Saga: Una Familia De Extraños: NUESTRO AMOR PROHIBIDO (I)

NICK

Todo se jodió… ¿Cómo es que soy tan idiota?

Ella es mi hermana… lo es… lo es… esto debe terminar.

Tres horas atrás.

—Señor Monroe. Tiene que firmar estos documentos. Son de recursos humanos.

—Claro —entré a mi oficina y en eso sonó mi teléfono, es Adrián.

—Hola, hijo. ¿Cómo estás?

—Ah… hola, bien. Todo ha estado bien. ¿Cómo ha estado el asunto de la fábrica?

—Bien, todo está en marcha, en unos meses estará terminada la estructura y podremos empezar a traer maquinaria y tecnologia ecologica. Además tu idea de la reserva funcionará, y la siembra de arboles en el otro terreno ayudará. Es una buena idea

—Claro, que bien

—Si. Oye, ¿como está Jen? ¿Le ha ido bien en la empresa?

—Si. Todo bien

—¿Que bueno. Al ritmo que va podrá graduarse con honores

—De hecho hoy le dijeron que se graduará con honores y en solo unos meses.

—Eso es impresionante. Me sorprende lo capaz que es. Parece una maquina absorvente de conocimiento

—Y arte tambien

—Si, claro. Acá conocí a un joven. Se llama Ryers, es un galan completo y viajará conmigo a Estados Unidos. Creo que él y Jen harán una excelente pareja.

—¿A sí?—Mande saliva con dificultad

—Sí, es un joven atento, respetuoso y su padre me ha agradado bastante. Solo le lleva unos años a Jen. Es cuatro años menor que tú, pero aun así es muy maduro. ¿Crees que a Jen le agradará?

—No lo sé, ha decir verdad... puede que no, es decir. Ella se ve muy feliz, no creo que quiera conocer a a nadie

—Debe ser porque tu y ella son tan apegados. Me hace muy feliz saber que volvieron a ser los hijos que conozco. Eres un gran hermano para ella, su favorito, me atrevo a decirlo.

—…

—¡Ah! En serio deseo ver a todos mis hijos felices, cada uno con su familia y su hogar. Es mi mayor, sueño.

—... entiendo… padre…—sus palabras son como un cuchillo atravesado mi pecho

—Que bueno. Nos veremos pronto hijo. Debemos hacer un viaje familiar para seguir agregando fotos al álbum. Aunque esta vez invitaré a Ryers. Dijo que le encantará conocer a Jen, todos la aman.

—Claro...

—Bueno hijo, te dejo, voy a seguir en lo mio.

—Bien, descansa padre. Dios lo bendiga allá

—Gracias hijo

Uns corriente y dolor punzante me recorrió todo el cuerpo. Esto es un desastre inmenso. Mi padre tiene todo listo. Una familia… una hermana.

Jamás estará de acuerdo con lo nuestro. A Jen le romperá el corazón tener que seguramente elegir entre su padre y yo. Yo no merezco que me elija.

~Actualidad~

Frustrado y con la cabeza hecha un lío tomé un licor de la licorera y empecé a embriagarme, un vaso tras otro.

¿Cómo demonios terminé aquí?

Cuando alguien está dividido entre lo que quiere y lo que debe. Adrián a hecho todo por mí. Me dio un hogar, una vida, gracias a él soy alguien. No merece que le haga esto. Y Jen merece alguien mejor. He llevado gran parte de mi vida buscando mi pasado. Buscando quién soy, mi verdadera familia.

Como si fuera una maldita mancha en esta familia. Un error que debo corregir. Si tan solo supiera quién soy, tal vez así me sentiría menos culpable a estar con quien literalmente debería ver como mi hermana

A la mañana siguiente.

El sonido de mi telefono me despertó despues de sonar varias veces. medio abrí los ojos con fastidio. Es Lara

—¿Que quieres?

—Nicolas, ya deberías haber llegado al trabajo. ¿Donde estás?

—Ah... —parpadeé varias veces, todo apesta a alcohol. Me quedé dormido sobre el escritorio con la botella vacia. Genial

—¿Sigues ahi?

— Llegaré en una hora

—Muy bien. Nos vemos.

— Tiré el teléfono al escritorio y por la rendija de la puerta vi la silueta de Jen

—Nick, amor. Ven a comer, es tarde.

Me froté el rostro y me levanté quitándome la camisa. Debo llegar a la empresa.

No quiero ver a Jen. Enfrentarla ahora solo causaría que todo se dañará. Aunque es inevitable, ¿no?

— Nick. Ven, se te va a enfriar.

Salí con el torso descubierto y al llegar a la cocina vi los platos.

