Belva Arlettra Frison, una mujer joven y exitosa, con una carrera brillante y rodeada de riquezas. Eso es lo que todos creen, sin saber que en realidad es alguien cruel, que odia las formalidades, con una confianza enorme en sí misma, testaruda y con una paciencia tan delgada como un papel. Sin embargo, muere de una manera terrible: asesinada por negarse a dar una información que solo ella conocía.
Pero…
De pronto, al abrir los ojos, se encuentra en un lugar desconocido y con cosas extrañas pasando en su propio cuerpo. Se sorprende aún más al descubrir que ahora ocupa el cuerpo de una mujer casada. Y lo más impactante… ¿adivinen quién es su esposo?
Él… él es un mafioso.
En lugar de temerle, Belva —que ahora habita a una mujer con un nombre casi igual al suyo— se siente desafiada a descubrir los secretos escondidos por la dueña original del cuerpo.
“¿Por qué mientras más avanzo, más cosas sorprendentes aparecen?” —Belva.
“¿Después de todo lo que pasó… quieres huir?” —dice Kenzo con frialdad.
“Eres mía.” —su voz posesiva.
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Capítulo 20
Afuera ya había muchos pares de ojos observándola, y más aún cuando entró, casi todos la miraban a ella y a Kenzo, sin olvidar a Andre, que estaba detrás sosteniendo el regalo.
"¡Oh, nieto mío!"
La mirada de Belva, que antes recorría el lugar, se dirigió de inmediato al anciano y a la anciana que caminaban hacia ella y Kenzo. "¿Esos son los abuelos de Kenzo?" Pensó para sí misma.
"Feliz cumpleaños, abuelo", dijo Kenzo con frialdad, sin cambiar en absoluto a pesar de estar frente a su familia. Belva estaba asombrada. Se preguntaba qué había comido la madre de Kenzo durante el embarazo para tener un hijo tan rígido como él.
"¡Qué nieto travieso! Nunca vendrías si no te amenazáramos", le reprochó el anciano golpeando el hombro de Kenzo.
"Ya basta, Diego, nuestro nieto está ocupado", defendió la abuela de Kenzo a su marido. Aunque Kenzo era un nieto que mantenía la distancia con ellos, su cariño no disminuía. De hecho, prefería la actitud de Kenzo, que no adulaba solo por el poder.
"¿Esta es tu esposa, Kenzo? Eres realmente imperdonable, hasta el punto de no invitar a tu propia familia". Diego no pudo contener su enfado con Kenzo. "Tú eres Belva, ¿verdad? Permítame presentarme, soy el abuelo de este chico travieso, Diego, y esta es Astri, la abuela de Kenzo". Diego fue inmediatamente amable con Belva, que solo los observaba en silencio, porque en realidad Belva estaba procesando la información en ese momento.
Recordaba claramente cuando Diego dijo que Belva y Kenzo se habían casado sin invitar a su familia. "¿Por qué se casaron en realidad?" Belva no conocía la cronología exacta de la historia, solo sabía lo esencial, que la verdadera Belva había tendido una trampa a Kenzo.
"Sí, abuelo, me llamo Belva. Feliz cumpleaños, abuelo, que tenga una larga vida y sea feliz", dijo Belva amablemente, aunque deseaba mucho irse de allí. No sin razón, sino porque ahora eran el centro de atención de todos. Especialmente cuando escucharon que era la esposa de Kenzo. Varias miradas de desaprobación se dirigieron directamente hacia ella.
De repente, Kenzo le tiró de la mano. "¿Qué pasa?", preguntó Belva confundida, porque Kenzo la estaba alejando de su familia.
"Abuelo, continúa con la celebración, nosotros nos sentaremos allí". Sin esperar una respuesta, simplemente se fue.
"Nunca cambia". La mirada de Diego se dirigió a Kenzo, que sostenía con fuerza a Belva.
"Ya basta, así es él. Sigamos con la fiesta".
Por otro lado, Belva intentaba soltarse del agarre de Kenzo. "¡Suéltame!" Su mano fue liberada a la fuerza, no por ella, sino por una mujer que hizo eso, incluso Belva se tambaleó debido al tirón bastante fuerte.
Belva observó a la mujer abrazar fuertemente a Kenzo, que parecía suavizar su rostro, aunque aún se veía frío.
"¿Quién es esta mujer?"
"Mamá, ¿qué pasa?"
"¿Mamá... mamá?" Belva se sorprendió por dentro, sus ojos volvieron a mirarlos a los dos, especialmente a la mujer que parecía joven. "¿Cuántos años tenía su madre cuando nació Kenzo?" Todavía no podía creer que esa mujer de aspecto joven ya tuviera un hijo como Kenzo.
"¿Por qué lo dices? ¿No hay un reemplazo para mamá hasta que te fuiste?"
"¡Anjirr! ¡Me están criticando!" Esta es una de las costumbres de Belva, a quien le gusta maldecir con un lenguaje que cambia constantemente.
Kenzo miró a Belva y luego a su madre. "Mamá, te presento a Belva, la esposa de Kenzo". Belva pensó que Kenzo la avergonzaría frente a su suegra, pero eso no sucedió en absoluto.
Rissa, la madre de Kenzo, miró con cinismo a Belva abiertamente, lo que la sorprendió por un momento. "¿Qué problema tiene esta persona?"
"Oh, esta es la nuera de mamá". Miró a Belva de arriba abajo con una expresión de disgusto.
Belva suspiró. "Esta suegra debe ser como las de las películas que les gusta oprimir a sus nueras". Pensó para sí misma. "Sí, mamá, me llamo Belva, mucho gusto, suegra", dijo Belva amablemente, aunque por dentro maldecía fuertemente porque sus palabras sonaban ridículas.
Kenzo no impidió ni detuvo lo que estaba haciendo su madre. Sabía que Rissa tal vez no aceptaba el matrimonio repentino que él había provocado. Para Kenzo, era algo normal que sentía su madre porque desde la muerte de su padre, Riko. Su madre era muy cercana a él, así que cuando de repente dijo que ya se había casado, eso hizo que Rissa se sintiera dolida porque sentía que no la apreciaban.
Kenzo podía ver la mirada de disgusto de Rissa, a diferencia de Rissa, a quien no le gustaba Belva. Belva simplemente se quedó callada sin importarle mientras comía lo que le servían.
"Ten cuidado, se te van a salir los ojos, tonta". Si Belva pudiera decir eso abiertamente, lo haría, eh, espera.
¡Uhuk!
Belva se atragantó porque tuvo una idea.
Risa miró con cinismo. "Parece una recolectora de basura hambrienta".
Es una locura que la llamaran recolectora de basura dos veces, lo que es más doloroso es que las personas que lo dijeron son madre e hijo. "¿Acaso los ojos de madre e hijo están ciegos? ¿Por qué no ven a un ángel del mundo?"
