nota que son buenas personas.
- Gracias su majestad – le dice mi abuela.
- Bueno, ya que estamos más calmados, ¿de qué querían hablar? – les preguntó, mientras tomo asiento con mi madre.
- La verdad de nada en particular, solo queríamos verte, como seguro ya sabrás el ducado es tuyo, tú eres su heredera, debido a que mi Maxwell no tuvo más hijos, pero acabas de llegar, así que abrumarte con el tema de la sucesión del ducado no es correcto, además, mi esposo y yo aún somos jóvenes, y somos perfectamente capaces de seguir haciendo nuestro trabajo – me dice mi abuela, y puedo ver como sus ojos se llenan de lágrimas una vez más al mencionar a mi padre.
- Queríamos hablar contigo, sobre si había una oportunidad para nosotros de formar parte de tu vida, somos conscientes que para ti solo somos unos desconocidos, pero ante todo, eres nuestra nieta, lo único que nos queda de nuestro hijo, y nos haría muy felices poder formar parte de tu vida – me dice mi abuelo, y al verlo a los ojos puedo notar que lo dice de corazón.
- Durante toda mi vida, solo he sido mi madre y yo, y durante mucho tiempo creí que siempre sería así, pero cuando llegue aquí me di cuenta de que ya no sería así, no puedo prometerles que lograremos formar un vínculo, pero sí puedo decirles que estoy dispuesta a intentarlo – les digo, y es que ¿Por qué no?, los padres de mi madre, una está muerta y el otro es un imbécil, por lo que no le encuentro nada de malo en buscar tener unos abuelos amorosos, además de formar un vínculo con mi familia de sangre, la que no me quiere muerta, claro.
- Gracias por darnos esta oportunidad, prometemos no decepcionarte – me dice mi abuela.
Después de eso, ya no hablamos mucho, era tarde y debíamos ir a descansar, debo decir que al final la velada no salió para nada mal, si bien hubo una que otra cosa no muy agradable que digamos, en su mayoría salió bien, hice una amiga, conocí a mis abuelos, y mi debut en sociedad fue favorable, puesto que a pesar de no tener experiencia, pude desenvolverme bien en este ambiente, así que dentro de lo que cabe, fue un éxito.
Al llegar a mi habitación, solo puedo pensar en dormir, por lo que Jenni, Kailani me alistan rápido, y al tocar la almohada, quedo totalmente rendida, mañana será un día duro, y debo de descansar.