Diana es una chica de solo 20 años que, se ve comprometida con el que tiempo atrás fuera su novio, sin embargo ella se niega a casarse por que el es un mujeriego qué siempre le fue infiel durante su relación y es por eso que ella decidió terminar la relación. Sin embargo su padre debe una cuantiosa suma de dinero a causa de un negocio que salió mal y el se ve en la necesidad de comprometer a su hija con Roberto su ex novio a cambio de él pagar la deuda. Diana esta tan decepcionada y molesta que se va a un bar a beber y allí se encuentra con Mateo quien cambiara su vida por completo.
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Capítulo 3
Pero poco a poco, salió de su ensueño al enterarse de sus traiciones una y otra vez primero, ella misma se negaba a creerlo y le era más cómodo creer todas las mentiras qué él le contaba; sin embargo, después de un tiempo.
Finalmente, abrió los ojos para darse cuenta de que Roberto no había cambiado y que nunca lo haría, así que tras una y otra desilusión finalmente dejo de sentir amor por él o lo que sea que sentía.
Ella intentó terminar con él, pero, le fue imposible él era demasiado insistente así que decidió darle otra oportunidad; sin embargo, realmente ya no le importaba ni esperaba mucho de esa relación ella dejó de darle importancia a sus traiciones y como lo veía poco realmente dejo de reclamarle, por el contrario, solo se centró en el trabajo consiguiendo horas extras para así tener una excusa para no ver a Roberto.
Hasta que finalmente se harto de todo esto y el día de su cumpleaños 19 lo termino definitivamente sin opción a volver.
Al principio Roberto le rogó qué no terminarán, pero al ver lo decidida qué estaba Diana supo que no había vuelta atrás causándole un gran enojo.
Roberto estaba furioso y sin pensarlo más le aventó el ramo de flores qué le llevaba por su cumpleaños Diana se movió hábilmente para que las flores no la golpearan.
Roberto se marchó no sin antes decirle, que se arrepentirá de terminar con él y que esperaría paciente el día en que ella le suplicara para que volvieran.
Diana se quedó, aún más desilusionada al ver su comportamiento, ya que frente a ella siempre se había portado comprensivo y tierno, pero ahora sabía que realmente ese era el verdadero Roberto.
Diana se agachó para recoger las flores, ya que no daban un buen aspecto allí tiradas.
Al levantarlas solo se desilusionó una vez más; al ver que eran girasoles con un poco de follaje, y pensó.
- Como es posible que Roberto, en todo este tiempo nunca me haya puesto atención cuando le decía que me encantaban las rosas y, por otra parte, los girasoles eran los que menos me agradaban de todas las flores qué existen.
Pero como recientemente se habían puesto de moda y todas las chicas en sus perfiles ponían fotos de girasoles y compraban blusas, accesorios y hasta cobijas con estampados de girasol. Creo que por eso él pensó que le agradaría. Y que quedaría fascinada, ya que era el sueño de toda chica recibir un gran ramo de girasoles.
Suspirando dijo - creo que Roberto no me conoce realmente ni siquiera un poquito.
Es una lástima que se desperdicien estas flores y que terminen en un bote de basura.
Así que a Diana le brillaron los ojos con entusiasmo y las tomo y quitando las qué se habían maltratado acomodó el ramo nuevamente lo miro por todos lados para cerciorarse qué luciera bien y después de comprobarlo camino una cuadra más adelante, para finalmente entrar en una iglesia y haciendo una reverencia se las acomodó a los pies de la virgen de Guadalupe.
Diana hizo una última reverencia para salir animada de la iglesia y volver a su trabajo.
Ese día, por la mañana Roberto pensó en impresionarla sorprendiéndola con un hermoso ramo de girasoles, sin embargo, el impresionado fue él, al ver terminada su relación con Diana.
Ese día diana se sentía entusiasmada y más ligera, el hecho de terminar con Roberto la hacía sentir como si hubiera quitado una gran carga de su espalda animada entro y se dispuso a seguir archivando unos documentos en su trabajo.
Ese día Roxana la abogada con la que trabajaba le había dado la tarde libre para que festejara su cumpleaños, pero al no tener que hacer Diana le pidió, que la dejara trabajar, por otro lado, había varios pendientes así que de ser necesario trabajaría horas extras.
Ese día Diana esperaba una llamada de sus padres y de su hermana por su cumpleaños, pero no fue así, así que finalmente se resignó a no esperar nada de nadie y dejo de pensar en eso.
Ala hora de salida Roxana le entrego un pastel personal y una cajita con un reloj, mientras le dio un efusivo abrazo lo cual hizo que Diana se pusiera algo sentimental y las lágrimas amenazaban con salir.
Así que agradeciéndole se dispuso a salir antes de echarse a llorar en ese momento, después de allí habían quedado de ir a un antro a festejar con unas compañeras del trabajo, así qué en cuanto llego y cambio su ropa se dirigió al antro allí todas tomaron unas bebidas y brindaron ya después de un rato, todas bailaban en la pista hasta que un desconocido se acercó a Diana para bailar, ella le echo un vistazo y accedió a bailar, él era más alto que ella y muy guapo, Diana bailo un par de canciones.
Hasta que su compañera la arrastró al baño para qué la acompañará al volver Diana lo busco con la mirada, pero no lo pudo encontrar. Aunque no lo encontró en su mente Diana le agradeció el qué hubiera bailado con ella pues eso le había cambiado un poco el día, ya que alguien se había interesado en ella el día de su cumpleaños. Eso le hizo tener un poco de fe en que en algún lugar había alguien que realmente la amaría, con un amor puro y sincero diferente al amor qué hasta ahora habia recibido de sus padres y de Roberto qué muchas veces o casi siempre la hacían sentir que solo la buscaban porque algo a cambio querían de ella.
Después de eso, Diana no lo volvió a ver, así que después de algunos días ya ni lo recordaba.
Después de pasar la noche con aquel desconocido, Diana despertó al día siguiente, su corazón casi se le paraliza al abrir los ojos y ver que estaba en lugar diferente a su habitación, como un balde agua helada, volvió todo lo vivido anoche, aún se acordaba como le había pedido a aquel extraño qué pasarán la noche juntos.