Me Recordarás

Ana Vernet

 - Ella me agrada papá -- decía la voz.

Me acerqué un poco más y pude ver a la niña sentada aún en su silla de ruedas y su papá de rodillas ante ella.

  - ¿Te sientes cómoda?-- le pregunto.

  - si papi, incluso no me obligó a tomar esa fea crema que hace Raquel, es horrible --

Su padre soltó una pequeña risa-- le he dicho a Dominga que no te siga dando esa crema-- le afirmó.

  - Pero no te ha hecho caso, ella dice que es buena para mí, pero es horrible y no la quiero--

  - Pero Dominga me dijo que hoy te la tomaste toda-- indagó su padre confundido.

  - Porque Ana la arregló, y la verdad estaba deliciosa, tienes que probarla-- le dijo y mi corazón se llenó de felicidad, pero mis pensamientos regresaron.

Porque oculta el hecho de que no tiene nada, y aún más, su padre lo sabe ¿Quien más de esta casa lo sabe y lo oculta?, no lo sé, se que no es de mi incumbencia, pero sin así me surge la duda.

Regresé a la sala, y casi coordinadas Dominga llegó a la vez.

  - dónde está Ana-- me preguntó.

  - no lo sé, cuando salí de la cocina ya no estaban-- le respondí omitiendo que fui a buscarlos.

  - deben estar en la habitación-- me dijo y se adentró en el pasillo.

Yo me senté en el sofa, al lado de mi maleta que aún estaba en el lugar donde la dejé está mañana, luego Dominga regresó.

  - El señor va a estar un rato más con la niña, mientras tanto venga conmigo le voy a mostrar dónde va a dormir-- me dijo, yo me puse de pie y agarré mi bolso y la seguí.

Cómo me indicaron, la habitación quedaba justo al lado del cuarto de Ana, era pequeño pero cómodo, tenía lo necesario para guardar mis cosas personales y un baño privado.

  - aquí está el monitor por dónde podrá vigilar el sueño de Ana, le recuerdo que debe estar pendiente de ella las 24 horas-- me recalcó.

  - si, lo sé, me quedo muy claro -- le dije ya cansada de que me repitiera tanto mis obligaciones, yo lo sé, yo misma leí el papel que me pasó y todo se me quedó grabado.

  - que bueno que tengas tan buena memoria-- me dijo, entonces aproveche para ver si podía sacarle algo de información.

  - Dominga, que pena que te pregunte, ¿Hace cuando trabajas para el señor?--

  - y para que quieres saber eso-- respondió con otra pregunta.

  - no, es solo curiosidad, es que veo que confía mucho en ti-- le dije y ella sonrió.

  - hace 6 años y medio años exactamente, cuando su exesposa quedó embarazada, me contrataron para cuidarla porque era un embarazo de alto riesgo, desde ahí he sido su mano derecha -- finalmente respondió.

O sea que ella también debe saber que Ana finge, ahora quiero saber porque lo hace.

  - tierra llamando a Ana-- Dominga chasqueo sus dedos enfrente de mi cara sacándome del trance.

  - discúlpame, me perdí en mis pensamientos -- le dije.

  - si, me di cuenta, y bueno ¿Algo más que desee saber?-- indagó.

  - no, nada más, gracias -- le dije, averiguaré por mi propia cuenta que es lo que sucede, y si realmente se trata de Felipe o sí es alguien muy parecido a él, pero es más que seguro que sea mi esposo.

Ella se fue dejándome sola en la habitación, yo abrí mi maleta y comencé a acomodar las cosas en el closet, después fui al baño a cepillar mis dientes, cuando salí me sorprendió ver al Señor Gonzalo dentro de la habitación.

  - señor, no lo esperaba acá -- dije.

  - lo sé, y lo siento por entrar así, es que ya debo regresar al trabajo, necesito que continúes cuidando a Ana-- me dijo.

  - Claro que si-- me dijo.

El estiró su mano en mi dirección -- fue un placer conocerla, espero que pueda desempeñar su rol de la mejor manera -- yo tomé su mano sin dejar de ver la cicatriz, eran muchas coincidencias.

Sin darme cuenta pase mi dedo por su cicatriz y el retiro su mano abruptamente

  - pe... Perdón, no quise hacerlo, es solo que me trae recuerdos de alguien... ¿Puedo saber cómo se lastimó?-- me arriesgue a preguntar.

  - No lo sé, siendo sincero no recuerdo mucho de mi vida, tengo mi mente nublada, solo recuerdo desde hace un poco más de 6 años hacia acá-- me respondió dejandome más dudas que respuestas, ahora tengo que descubrir si se trata de Felipe o solo es mi deseo de poder encontrar a mi esposo que me hace ver cosas donde no las hay.

El salió de mi habitación y yo me dirigí al cuarto de Ana, allí estaba la pequeña actriz desempeñando muy bien su papel, pero no diré nada, dejaré que todo fluya como va, quizás esto sea algo que pueda usar a mi favor.

Esa noche Dominga me explicó cómo debía bañar a la niña, yo hice todo guiada por sus explicaciones, después la vestí y finalmente cepille sus dientes, la acosté en su cama, y mientras le leía su libro de cuentos, ella se quedó dormida.

Yo regresé a mi habitación, me puse mi pijama, trate de traer algo decente, era de pantalón largo y una blusa de tiras un poco suelta, encendí el monitor y enseguida pude visualizar la imágen de Ana dormida en su cama.

Mientras estaba pendiente de Ana, le mandé un mensaje a Pamela, le conté como había estado mi día, omitiendo lo que había descubierto, ella se alegró por mi, luego nos despedimos y yo puse a cargar mi celular.

Estuve hasta media noche revisando el monitor, y fui a recibir a la enfermera que venia a suministrarle el medicamento a Ana, después se fue y la niña continuo durmiendo, yo regresé a mi habitación, el sueño me comenzó a vencer, subí el volumen al monitor y me dormí casi de inmediato.