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El Momento De La Venganza

El Momento De La Venganza

Status: Terminada
Genre:Completas / Venganza / Intrigante / Venderse para pagar una deuda / La mimada del jefe / Reencarnación(época moderna)
Popularitas:598.7k
Nilai: 4.8
nombre de autor: R Torres

⚠️ ADVERTENCIA: ES UNA HISTORIA CON CAPITULOS SENSIBLES ⚠️ PARA +18

Margarita Linares era una jovencita dulce que tenía muchos sueños; sin embargo, la crueldad de hombres poderosos la hicieron vivir la más horrorosa de las experiencias haciéndola pasar por un gran dolor; antes de encontrar la muerte.

Una situación inesperada y sorprendente hizo que volviera a la vida regresando en el tiempo, y esta vez tome la decisión que en su vida pasada no pudo tomar, y aunque eso pueda significar sufrir humillaciones y estar atada a un hombre peligroso y demente, que lo necesita como verdugo, está decidida a hacer cualquier cosa para vengarse.

¿Podrá Margarita salir ilesa de las consecuencias de sus planes de venganza?

Esta NO es una historia envuelta en romanticismo, esta historia trata de transmitir la lucha constante de una mujer que tiene que obtener lo que quiere en un ambiente de dolor, miedo y peligro.

NovelToon tiene autorización de R Torres para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

9. ¿Placer?

James y Margarita ingresan a la habitación que ya estaba preparada para ellos en el hotel, era amplia y lujosa, tenía una inmensa cama, espejos enormes, grandes ventanales y jacuzzi.

El hombre de negocios toma por la espalda a la joven y la hace avanzar, parece haberse quedado paralizado, podía ser considerado, pero no había pagado un millón de dólares para no disfrutar del hermoso cuerpo que estaba observando, solo porque de repente ella tenía alguna duda.

- "No me digas que te arrepentiste porque...", dijo James.

- "No", interrumpió Margarita, "solo que no había estado en una habitación así antes, me impresionó, eso es todo", agregó.

- "Que bueno, porque no pago un millón de dólares para perderlos, yo no pierdo, bonita", expresó James, acercándose por la espalda, dándole pequeños besos en el cuello, y atrayéndola hacia él, poniendo una de sus manos en el abdomen de la muchacha.

Tal vez sin los recuerdos dolorosos, aún sin amor, hubiese disfrutado aquello, pero el cuerpo y la mente de Margarita parecían estar en disociación, como si los recuerdos la regresaran al lugar en que conoció el infierno. Pero no puede retractarse, ya hizo el pago de la operación de su padre y no puede vengarse de esos hombres sola, necesita el poder del hombre que está besando su cuello y ya acariciando su pecho.

Repasó rápidamente en su mente los consejos de Regina y controló lo más que pudo su miedo y su dolor; se volteó y puso sus brazos alrededor del cuello de James, mirándolo directamente. No solo por lo que le dijo Regina, de la importancia del contacto visual y la mirada seductora; sino porque necesitaba que su mente entendiera que estaba con James Thompson, no con los monstruos que la atacaron, necesitaba saber que todo lo que ocurriera esa noche iba a ser con James no con sus verdugos, así que clavó su mirada en él.

- "Disculpe si soy torpe, intentaré complacerlo lo mejor que pueda", expresó Margarita sacando el saco de James.

- "Tranquila, esto recién está empezando", expresó James tomándola de la cintura y bajando las manos por las caderas de Margarita.

El cuerpo que tenía Margarita en esa vida no había sido violentado, así que podía sentir ciertas sensaciones, el problema era su mente, que sin querer la devolvían sin querer al horrible momento, y hacían que se volviera tensa y nerviosa.

James se acercó a uno de los sillones y se empezó a desnudar, quedando solo en un bóxer ceñido al cuerpo; Margarita se quedó estática, no sabía cómo reaccionar a eso, qué debía hacer, la idea era mirarlo todo el tiempo, pero tuvo que tragar saliva, tenía el cuerpo tan bien trabajado, que no entendía por qué compraría servicios sexuales, debería haber mujeres interesadas en él; además, aún cubierto por lo ropa interior, se podía notar la intensidad de atributo que tenía, quizás en circunstancias distintas eso sería excitante, pero a Margarita le daba miedo.

Margarita estaba nerviosa cuando lo vio acercarse, él le sonrió coqueto, tomó su mano y la dirigió a la cama, él se sentó sobre el filo e hizo que ella se pusiera de pie frente a él.

- "¡Desnúdate!", ordenó James. "Despacio, muy despacio, como bailando", agregó, quería divertirse con la inexperiencia de la joven, esa noche. No tiene ni la menor idea, de la lucha que Margarita está atravesando dentro de sí, de la rabia y del dolor que se debe guardar; ni lo que pasó antes, ni lo que está pasando ahora, es lo que ella imaginó que sería su primera vez; se aguanta las ganas de llorar y lo mira fijamente.

Margarita respira, al menos su ropa no será arrancada, no sentirá el dolor de la tela cuando se rompe con fiereza y es como un latigazo en la piel, que hasta queda como una marca. Deja caer despacio el vestido, sin dejar de mirarlo, mientras se contornea en una música que tiene que imaginar, se saca los zapatos despacio para hacerlos girar en sus manos y luego dejarlos caer, el brasier lo retira, lo deja caer al suelo, y por un momento con sus manos cubre su pecho: vuelve a respirar, ya es bastante vergonzoso estar semidesnuda, siente que todo su rostro está ardiendo.