Tienen forma de corazon. Es mi platillo favorito... crepas... ademas tienen jalea y chocolate amargo. Oh Jen...

—Sientate. Es tu comida favorita. La hice con mucho amor para ti

—No. Debo irme.

—¿Eh, pero, pero...

—No es necesario que vuelvas a cocinar esto —me levanté pero en eso me lanzó la espátula al pecho

—¿Se puede saber que demonios te pasa? Ayer pasé por alto tu actitud fría y desinteresada, pero hoy estás peor. Ademas hueles a alcohol ¿que sucedió?

—Nada, solo...

—¿Nada? Se supone que los problemas lo resolveremos juntos. Así que dime cuál es el maldito problema que hay

—Tu eres el problema— esas palabras me supieron amargas. me arrepentí en cuanto vi su mirada dolida, pero no hay vuelta atras —esto —nos señalé a ambos —esto es el problema, nosotros somos el problema, Jen

—¿Que?... no... no... nosotros

—Miranos. Todo esto es secreto, literalmente es prohibido, incorrecto e ilegal

—¡Aún no hemos tenido sexo si es lo que insinuas!

—Sé que no. Pero no es por falta de ganas. ¿Sabes lo sucio que se siente fantasear y desear todo el dia estar contigo cuando tu padre, que sin importar qué tambien es mío, solo me elogia por cuidar a mi pequeña hermana menos?

Esto es jodido.

—¿Papá llegará en un mes. Aún podemos...

—No. Cuando antes acabe mejor

—NICOLAS. No me des la espalda

—Solo soy realista Jennifer

—No, eres cobarde —apreté los puños con un nudo en mi abdomen, joder, no quiero, no quiero llorar. No puedo, si la veo me romperé y no seré capaz de soltarla

 —Nicolas, si das otro paso más, no solo me perderás, sino que te aseguro que te odiaré toda la vida

—Entonces empieza a odiarme ya. Te lo colocaré facil—susurre llendo hacia la puerta y solo escuché el eco de su grito

Al llegar a la empresa con la camisa a medio abotonar, el cabello alborotado y evidente olor a alcohol todos voltearon a verme como si fuera un extraño, pero estaba demaciado cabreado, frustrado y enojado conmigo mismo que lo ignoré

Subí al ascensor y al llegar a mi oficina me crucé con Lara que al verme escupió el cafe que estaba bebiendo

—¿Y tu que haces vestido así?

—Quítate —la corrí y me dirigí al lavado de mi oficina. Minutos después ella volvió

—Muy bien, no preguntaré. Pero más te vale que estes arreglado en 15 minutos y sin ese apestoso olor a alcohol. Eres el presidente, no puedes andar así en la empresa

—Si puedo. De hecho puedo andar como se me de la regalada gana. Así que lárgate y ve a hacer tu trabajo —salió despavorida y cerró la puerta con suficiente fuerza como para romper el cristal, pero para su mala suerte solo se tambaleó

Media hora después ya estaba preparado. Me di una ducha rapida en el baño y me coloque un traje. Entonces Lara volvió a entrar con una bolsa

—¿Que es eso?

—Comida. Y un cafe bien cargado para que tengas la decencia de despertar

—No quie...

—Me importa una mierda si quieres. Saldré de este oficina y cuando estre espero no ver nada ahí o te juro que te la embutiré asi la vomites. ¿quedó claro? —Salió hecha una furia y el cristal de la puerta crujió. Entonces comi un poco, pero realmente no queria. Solo queria salir corriendo de la presión que sentia en el pecho tan horrible

Tiempo despues me coloque a trabajar porque mi mente no dejaba de pensar una y otra vez en las palabras de Jen. Entonces sucedió lo impensable

Adrian entró de la nada abriendo la puerta de par, una corriente electrica me pasó por todo el cuerpo

—Hijo. ¿Como estás?

—Pa... padre. Creí que volverías en un mes

—Pues ya ves que no. Queria darles una sorpresa a mis dos hijos—se acercó y me abrazó sin darme tiempo de reaccionar —¿Donde está Jenny?

—Ah... Jen... ella creo que hoy no viene

—¿No? Pero creí que...

—¡¡papá!!. ¿como estás? —Jen llegó de la nada con una mega sonrisa y un vestido color rojo pegado al cuerpo sin ser revelador, pero si bastante sexi —se lanzó a los brazos de su padre y él sin dudarlo la abrazo como la princesa que es.

Entonces al verme su sonrisa se esfumó y me miró con cara de asesinarme. Carraspee incómodo

—Lara me dijo que venías, así que obviamente vine a ver a mi adorado padre

—Oh y yo que queria darte una sorpresa, pero el sorprendido resulté ser yo. ¿hoy no trabajas?

—No, es que hoy debía hacer los ultimos ajustes en la universidad. Me graduo el mes que viene. Iba a ir a casa, pero al escuchar que venias, me emocioné y vine lo más pronto que pude. ¿como te fué?

—Muy bien hija. Ah... y que modales tan malos tengo. Hija te quiero presentar a alguien. Es hijo de un buen amigo mio, y creo que se llevarían muy bien. Ryers, entra —la puerta se abrió y entró un hombre de traje. Tiene su cabello rubio como el de Jen y una sonrisa increiblemente fastidiosa. Hija, él es Ryers.

—Un placer —el Rabano (Ryers) ese se inclino y besó su mano sin quitar el contato visual y Jen lo correspondió una una sonrisa. Joder, apenas lo conozco y ya quiero matarlo— su padre me a contado maravillas de usted, señorita Jennifer

—¿Enserio? No le crea todo, a veces exagera

—Para nada. Creo que en realidad cuando alagó su belleza se quedó corto. Es usted una verdadera diosa —ese rabano esta pidiendo a gritos que le corte la lengua

—¡Ejem, Ejem! —carraspeé con fuerza y por fin el rabano dejó de ver a Jen y centró la mirada en mi

—Oh, señor Nicolas. Tambien escuché de usted, es un verdadero pla...

—Señor Monroe para usted —lo corté —¿a que se debe su visita si se puede saber?

—Bueno, vine como abogado. Tenía un bufet en Australia pero el señor Monroe me habló tanto de esta hermosa ciudad, de su hija y todo que quedé encantado. Además no todos los dias se recibe una propuesta para trabajar en una empresa de este tipo, y menos con usted, un gran hombre de negocios

—Así es, hijo—habló Adrian mirándome de manera inquisitiva, yo desvié la mirada —él será el nuevo representante legal de la empresa. Manejará asuntos interiores legales, así como algunos extracurriculares. Por eso le ofrecí darle una oficina y su propio equipo aqui

—Eso es genial. Personalmente las leyes me dan sueño. No me terminé toda la constitucion aun— aportó Jen en medio de risas con el rabano

—En ese caso me encantaría enseñarle. O si bien gusta, el solo hecho de que aceptara salir conmigo seria un honor.

—Eh...

—Si tiene alguien en su corazon, lo entiendo y la dejaré en paz. Pero si no, permítame decirle que me dejó cautivado, y aquí con el permiso de su padre y su hermano, quisiera invitarla formalmente a un baile de mascaras que organizará mi familia en unos dias

Jen miró a Adrian en busca de ayuda y este solo asintió. Ella ni se inmutó en mirarme. Aunque de seguro es capaz de besarlo para restregarmelo en la cara con lo vengativa que es.

—No, no tengo a nadie en mi corazón y si, será un placer acompañarlo. Aunque confieso que nunca he asistido a un baile de mascaras

—Por eso no se preocupe. Lo podremos solucionar.

—Muy bien. Y llámame Jenny, de otra forma me sentiré irrespetuosa llamándolo señor Ryers

—Jejeje, muy bien. Jenny

—Bueno, entonces iré a mostrarle a Ryers la empresa —ambos salieron y Jeny yo nos quedamos a solas pero antes de decir algo Jen se fue hacia la puerta

—Espera, ¿a donde crees que vas?

—¿Yo? ¿Me vienes a reclamar a mi? Jodete Nicolas.

—Bien ódiame todo lo que quieras, me lo merezco. ¿Pero a que viene todo esto con Ryers? Se nota a leguas sus intenciones contigo y  tu sencillamente lo dejas?

—Eso no es tu asunto

—Lo es si se trata de tu seguridad. No sabes si te puede hacer daño

—Antes de que el me pueda hacer algo sabes que lo noquearía de una patada sin despeinarme. No vengas a fingir que te preocupa mi seguridad.

—No, espera —la tomé del braz y la atraje con fuerza, contuvo la respiracion al quedar pegada a mi —no es justo que hagas esto, sabes porque lo dejamos. ¿enserio vas a salir con él?

—Desde el momento en el que te fuiste me demostraste lo poco que valgo apra ti, así que sí. Saldré cor él ¿sabes porque? Porqué a mi se me da la gana. Se cuidarme sola. Así que tu soluciona lo que tengas que solucionar y procura no respirar el mismo aire que yo. Además que te quede claro algo. La proxima vez que me mires directo a los labios como ahora, primero te besaré y luego te daré un puño. Incluso si mi padre esta frente a nosotros ¿te quedo claro?

Sin decir más salió dando un portazo dejándome en la oficina...