Tiene sus dos manos a cada lado de sus bragas para empezar a bajarlas; mientras mueve sus caderas, aunque le resulte denigrante, el hombre frente a ella no es su novio, no es su pareja, no es su esposo, es su cliente, duele, lastima, pero es lo que es, un cliente que ha comprado su cuerpo, y no tiene por qué saber o importarle lo que le pasó.

- "Detente, esas braguitas las voy a sacar yo", dijo James, acercándola a él y sentándola a horcajadas encima de sus piernas.

Ella puede sentir la excitación de ese hombre entre sus piernas; no puede evitar temblar, tiene miedo, vaya que tiene miedo, dolerá como la última vez; Regina le advirtió que si quería mantener el interés, debía dejarle en claro que con ella podría obtener placer inimaginable, pero como, si la pobre ni siquiera sabe que es aquello, lo único que ella sabe del sexo es que es doloroso, vergonzoso y asqueroso.

James puede sentir que la muchacha está temblando demasiado, asume que la primera vez la está abrumando. Pero el deseo crecía, y apagaba las pequeñas voces de su conciencia que habían aparecido; además, para un hombre que le encanta la perfección, Margarita es una delicia, cada centímetro de su piel era perfecta, sin ninguna mancha, nin ninguna señal, tersa, suave, brillante; como a él le gusta.

Para callarlas se apresuró a llenar de besos y húmedos y caricias aquellos senos tersos, suaves y apetecibles, de la mujer semidesnuda que tiene encima. Despertando aún más el deseo desbordado que siente por ella, mientras con sus manos recorren las caderas de Margarita, pegándole más a él, haciendo que lo sienta en su intimidad aún sobre la ropa.

Margarita solo se concentra en ese momento, no quiere que los recuerdos aparezcan, no entiende las sensaciones que está sintiendo, el cuerpo virgen presente parece disfrutar de lo que James Thompson está haciendo con ella, como si todas las sensaciones recorrieran un camino sinuoso y terminaran en su intimidad, no entiende como algo como eso, produjera una extraña sensación agradable, acaso eso era lo que Regina llamaba placer.

James sigue extasiado en sus senos, y sus manos van de sus glúteos a sus piernas de manera sinuosa, mientras su intimidad es abordada sin violencia sobre la ropa que se está humedeciendo, por la masculinidad de un hombre que ahora siente más enorme, pero un poquito menos extraño.

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Ana Lucía
Movimiento estudiado para captar la parte animal de ese hombre, esa parte que la desea.
Ana Lucía
James te estás comportando como minino que toma leche en la mano de su dueño; supongo que sacarás las garras en algún momento.
Ana Lucía
Margarita está jugando unas cartas muy peligrosas, pero entiendo perfectamente tus motivaciones; si James hubiese sido un poco diferente todo hubiese sido más fácil.
Ana Lucía
Él puede disfrutar con cualquiera ya lo dejó en claro, pero Margarita es su conquista no realizada, su deseo que lo obsesiona.
Ana Lucía
Estoy casi segura, que no la haya enamorado es lo que lo obsesionará, su orgullo de macho debe estar herido.
Martha Navas Pinilla
una novela diferente pero muy linda, felicitaciones.
Martha Navas Pinilla
un trabajo impecable,, felicitaciones.
Francisquitag
Espectacular esta novela!!! Intensa, fuerte, impactante. Perfecta combinación de emociones y personajes
Ana Lucía
Y eso es lo que me preocupa, que no perdonas. Y eso puede ser muy peligroso para Margarita.
Ana Lucía
Por alguna razón estoy convencida que en efecto careces de compasión.
Ana Lucía
Lo sabía, Margarita es una chica inteligente y astuta, con los pies en la tierra y sin dibujar pajaritos sobre su cabeza. ¡Fabulosa!
Ana Lucía
Vas a herir su ego, aunque sospecho que eso es lo que quieres.
Ana Lucía
Por eso me gusta tanto esta chica, siempre con los pies sobre la tierra, jamás ilusa.
Ana Lucía
Es la parte más real de él, aunque supongo que con el pasar de los días va a extrañar el reemplazo que había conseguido de su viejo amor. Y en el fondo, supongo que cree que ella regresará con él, bajo la excusa de recuperar sus cosas, creo que se va a llevar una sorpresa.
Ana Lucía
James en ese pequeño lapso en que puedes ser humano y reconocer el dolor de la muchacha, ojalá muestres compasión, en verdad, Margarita la necesita. Aunque lo dudo, alguien como él, termina callando su conciencia.
Ana Lucía
Esa estés tú, fuerte, decidida, inteligente, audaz, bondadosa. Tienes miedo a reconocerte a ti, por todo el daño que te hicieron, pero aún debajo de todo ese dolor, estás ahí, tal vez jamás seas la misma, pero eres grandiosa Margarita, y serás mucho mejor.
Ana Lucía
No es que sea un témpano de hielo, sencillamente tú no le interesas como hombre, pero un narcisista no es capaz de entender eso.
Ana Lucía
Te las sigue cantando James y no la entiendes, primero que no le atraes de ninguna manera, no se muere por ti como hombre no le interesas, segundo hizo lo que hizo por su padre y está a tu lado por el contrato, nada más. Si tú no la comprabas, ella se mataba porque no pretendía acostarse con nadie más, que más señal quieres. Si fueras inteligente la dejarías de acosarla con tus absurdos juegos y te limitarías al contrato, pero como eres un animal, la seguirás maltratando emocionalmente.
Ana Lucía
Muy cierto. Y encima espera que Margarita se lo agradezca, ella no lo ha pedido, ni insinuado.
Ana Lucía
Es decir, hasta que se acabe el contrato con Margarita.
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